El régimen de Cuba culpa al 'bloqueo' de la falta de leche y anuncia la compra de 500 toneladas... en EEUU

A casi una semana de que la agencia EFE revelara que el régimen de Cuba pidió auxilio al Programa Mundial de Alimentos (PMA) ante su incapacidad para sostener las entregas de leche por la libreta de racionamiento a los niños menores de siete años, embarazadas y enfermos crónicos, la prensa oficial confirmó ese pedido, pero culpó al embargo de Washington contra La Habana de su incapacidad para hacer frente a esos suministros.

En un extenso texto publicado por el sitio oficial Cubadebate, que todo el tiempo evita mencionar la errática política de fomento ganadero y de acopio de leche del Gobierno que han hundido la producción del alimento y hecho depender al país de las compras en el extranjero, se trata de justificar la petición al PMA como resultado de "una relación de larga data".

Según el texto, "el PMA es un organismo de asistencia alimentaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que apoya a más de 120 países y territorios. Como parte de esta alianza, en 1993 se firmó un Acuerdo Básico entre nuestro Gobierno y el PMA, aún vigente. En julio de 2021, la Junta Ejecutiva del Programa aprobó el Plan Estratégico País para Cuba hasta 2024, marco bajo el cual se desarrolla actualmente la relación bilateral".

De acuerdo con el texto, que tampoco reconoce que este pedido de auxilio se produce fuera de los protocolos antes citados, también Cuba ha hecho aportes de azúcar al programa, que hasta 2009 ascendieron a más de 8 millones de dólares.

Cubadebate evita mencionar que la también demoledora caída en la producción de ese renglón tradicional de la economía cubana ha hecho que La Habana deje de hacer tales donaciones.

En cambio, la nota culpa a "los efectos combinados de la pandemia de la Covid-19, los impactos de los eventos meteorológicos adversos, y principalmente, el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de los EEUU", así como a la inclusión del régimen entre los estados patrocinadores del terrorismo por parte de Washington, de la crisis del suministro de leche.

La nota asegura que "se ha asegurado la llegada en los próximos días de un barco proveniente de Brasil, con 375 toneladas de leche en polvo, que garantiza la distribución para los niños de entre cero y seis años".

Y, de manera paradójica, indica que "adicionalmente, se han contratado 500 toneladas de leche con EEUU, en virtud de las excepciones establecidas por ese Gobierno para vender determinados productos a la Isla, mediante el pago inmediato y en efectivo; así como 245 de Canadá, 500 más de Brasil, y 600 de otros proveedores".

El texto comete un serio error al asegurar que el cargamento de Brasil llegará "en los próximos días". La pasada semana, en cambio,  Alberto López Díaz, ministro de la Industria Alimentaria, dijo en conferencia de prensa citada por la estatal Agencia Cubana de Noticias y replicada por Cubadebate, que luego de "las serias dificultades con el producto, ya comenzaron a distribuirlo, gracias a los arribos a Cuba de 375 toneladas procedentes de Brasil, y se esperan otras llegadas que garantizarán estabilidad para los menores de cero a seis años de edad".

Luego, la nota miente cuando asegura que la venta de leche en polvo a los niños desde el nacimiento hasta los seis años de edad "se ha garantizado de forma ininterrumpida, incluso en los años donde ha sido más compleja la situación de la economía nacional".

Otra vez contradice el ministro López Díaz a Cubadebate. El funcionario aseguró en su comparecencia ante la prensa que en febrero se entregó en varias provincias "una fórmula láctea, que aunque no tiene la cantidad de proteína que debe tener la leche, fue una alternativa alimentaria". Esa fórmula provocó las quejas de numerosas madres cubanas, que denunciaron de su mala calidad. En otros territorios se reparte desde hace meses un sirope que levantó abundantes críticas. O sea, es falso que la leche "se ha garantizado de forma ininterrumpida", y los cubanos lo saben.

La nota también oculta que los productores de leche en Cuba prefieren vender el alimento en el mercado informal, bajo precios de oferta y demanda. La inflación disparada que sufre la Isla hace que el precio que paga el Estado sea irrisorio para los costos que deben cubrir los productores para mantener su ganado. Asimismo, en numerosos casos, los pagos del Ministerio de la Agricultura por esa recolección demoran y se convierten en enormes deudas.

EFE confirmó que el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera (MINCEX) envió una carta a la dirección ejecutiva del PMA en Roma a finales del año pasado, a raíz de lo cual el organismo entregó "144 toneladas métricas de leche en polvo descremada" que beneficiaron a "casi 48.000 niñas y niños de entre siete meses y tres años en Pinar del Río y La Habana". Esto supone apenas el 6% de los menores a los que el Gobierno vende leche subvencionada.

Además, según el PMA, la solicitud gubernamental cubana "no refiere ningún marco temporal explícito" —no pide apoyo por un período de tiempo limitado—, por lo que el organismo multilateral está buscando "movilizar recursos adicionales".

"Estamos en constante diálogo con donantes tradicionales y no tradicionales, explorando diversas opciones que faciliten tanto la donación como el financiamiento", afirmó el PMA.

EFE pudo confirmar que al menos dos países no precisados, uno en Europa y otro en América, han sido contactados por el PMA. Ambos están actualmente analizando sus posibilidades y no han tomado una decisión.

El economista Pedro Monreal criticó que la maquinaria de propaganda del régimen omite el asunto mientras se enfoca en defender políticas opresoras que mantienen a la agricultura y la ganadería atenazadas.

"Crisis de seguridad alimentaria en clave Rashomon: la misma historia desde puntos de vista diferentes. La prensa extranjera informa solicitud de ayuda humanitaria a la ONU. La prensa nacional sigue con lo del control de tenencia de tierra y ganado mayor", escribió el analista en su cuenta en X.

Esta situación se suma a la escasez de productos básicos, desde toda clase de alimentos hasta combustibles y medicinas. En los últimos meses, varios de los productos que aún se venden por la libreta de racionamiento, como el arroz, el café o el aceite, han sido repartidos de forma irregular o en cantidades reducidas.

Recientemente, el Gobierno cubano reconoció no poder asegurar el suministro de pan de la cuota hasta fines de marzo por problemas con el suministro de harina.