El Sistema Electroenergético Nacional (SEN) solo tiene averiada una termoeléctrica, pero no ha podido cubrir la demanda en los últimos días por la inexistencia de combustibles para la generación distribuida y esto extiende los apagones, que el miércoles afectaron de manera simultánea al 22% de Cuba.
Según publicó el periódico Trabajadores, el último día de enero la generación térmica solo tiene fuera de servicio, por roturas, la unidad 2 de la Central Termoeléctrica (CTE) Lidio Ramón Pérez, ubicada en Felton, Mayarí, provincia de Holguín, y en mantenimiento la 8 de Mariel y la 6 de Rente, que tenía prevista su incorporación en el pico eléctrico del miércoles.
También para el momento de mayor demanda debieron entrar motores de generación distribuida en mantenimiento con un suministro de 35 MW.
Sin embargo, la estatal Unión Eléctrica (UNE) calculó para el horario de mayor consumo, en la tarde-noche, una capacidad de generación eléctrica de 2.180 megavatios (MW) y una demanda máxima de 2.700 MW. De esta forma, el déficit —la diferencia entre oferta y demanda— alcanzó 520 MW y la afectación —lo que se desconecta realmente— llegó a los 590 MW en el "horario pico". Esto significa que los apagones simultáneos afectaron hasta el 22% del país, de acuerdo con un reporte de EFE.
Esta tasa de afectación es, sin embargo, la menor de los últimos cinco días, cuando el promedio se ha situado en torno al 33% de la demanda máxima, afectando gravemente a las industrias y a los hogares.
Tras años con serias dificultades para asegurar el suministro —especialmente en los veranos de 2021 y 2022—, la situación energética se había estabilizado en los últimos meses, pero con el cambio de año se han registrado grandes caídas puntuales de la capacidad de generación.
El sistema eléctrico cubano se encuentra en una situación precaria, evidente en los frecuentes fallos y roturas de sus obsoletas centrales terrestres, a causa de la falta crónica de inversiones y mantenimiento.
Según el régimen, la falta de divisas también ha lastrado la importación de combustible, lo que afecta también a la producción energética. No obstante, Cuba está recibiendo cargamentos millonarios de petróleo y otros combustibles.
El Gobierno cubano ha rentado en los últimos cinco años hasta siete centrales eléctricas flotantes a la empresa turca Karpowership para paliar la falta de capacidad de generación, una solución rápida pero temporal, contaminante y costosa.
Los frecuentes cortes en el suministro eléctrico dañan a la economía y atizan el descontento social en una sociedad ya gravemente afectada por una crisis económica desde hace tres años.
Los apagones han sido uno de los detonantes de las protestas de los últimos años, incluidas las del 11 de julio de 2021, las mayores en décadas.
Sigan jugando con fofóritos al lado de gasolina verdeolivos se van quemar .Todo el mundo no tiene MLC para reponer comida echada a perder por los cortes eléctricos,ni para adquirir un pasaje a Nicaragua...