La publicidad de empresas estatales y privadas le ha generado más de 700.000 pesos en dos meses al portal estatal Cubadebate, según informó su director, Randy Alonso, durante el XI Congreso de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
"Poco a poco, hemos empezado a brindar nuestros servicios en el campo de la comunicación a entidades estatales y privadas", dijo el conductor del programa televisivo Mesa Redonda en un fragmento de su intervención, que fue compartido en la plataforma X por el activista cubano Mag Jorge Castro.
"Los primeros resultados visibles son la generación, entre septiembre y octubre de este año, de ingresos por 712.513 pesos, mucho más que los modestos 200.000 que nos habíamos propuesto", acotó.
Cubadebate publicó su primer artículo publicitario a principios de junio. Estuvo dedicado a un emprendimiento privado que comenzó como una plataforma para el intercambio entre modelos, fotógrafos y otros profesionales del sector, y ahora saca provecho de la crisis de desabastecimiento en la Isla.
Cubamodela, la MIPYME promocionada por Cubadebate, tiene su sede en el noveno piso del habanero edificio Focsa.
Ese negocio fue el primero en pagar por publicidad comercial en la prensa controlada por el Partido Comunista de Cuba, como resultado de la aprobación, en mayo, de la nueva Ley de Comunicación Social.
La norma, que mantiene en la ilegalidad a los medios independientes cubanos, preserva el control del régimen sobre los medios estatales, pero también busca liberarlo de parte de la carga de su financiamiento.
La Ley de Comunicación Social autoriza la publicidad como fuente de ingresos, una fuente que, por cierto, también emplean los medios independientes, a cuyos periodistas el régimen acusa de mercenarios.
Esta publicidad también está subordinada a la ideología socialista, pues la ley establece que "preserva la identidad histórica y cultural del pueblo cubano, salvaguarda los valores de la sociedad socialista (…)".
Al activista Mag Jorge Castro le resultó difícil creer "que los emprendedores cubanos paguen publicidad a los medios oficialistas".
Sin embargo, muchas de las Micro, Medianas y Pequeñas Empresas (MIPYMES) que ha aprobado el régimen cubano están conectadas al poder, como ha evidenciado la prensa independiente.
El propio Miguel Díaz-Canel dio indicios de esa conexión durante la entrevista que concedió a la periodista oficialista Arleen Rodríguez Derivet, a mediados de octubre.
La periodista dijo que algunas personas ven la apertura de las MIPYMES como una medida neoliberal y el gobernante, que se mostró ofendido con la crítica, reveló la relación entre los dueños de esas empresas y el régimen.
"Me parece que es muy ofensivo decir que las MIPYMES son una expresión de neoliberalismo. Además, es ofensivo para uno, que tiene una convicción de construcción socialista basada en la mayor justicia social posible", dijo Díaz-Canel, pese a que los precios de los alimentos y los productos de primera necesidad en las MIPYMES exceden las posibilidades de los cubanos sin familiares en el exterior que les envíen remesas.
Después de recordar que el "sector no estatal" no es nuevo en Cuba y que, además de MIPYMES privadas, hay MIPYMES estatales, el gobernante preguntó quiénes están al frente de esos negocios.
"¿Quiénes están en las MIPYMES? ¿Son enemigos de Cuba? ¿No son cubanas y cubanos? ¿No son personas formadas en nuestra Revolución? ¿Son contrarrevolucionarios?¿Están en contra de la Revolución? ¿Quieren tumbar a la Revolución?", cuestionó.
Días antes, DIARIO DE CUBA había mostrado los precios de los alimentos en la MIPYME Gaia, propiedad de una nieta de Raúl Castro, Lisa Titolo Castro, hija de Mariela Castro. En esa tienda, ubicada en la esquina de las calles Primera y F del habanero barrio El Vedado, municipio Plaza de la Revolución, medio kilogramo de picadillo de cerdo cuesta 1.100 pesos, más de la mitad del salario mínimo, que en Cuba es 2.100 pesos.
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