Varios menores de edad cubanos sufren enfermedades que no han encontrado respuesta en el sistema de Salud Pública cubano. Activistas y padres de los niños han denunciado a través de las redes sociales los casos, entre los que predominan la falta de insumos, personal médico especializado y condiciones mínimas para hacer frente a los padecimientos.
La cirugía de una niña se aplaza en un hospital de La Habana
Tal es el caso de Erika de la Caridad Álvarez Sarduy, una pequeña que lleva más de dos semanas esperando por una neurocirugía en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez de La Habana, informó en Facebook el padre de la menor, Ezequiel Álvarez.
"Mi niña tiene un tumor cerebral de 2,5 centímetros y un quiste que acompaña a dicho tumor de aproximadamente siete centímetros. Ya con dos semanas de estancia en el hospital, no se le ha hecho nada porque el hospital no cuenta con los recursos necesarios de equipos ni de personal médico. Los estudios que traje de mi provincia (Villa Clara) están buenos y detallados, así que no es necesario repetírselos. Solo está pendiente la cirugía. Por favor, compartan, y se acepta cualquier ayuda", dijo Álvarez.
En otra publicación, el padre de la menor aclaró que su hija no es la única que se encuentra en esa situación: "Acá hay niños que llevan más de cuatro meses también ingresados sin solución a su problema, por cuenta de la escasez de recursos y de personal médico. Muchos de esos padres se conforman con que sus hijos estén en el hospital ya que si entran en estado de urgencia sí serían intervenidos quirúrgicamente. Pero, ¿por qué esperar a que un niño que se encuentra enfermo entre en estado vegetativo o su estado pase a grave y su vida esté colgando de un hilo?"
Una madre bayamesa exige tratamientos e insumos para su hija
Otros casos, como el de la niña bayamesa Yohaira (ocho años), exponen cómo la precariedad que se vive en Cuba afecta la recuperación de pacientes con múltiples padecimientos. Anne Jorge, la madre de la menor con movilidad reducida, exigió en Facebook atención para el caso de su hija.
"Hoy quiero hacer varias preguntas, aunque los responsables no tienen respuestas. ¿Dónde está la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia)? ¿Qué hace él PCC (Partido Comunista de Cuba)? Mi niña solo tiene ocho años" y, con tantas patologías, "tiene una pésima calidad de vida. No me callen más. Yo, como madre desesperada y sin importarme nada de lo que me pueda ocurrir, pido y exijo mejor calidad de vida para mi Yohi. Exijo que mi hija, mediante fisioterapia y recursos que requiere, camine", dijo Jorge.
"Exijo que mi Yohi se alimente como persona y pueda disfrutar de cada desayuno y merienda como cualquier hijo de gobernantes, que para ellos sí hay de todo. Exijo que se acaben las carencias para la vida de mi niña, y lo más importante, exijo la libertad que muchos también codician, pero no tienen valor de reclamar", concluyó la madre de la menor.
La situación de un niño encamado empeora con los apagones
La madre de Jesús Lázaro Lorenzo Pérez, María Caridad Pérez Díaz, lleva más de ocho meses a la espera de una visa humanitaria para tratar los múltiples padecimientos que mantienen a su hijo encamado. Ahora, Lorenzo Pérez ha denunciado cómo empeoran los apagones en la calidad de vida de su hijo enfermo.
"Jesús es un niño que necesita aire acondicionado para vivir y los apagones continúan en Cuba. Tiene una epilepsia de difícil control, una desnutrición crónica, una desviación horrible de la columna, no se puede sentar porque se le puede partir (la columna). Necesitamos ayuda médica de urgencia, necesitamos una silla especial con aditamentos especiales que solo la hay en países desarrollados", explicó María en una publicación de Facebook.
En una transmisión que esta madre hizo por la misma red social, expuso cómo en medio de los apagones tenía que sacarle las secreciones a su hijo que tenía falta de aire. "Acompáñame en mi dolor. Abajo la dictadura. Abajo el comunismo. Jesús va a vivir porque me llamo María. Aquí tengo a Jesús ahogado con una neumonía, soltando el catarro por todas partes en pleno apagón", dijo la madre antes de comenzar a sacarle el esputo a su hijo con una manguera.
Activista pide ayuda para un bebé queda huérfano
Por otra parte, la activista Diasniurka Salcedo Verdecia pidió ayuda para un bebé de Pinar del Río que perdió a su madre y ahora no hay recursos para garantizar sus cuidados.
"SOS, ayuda para este bebé huérfano. Se necesitan medicamentos para bajar la fiebre, vitaminas, leche para bebé recién nacido o lo que cada persona pueda aportar. La mamá se llamaba Anubis de la Caridad Delgado Acosta, y el nene es Dilan Quintero Delgado. Ella falleció el 28 de septiembre después de que se le practicara una cesárea el 18 de septiembre en el hospital Abel Santamaría de Pinar del Río", dijo Salcedo.
Según la activista, la mujer murió por una sepsis generalizada después de la cesárea. "La muchacha de tan solo 27 años había hecho una eclampsia y le dieron el alta sin darse cuenta. Tenía una infección que después fue imposible controlar. Cabe recalcar que fue llevada al hospital varias veces porque se sentía mal y la regresaban (los médicos) para la casa", explicó Salcedo sobre lo que podría haber sido una negligencia médica.
El niño quedó a cargo de la abuela materna, Ibis Acosta Olivera, quien ahora no puede trabajar. Según la activista, el papá del recién nacido, Alian Quintero, es uno de los daminificados del último ciclón que pasó por Pinar del Río. "Cualquier ayuda pueden contactar con el papá al móvil +5352538058. Mis condolencias para la familia, y una muerte más de la 'impotencia' médica", concluyó Salcedo.
Los casos de cinco menores, a la Cruz Roja Internacional
Otra activista cubana, Avana de la Torre, presentó ante la Cruz Roja Internacional los casos de cinco menores de la Isla que no pueden solucionar sus padecimientos a través del sistema de Salud Pública cubano.
"Hoy, 10 de octubre de 2023, entregué en la oficina de Cruz Roja los cinco casos médicos que llevé a UNICEF el 19 de septiembre de este mismo año. Hoy fui acompañada de un médico. Lo que estoy pidiendo es una ayuda, una oportunidad para estos pequeños que han sido olvidados por el sistema de Salud comunista cubano y por UNICEF Cuba", dijo De la Torre en una publicación en Facebook.
"Seguiremos dando guerra sin descanso, denunciando a los culpables y tocando puertas para que los niños de Cuba tengan una vida digna. Gracias a estas cinco madres y a otras tantas que me han contactado y confiado en mí", concluyó la activista.
Entre las imágenes publicadas por De la Torre de los cinco menores, habían tres niños y dos niñas. Una de estas últimas era Yohaira, la niña bayamesa de ocho años.
Muchos menores de edad cubanos "son vulnerables, están enfermos, no tienen medicamentos o alimentos, carecen de viviendas, tienen padres o madres presos. Hay niños criados por abuelas porque sus padres han tenido que emigrar para poder mantenerlos. Hay niños presos. Hay niños y niñas prostituyéndose, o en el mejor de los casos ejerciendo la venta ambulante o la mendicidad", concluyó la activista.