El diario más antiguo de Kenia, The Standard, advirtió que "el Gobierno nacional debe considerar seriamente la solicitud del Comité de Salud parlamentario de no renovar los contratos de los médicos cubanos que trabajan" en ese país.
En referencia a la petición del Comité de Salud de la Asamblea Nacional de la nación africana, que días atrás expresó que Nairobi no debería renovar los contratos de los 120 médicos cubanos exportados por La Habana, argumentando que ya han cumplido su propósito y que es el momento de irse, el medio de comunicación recordó que desde que en 2017 los gobiernos de Kenia y Cuba rubricaron el acuerdo que abrió las puertas a los profesionales sanitarios de la Isla en ese país.
"Desde el principio, a este acuerdo se opusieron los médicos kenianos desempleados, que presentaron un caso ante el Tribunal Superior en 2018 impugnando la decisión del Gobierno. En ese momento, el Sindicato de Médicos, Farmacéuticos y Dentistas de Kenia dijo que había unos 2.000 médicos kenianos y 170 especialistas que necesitaban empleo", indicó el editorial.
The Standard recordó que los cubanos cuestan a los contribuyentes locales 625.000 chelines mensuales en salarios cada uno, equivalentes a 4.260 dólares. Esa suma se desglosa en 125.000 chelines (852 dólares) en pagos para cada profesional y 500.000 chelines (3.408 dólares) que el Gobierno de Kenia paga a La Habana cada 30 días.
Como ocurre en el resto de las llamadas "misiones médicas" del régimen cubano en el mundo, la mayor parte del dinero que paga el país receptor va a parar al bolsillo del régimen de la Isla, que se apropia de entre el 70 y el 75% de los salarios de sus profesionales exportados. En muchas ocasiones, como ocurre aquí, ello se produce con la complicidad de las autoridades de los países de destino.
"Los médicos kenianos capacitados en el mismo grupo de trabajo ganan 86.810 chelines (menos de 600 dólares de EEUU). Es increíble que un Gobierno organice tal discriminación contra sus ciudadanos", subrayó el texto.
"Además, los médicos cubanos tienen derecho a casas amuebladas, transporte al trabajo, servicios públicos pagados y tarifas aéreas cada vez que proceden sus vacaciones anuales, a diferencia de sus colegas de Kenia. Esta enorme disparidad en el pago y los beneficios es inaceptable y estaba destinada a causar descontento", enfatizó el texto.
Según The Standard, "los médicos cubanos tuvieron un mal comienzo cuando se enfrentaron a una barrera lingüística que redujo su efectividad. No podían conversar ni en inglés ni en kiswahili, lo que les dificultaba entender a sus pacientes. Las preocupaciones expresadas por los médicos kenianos son válidas y deben ser aceptadas".
El editorial reconoció que "nuestro sector de la salud está golpeando y requiere un impulso. Una forma de hacerlo es emplear a más médicos locales y remunerarlos bien. Es imprudente continuar pagando a los médicos extranjeros de manera exorbitante mientras nuestra economía está en problemas, y cientos de médicos locales bien entrenados están desempleados".
Al pronunciarse el Comité de Salud de la Asamblea Nacional sobre el tema, alertó que el lugar de los cubanos "debe ser ocupado por sus homólogos nacionales, porque sus salarios son suficientes para emplear al menos a tres médicos kenianos", indicó el presidente del comité, Robert Pukose, citado por el medio local The Star.
El grupo parlamentario recordó que los médicos cubanos llegaron al país para ayudar a llenar los vacíos existentes en los hospitales locales, mientras decenas de sanitarios kenianos recibían capacitación especializada en la Isla.
Pero Pukose aseguró que la permanencia continua de los cubanos en el país "ha perjudicado enormemente a los médicos kenianos capacitados y aún no empleados".
La presencia de médicos cubanos en Kenia se convirtió en tema de resonancia internacional después que la milicia yihadista Al-Shabab secuestrara a los doctores cubanos Assel Herrera Correa y Landy Rodríguez Hernández en abril de 2019 en una zona fronteriza entre Kenia y Somalia. Tras cuatro años y medio de esos hechos, nada se sabe de su paradero y estado de salud.
En ese tiempo, el Gobierno cubano se ha referido a ambos doctores casi exclusivamente en sus cumpleaños o en aniversarios del secuestro, e insiste en que "trabaja" para conseguir su regreso a Cuba, pero sin mostrar gestiones concretas. Su única acción verificable tras lo ocurrido fue sacar a los profesionales exportados a Kenia de la áreas inseguras y llevarlos a lugares menos expuestos a la violencia.
Los médicos cubanos enviados a misiones en el exterior son con frecuencia destinados a zonas con altos índices de violencia y precariedad, como ocurre ahora mismo con muchos de los casi 1.000 exportados a México, y que trabajan en zonas afectadas por la violencia del narcotráfico.
En marzo último, el Sindicato de Médicos, Farmacéuticos y Dentistas de Kenia (KMPDU, por sus siglas en inglés), que se ha opuesto al programa de intercambio, denunció que los 50 médicos kenianos que fueron a Cuba para recibir capacitación especializada vivían allí en condiciones deplorables.
El secretario general de KMPDU, Davji Bhimji Atellah, calificó el acuerdo con La Habana como un desperdicio de recursos humanos. Argumentó que el alcance de la práctica de la Medicina en ambos países es un mundo aparte, por lo que, consideró, el programa de intercambio no era razonable.
"Después de la capacitación en Cuba, regresaron a Kenia y tuvieron que ser sometidos a dos años de entrenamiento para que pudieran ser autorizados por el Consejo Médico para ejercer como médicos de familia", cuestionó.
"El alcance de la práctica de la medicina familiar en Kenia es diferente de Cuba, de ahí la necesidad de capacitar a los médicos para que adquieran habilidades que les permitan ejercer en Kenia", dijo.
Attellah agregó que un médico de familia capacitado en Kenia puede realizar cirugías obstétricas y ginecológicas de emergencia, así como emergencias quirúrgicas, mientras que los médicos de familia cubanos no hacen esa clase de procederes, ya que no es parte de su entrenamiento.
Los médicos cubanos habían firmado inicialmente contratos de dos años y su misión era ayudar en especialidades como nefrología, radiología, ortopedia, cirugía y neurología, pero el Gobierno del expresidente Uhuru Kenyatta extendió sus contratos.
Los médicos cubanos deben estar en Cuba, no en el extranjero para llenarle los bolsillos a sus explotadores mafiosos.
--- EL INCIERTO DESTINO DE DOS ESCLAVOS-----No han pedido rescate por uno de 3 motivos: 1)ya los mandaron p'al otro barrio, 2) los secuestradores saben que el régimen no estaría dispuesto a pagar rescate.
3) los médicos no quieren regresar al infierno cubano.