Así vive La Habana la Cumbre del G77+China

Este sábado termina en La Habana la Cumbre del G77+China. La adopción de un documento final enfocado hacia la llamada "cooperación Sur-Sur", debe sellar hoy las reuniones del evento. Entretanto, La Habana y sus habitantes no han visto muchos beneficios por acoger dicha cumbre. El viernes, un fotógrafo de DIARIO DE CUBA (cuya identidad esta redacción protege) capturó varias imágenes de las calles de la capital.

En las primeras instantáneas, tomadas en la calle Prado (Paseo de Martí oficialmente), se puede apreciar a las fuerzas de seguridad del régimen apostadas en las entradas de los hoteles Packard y Paseo del Prado. De las fachadas de estos sitios cuelgan las banderas de algunos de los países participantes de la Cumbre del G77+China, porque en ellos se hospedan sus respectivas delegaciones oficiales.

En el evento participaron altos representantes de dictaduras y regímenes autoritarios, pero también mandatarios de países democráticos. El hecho de que Cuba haya sido sede, despertó el repudio de gran parte de la comunidad internacional, en cuanto se trata de un país que viola los derechos humanos de sus ciudadanos. Es importante señalar que el evento se da en un momento de recrudecimiento del carácter represivo del régimen. Justo el mes pasado, la ONG Prisoners Defenders denunció que en la actualidad hay en Cuba 1.047 presos políticos y muchos son torturados.

Tal y como anunciara el canciller Bruno Rodríguez, la cumbre ha sido "austera y simple" en su desarrollo, ya que se da en medio de las "difíciles condiciones de la economía cubana". Sin embargo, el régimen no ha escatimado en recursos para desplegar un amplio operativo de seguridad, como indican las fotografías tomadas en la mañana del viernes.

Policías y militares, vestidos tanto de uniforme como de civil, inundan las calles de La Habana en estos momentos. Tal aumento de la presencia de los órganos represivos se da en especial en la Habana Vieja, municipio que concentra los imponentes hoteles donde se alojan los representantes de los países invitados.

Mientras, en las entrecalles de la Habana Vieja, a escasos metros de la fachada turística de la ciudad, la vida del cubano promedio transcurre indiferente al magno evento, signada por la escasez y la falta de libertades. Las colas, las ruinas, la desidia y los basureros siguen marcando el paisaje urbano de la capital de Cuba, y de la mayor parte del país. Para esta realidad que va de mal en peor, no tienen ojos los representantes de la cumbre que hoy culmina.

Sobre la insalubridad que DIARIO DE CUBA pudo captar, vale recordar que a finales de agosto solo el 40% de los equipos destinados a la recogida de basura en La Habana estaban en funcionamiento, según la gobernadora de la capital, Yanet Hernández Pérez. Esta achacó la situación a la falta de neumáticos, baterías y llantas para los vehículos colectores.