El régimen asegura que hace 'muchas cosas' por los cubanos vulnerables, que la población 'no conoce'

La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, aseguró que en el país "se hacen muchas cosas" por los cubanos en situación de vulnerabilidad, pero que la población no las conoce.

Feitó Cabrera afirmó, que "uno de los principales logros de la Revolución Cubana ha sido el sostenido enfoque universalista de su política social, lo cual ha permitido las garantías en educación, salud, asistencia social, seguridad social y otros", al final de una reunión en la que se evaluó la implementación de los programas destinados a los cubanos vulnerables.

No obstante, de acuerdo a la estatal Agencia Cubana de Noticas (ACN), en el encuentro, presidido por Miguel Díaz-Canel, se enfatizó en "lo que falta por hacer" en esos programas.

La ministra habló de dos programas fundamentales " dirigidos, en primer lugar, a niños, niñas, jóvenes, adolescentes en situación de riesgo, que en su núcleo familiar tienen alguna situación que los hace merecedores de una atención más particular", según la cita el medio estatal.

El otro, según explicó, "está asociado con el trabajo de transformación en las comunidades, labor que se realiza de manera multidisciplinaria con la intervención de los ministerios de Salud Pública, de Educación, de Educación Superior y de Cultura, así como el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación".

"Aspiramos a que los jóvenes y todas las personas que estén aptas física y mentalmente trabajen, para que a través de ese empleo puedan solventar sus necesidades; y también a que ningún joven en edad de estudiar abandone el estudio", declaró.

Sin embargo, los salarios que paga el Estado están muy lejos de solventar las necesidades de los cubanos, en un país golpeado por una de las inflaciones más altas del mundo.

El sueldo mínimo de 2.100 pesos equivale a 17 dólares, según la tasa de cambio oficial (1 dólar/120 pesos) y a unos 10 dólares en el mercado informal.

Feitó Cabrera aseguró que el Gobierno ha creado un grupo de prestaciones, de servicios, "encaminados a ayudar a las familias que se encuentran en alguna situación de vulnerabilidad a que la superen, y ello incluye facilitarles el acceso al trabajo, y también la ayuda para incorporar a un niño al círculo infantil, o ayudar a alguno de sus miembros a superar el alcoholismo".

Una de las declaraciones más sorprendentes de la ministra estuvo relacionada con el monto aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular para la asistencia social, que choca con la cantidad invertida por el régimen en ese sector durante el primer semestre del año.

"Son 6.000 millones de pesos los que este año aprobó la Asamblea Nacional del Poder Popular con destino a la asistencia social, dentro de lo cual se incluyen el pago de las prestaciones a aquellas familias que tienen ingresos económicos insuficientes, así como la entrega de recursos a familias que están en situación de vulnerabilidad", sostuvo Feitó Cabrera.

Sin embargo, las cifras publicadas por la estatal Oficina de Estadísticas e Información (ONEI) muestran que en la primera mitad del año en curso, el régimen cubano destinó apenas 583,3 millones de pesos a la salud pública y la asistencia social.
 
Ello, en contraste con los 10.406 millones de pesos acaparados por los servicios empresariales e inmobiliarios del total de 41.616.003 millones invertidos hasta el momento.

Si lo que afirmó la ministra es cierto, el régimen de Cuba no ha ejecutado aún ni el 10% de la inversión aprobada para la asistencia social, cuando ha transcurrido la mitad del año.

Respecto a "las personas de conducta deambulante", la ministra destacó que en el país hay nueve centros destinados a atenderlas. Eso significa que no existe ni siquiera uno para cada una de las 15 provincias que tiene Cuba.

"En los centros creados para ayudar a estas personas, señaló, laboran equipos multidisciplinarios encargados de atender y conocer cuáles son sus problemas y en la medida de las posibilidades ayudar a resolverlos", dijo, aunque señaló "la necesidad de exigir amparados en el Código de las Familias" que los familiares de esas personas les presten ayuda.

"Se hacen muchas cosas en el país en ese sentido que nuestra población no conoce, y desde nuestro ministerio vamos a comenzar a actualizar mejor a la población de todos los servicios que existen y a dónde acudir para recibirlos, siempre con la clara convicción de que en Cuba nadie queda desamparado ni abandonado a su suerte", afirmó, reiterando el mantra al que suele echar mano el régimen.

Mientras, muchas familias y cubanos vulnerables han encontrado soluciones gracias a compatriotas solidarios y a campañas organizadas por la sociedad civil.

Esta misma semana transcendió que decenas de cubanos se unieron en una causa solidaria para proporcionar una vivienda a una familia con tres niños que dormía en parques de Holguín.

La familia se habría visto sin un techo después de que autoridades de Planificación Física en el territorio holguinero ordenaran la demolición de la vivienda donde residía, según la versión que publicó en las redes sociales el rapero Eliécer Márquez (El Funky). Él y el músico Yotuel Romero estuvieron entre los artistas que apoyaron la campaña.

A finales de agosto, activistas en la Isla y cubanos solidarios reunieron dinero para comprar una vivienda en Bayamo para el niño Cristofer Antonio Olivera Santos, con delicado estado de salud, y para la abuela a cargo del pequeño.

En junio trascendió la labor de la joven madre cubana Arisuleidy Zaldívar Silva, quien da de comer a ancianos sin hogar y otras personas necesitadas en Holguín con sus propios recursos.

Por su parte, el comediante Limay Blanco lidera una iniciativa solidaria que ha proporcionado casas a varias familias.

Fuera de Cuba, desde España o Estados Unidos, también están vigentes iniciativas para hacer llegar a la Isla medicamentos e insumos médicos recolectados en esos países y entregados de manera independiente a los necesitados.