Un médico cubano echa en cara al Ministerio de Salud Pública el abandono que sufre en medio de un grave padecimiento; una adolescente pone sus esperanzas de sobrevivir en una visa humanitaria; una madre ingresada denuncia la falta de recursos materiales y humanos que alivien su dolor; un artista pide responsabilidades por la desaparición de un fármaco para casos de psiquiatría... Los pedidos de auxilio de cubanos en las redes sociales se han vuelto dolorosamente frecuentes y chocan con esa imagen de potencia médica que difunde el régimen.
El médico cubano Camilo Manuel Oliva Fajardo se quejó el pasado 26 de julio de los problemas que le impiden realizar con regularidad el tratamiento de hemodiálisis que requiere para sobrevivir a su insuficiencia renal.
Olivera pidió ayuda a través de Facebook para continuar con el tratamiento que recibe desde hace cinco años, cuando perdió un riñón por causas que atribuyó al cumplimiento de una misión del régimen cubano en el extranjero.
"Ayúdenme a compartir para que llegue a donde tiene que llegar. Necesito ayuda con insumos médicos para las hemodiálisis, ya que me veo afectado todas las semanas por la falta de las mismas y sin solución", escribió.
El médico acusó a las autoridades de "dejarlo de lado" y de acortar "cada vez más" su "calidad y tiempo de vida".
Con una enfermedad similar, la adolescente cubana de 17 años Yednay Pupo García se atiende en la sala de nefrología del hospital pediátrico de Centro Habana y lleva diez meses recibiendo tres sesiones de hemodiálisis por semana.
El pasado 27 de julio Pupo García pidió una visa humanitaria para poder someterse a un trasplante. En la publicación en Facebook explicó su situación de salud y también los problemas económicos que enfrenta su familia.
"Me implantaron la fístula el 16 de diciembre del 2022. Después de seis catéteres en varios lugares del cuerpo, inicié pesando 45 kilos y en estos momentos peso 34 kilos", dijo en el post, publicado por su hermana Yadnay Pupo García.
"Mi casa (en San Miguel del Padrón) está en unas condiciones desfavorables. Tenía planes de un trasplante, pero debido a la situación del país no se puede realizar la operación. Yo no quiero morir con 23 ni 24 años, quiero volver a tomar agua cuando tenga sed, algo tan sencillo como eso. Por favor, necesito ayuda ya, he escrito a varios canales internacionales pero, al parecer, como mi tema no es político, a nadie le importa", lamentó.
Por su parte, Iyaomi Perdomo, madre de tres hijos, pidió ayuda a través de una directa realizada en el Hospital Calixto García, de La Habana, para ser operada de inmediato. Denunció mala atención del personal médico y demora en la cirugía para eliminar una simple litiasis (cálculo) en la vesícula que padece hace años y la mantiene en dolores continuos.
"Me van a matar. No me atienden, no dan solución a mi problema. Tienen que operarme y no me acaban de operar. Llevo más de una semana esperando una operación y no acaban de resolverlo. Yo tengo tres hijos y no puedo dejarlos solos", dijo.
Perdomo pidió que compartieran el video para que su caso llegue "a manos de algún dirigente", que se sepa la mala atención del personal de la sala donde se encuentra y se solucione su problema. "No puedo más de los dolores y las crisis que estoy pasando", dijo.
El grafitero Yulier Rodríguez, conocido como Yulier P, escribió en Facebook desde La Habana recientemente: "Este medicamento que ven aquí (refiriéndose a la Olanzapina) es uno de los más importantes para muchos pacientes psiquiátricos". En el mismo escrito lamentó que el medicamento esté en falta.
En conversación con Martí Noticias, Yulier P dijo que un familiar cercano necesita el fármaco y que hace seis meses no lo encuentra.
"No hay justificación, porque esa es la vida de muchas personas. Que tú vengas a decirme que no tienes materias primas, pero sí tienes presupuesto para importar carros modernos y alquilárselos a los extranjeros aquí en Cuba. Entonces vamos a no ofender más a la gente inteligente en Cuba", señaló.
También los enfermos de VIH-SIDA enfrentan un caos con la falta de medicamentos, según dijo desde la capital cubana el activista Michael Herrera, quien padece la enfermedad. Según Herrera, es grave el problema, ya que los doctores cambian constantemente los productos.
Héctor Luis Pupo, quien reside en Antilla, Holguín, denunció en Facebook que necesita Tramadol. Este holguinero, de un poco más de 30 años, dijo a Martí Noticias que el Tramadol, medicamento que le recetan para aliviarlo de los fuertes dolores que padece por artritis reumatoide, solo puede tenerlo gracias a donaciones desde el extranjero.
"Aquí yo no resuelvo nada; aquí yo resuelvo en la calle", dijo.
Pupo necesita también el Captopril para la hipertensión, medicamento que se tiene que administrar por su cuenta para que le dure un poco más. "Yo tampoco lo tomo constante porque, como no hay, si me lo tomo como el médico me lo prescribió, no me alcanza", dijo.
También en redes sociales se conoció recientemente la situación del niño Alain Ramírez, de dos años, diagnosticado con Atrofia Muscular Espinal tipo 1, permanentemente acoplado a un equipo de ventilación artificial desde los tres meses de vida en el Hospital Pediátrico de Camagüey.
La madre de Ramírez, Yariannys Massaguer Robaina, escribió en Facebook que en Cuba no existen recursos, ni cura o alternativa para la enfermedad que presenta el pequeño, por lo que pide una visa humanitaria, para que sea sometido a tratamientos de avanzada en el exterior, que prolonguen su vida.
"Existen varios tratamientos que, lamentablemente, aquí a Cuba no han llegado, no se hacen. En mi país, la enfermedad (Atrofia Muscular Espinal) no tiene cura. Esos tratamientos le brindan una mejor calidad de vida (al enfermo)", dijo Massaguer Robaina a Martí Noticias.
Renuncia a la profesión de médico
"Se me hace un nudo en la garganta ver cómo nuestros héroes de batas blancas abandonan lo que aman hacer, salvar vidas, porque su salario no les da ni para comprar un par de zapatos", dijo una cubana bajo condición de anonimato al periodista independiente Alberto Arego, al referirse al caso de su hermana.
La doctora renunció a su carrera y su puesto y le explicó a su hermana que pidió la baja para "buscar algo" que la ayude a mantener a sus hijos.
"He sido testigo de su amor por su profesión, de tantas noches de desvelos, de tantos días con unas ojeras que llegaban al ombligo por estar estudiando para ser alguien, para tener un título. En fin, para ejercer lo que ama. He sido testigo de muchos sacrificios y muchas pérdidas a lo largo de su carrera. Y me duele ver como tantos médicos están hoy en sus casas pintando uñas, vendiendo lo que sea, trabajando en una cafetería porque el salario no alcanza", lamentó la mujer en su denuncia.
"Y que alguien me diga si esa no es la profesión más sublime de todas, la de salvar vidas, quisiera que reflexionemos y, por favor, se haga algo respecto a este tema. Aumenten el salario a nuestros médicos, háganle la vida un poco más fácil a quienes dejan hijos y familiares enfermos para ir a un hospital y salvar y sanar a los nuestros", pidió.
"Necesito que esto lo vean hasta en Rusia si es necesario. Que llegue donde tenga que llegar y pase lo que tenga que pasar. Es hora de cambiar lo que debe ser cambiado. Nos quedamos sin médicos, por eso se van y los que quedan lo hacen sin deseos de nada", concluyó.
El doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente del grupo empresarial BioCubaFarma, dijo en la Asamblea Nacional del Poder Popular que actualmente 251 medicamentos de los que produce el monopolio estatal biotecnológico y farmacéutico se encuentran en falta, una situación crítica que afecta tanto los productos fabricados nacionalmente como los importados.
El proyecto Cubadata, a través de una Encuesta de Salud Integral, arrojó luz y cuantificó un drama de gran resonancia en las redes sociales y que las autoridades cubanas, para descargarse de responsabilidad, atribuyen invariablemente al embargo de EEUU.
Los datos que reveló el sondeo son tan abrumadores que apuntan a una crisis humanitaria.
Cubadata demostró que existe una clara tendencia hacia una mayor dificultad en el acceso a medicinas en Cuba. Más de la mitad de los cubanos encuestados (55,8%) calificó como "imposible" el acceso a medicamentos. Si se suman a ellos los que afirmaron tener "mucha dificultad", el 80,3% de la población consultada enfrenta serios problemas para obtener los fármacos que necesita.
En cuanto a la posibilidad de conseguir atención médica, aunque el porcentaje de personas que encuentran "imposible" obtenerla es menor (23,2%), sigue siendo preocupante. Si se suman los encuestados que dijeron tener "mucha dificultad", se concluye que el 57,6% enfrenta serios obstáculos para obtener atención médica.
Los ciudadanos podemos gestionar insumos medicos con fecha de "vencimiento?" en la misma semana o mes.
Gestionar descuentos a traves de un triangulo; los trabajadores de la compania que vende los productos pagan por los insumos medicos, y Cuba ofrece un descuento en coordinacion con las companias de barcos cruzeros en las vaciones de los trabajadores.