Un congresista demócrata califica de 'vergüenza' la política de EEUU hacia Cuba y pide 'normalización'

El miembro de la Cámara de Representantes Jim McGovern calificó de "vergüenza" la política de EEUU hacia Cuba y consideró que la Administración de Joe Biden debe sacar al régimen de la lista de estados patrocinadores del terrorismo, en una entrevista con la página web Belly of the Beast Cuba.

El también representante demócrata del segundo distrito congresional de Massachusetts desde 1997 dijo estar "muy decepcionado" con la política de EEUU hacia la Isla bajo la Administración Biden.

"Durante mucho tiempo he considerado que debemos normalizar las relaciones con Cuba. Debemos levantar el embargo, tratarnos como vecinos y entendernos", dijo a Belly of The Beast Cuba, cuyos productores ejecutivos son el director de cine Oliver Stone y el actor Danny Glover, ambos reconocidos admiradores del fallecido dictador Fidel Castro y del régimen.

McGovern afirmó haber empujado al presidente Barack Obama a asumir una política de apertura y lamentó que Donald Trump revirtiera las medidas de la era de su predecesor, y que en las últimas semanas de su mandato devolviera al régimen cubano a la lista de estados patrocinadores del terrorismo, "sin ninguna justificación".

Para el representante de Massachusetts, esa designación está basada en la política y no en ningún mérito del régimen cubano para estar incluido en la lista, pese a que varios jefes del denominado Ejército de Liberación Nacional de Colombia residían en La Habana mientras el grupo armado se adjudicaba varios actos terroristas en su país, que provocaron víctimas mortales. El régimen cubano se negó a extraditarlos.

"Yo había tenido la esperanza de que el presidente Biden, una vez fuera juramentado, revertiría eso y nos pondría en el camino en el que estábamos cuando él era vicepresidente y Barack Obama era presidente. Eso no ha ocurrido", dijo McGovern, quien opinó que la política de Biden hacia el régimen de la Isla está más cerca de la de Trump que de la de Obama.

El político afirmó haber hablado con Biden, su secretario de Estado y otros miembros del Gobierno de EEUU al respecto y dijo que el actual inquilino de la Casa Blanca puede, además de retirar al régimen cubano de la mencionada lista, sortear algunos aspectos de la Ley Helms Burton "para que podamos trabajar juntos de una manera más constructiva".

McGovern reconoció que hay "muchos desacuerdos con el Gobierno cubano" y que algunos de esos desacuerdos son "fuertes", y aseguró haberle hecho saber al régimen de la Isla qué consideraba que estaba haciendo mal.

En otro momento de la entrevista, el también copresidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de EEUU, dijo que discrepaba de una buena parte del "enfoque del Gobierno cubano sobre derechos humanos", aunque no especificó en qué discrepaba ni la periodista de Belly of The Beast Cuba le preguntó al respecto.

"Pero estoy en desacuerdo con el enfoque de muchos países sobre derechos humanos. Incluso estoy en desacuerdo con el enfoque de mi propio país en derechos humanos, cuando creo que estamos equivocados", matizó no obstante McGovern.

"Tratamos con China, tratamos con Arabia Saudí (…). Tratamos con países comunistas, con países que tienen expedientes de derechos humanos, con los que no estamos de acuerdo. Pero tratamos con ellos. Esa relación nos da una voz más alta para influir en los asuntos que nos importan", dijo el representante y se preguntó por qué el régimen cubano escucharía a quien lo aísla.

Sin embargo, la situación de derechos humanos en Cuba durante la Administración Obama —con detenciones a las Damas de Blanco y otros activistas en el mismo día del arribo del entonces presidente de EEUU a Cuba—  demostró que el régimen tampoco escucha a quienes incluso le ofrecen ayuda económica, como la Unión Europea (UE).

El Acuerdo de Cooperación Económica y Diálogo Político con la UE no se ha traducido en más respeto a los derechos humanos en la Isla, donde más de 1.000 personas están encarceladas por motivos políticos.

McGovern opinó que la política de EEUU está "estrangulando al pueblo de Cuba, no está dañando al Gobierno" y recalcó que la política mantenida por los gobiernos de EEUU por décadas, "de embargos y aislamiento económico", no ayudó al pueblo cubano ni cambió al Gobierno de la Isla, ni "ha traído nada positivo para nadie".

El político consideró que un cambio de enfoque beneficiaría tanto a los cubanos como a los ciudadanos estadounidenses. Por ejemplo, a los agricultores interesados en comerciar con el Gobierno de Cuba y a investigadores del campo de la biotecnología que desean intercambiar con homólogos cubanos.

"Nuestra política ahora mismo es una vergüenza. Simplemente no funciona en ningún sentido. Cualquiera que fuera la motivación para instituir estas políticas, fracasaron", declaró McGovern, quien consideró a EEUU aislado del resto del mundo al adherirse a políticas de la Guerra Fría.

Según el representante demócrata, esas políticas no solo han provocado escasez en Cuba, sino que han reducido la credibilidad de EEUU.

El político estadounidense reiteró que la política correcta es normalizar las relaciones, levantar el embargo y retirar a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo, lo que, en su opinión, "no significa que no podamos criticarnos, que no podamos poner objeciones si discrepamos".

De acuerdo a McGovern, en Cuba hay hoy "más espacio político" del que había en 1979, cuando él la visitó por primera vez, y más empresas mixtas. Pero a la vez, el político afirmó que estuvo en la Isla en diciembre del año pasado y "las cosas parecían más difíciles para los cubanos de a pie" que en cualquier otro de sus viajes, incluso que durante el Periodo Especial. Se refirió a la escasez y a las dificultades de las personas "para llevar comida a la mesa". Como hace La Habana, de eso culpó a Washington, sin mencionar las erróneas decisiones económicas ni las trabas que pone el régimen a que los cubanos prosperen.

Las sanciones del Gobierno de EEUU por cuyo alivio y eventual levantamiento McGovern aseguró estar trabajando con otros políticos "tras bambalinas" no impidieron que el régimen continuara levantando hoteles, incluso durante la pandemia de Covid-19, mientras los cubanos carecían de medicinas y pasaban trabajo "para llevar comida a la mesa".