Una banda atrapada y dólares devueltos: el régimen lava la imagen de su Policía en medio de críticas

Una banda de ladrones fue detenida en el municipio habanero Diez de Octubre después de haber realizado nueve robos, informó en Facebook "La Página de Mauro Torres 2.0", un perfil vinculado a la Seguridad del Estado que suele ensalzar las acciones de las fuerzas del orden del régimen.

"Una cadena delictiva compuesta por cuatro presuntos autores que cometieron siete robos con fuerza, un robo con violencia y un hurto fue desarticulada recientemente en el municipio Diez de Octubre a principios de este mes, según información corroborada por una de las víctimas llamada Javier Roque, a quien le entregaron el auto y otros equipos robados", señaló el lunes el citado perfil.

Según la publicación de Mauro Torres, Julio Verdecia Ezquibel, una fuente cercana a la estación de Policía de la calle Aguilera, dijo que los presuntos autores estudiaban la zona y luego daban "el golpe", actuando fundamentalmente en las viviendas durante el horario de la madrugada. "Se lo llevaban todo. Dejaban a la gente pelada", declaró Verdecia Ezquibel.

En los registros de las viviendas de los detenidos se encontraron objetos que servían para introducirse en las casas y romper candados, puertas y ventanas. El post de Mauro Torres concluye reconociendo el aumento de la delincuencia en Cuba: "Es común ver en los últimos días una mayor cantidad de denuncias por hechos delictivos".

Esa ola de delincuencia que alarma a la ciudadanía y la incapacidad del régimen para controlarla ha desatado fuertes críticas contra las fuerzas del orden del régimen, más preocupadas por impedir las actividades de opositores, activistas y periodistas independientes.

Otra publicación realizada el lunes en "La Página de Mauro Torres 2.0" indicó que un oficial de la Policía encontró en el Aeropuerto Internacional José Martí "un maletín con 1.350 dólares, dos teléfonos celulares, prendas de vestir y objetos personales, y otro bolso con 1.780 dólares, cuatro pasaportes y una línea de teléfono cubana". 

Quien encontró y devolvió los mencionados objetos es el mismo oficial que una semana antes había devuelto 8.000 dólares que yacían dentro de otro maletín. Esta historia la hizo llegar a Mauro Torres —según su versión— un señor identificado como Luis Figueredo. "Ambos equipajes se los encontró con diferencia de un aproximado de 30 minutos y todo ocurrió delante de mis ojos, porque desde el primer momento me acerqué a ver qué pasaba. Yo estaba en el parqueo de la Terminal 2 a la espera de un familiar que venía de EEUU", detalló el testigo.

"Tanto fue mi asombro que me hice amigo de ese oficial. Su nombre es Rodilexis, y es suboficial de la estación de la Policía del Aeropuerto, en Boyeros. Intercambiamos teléfonos porque quise reconocer su actitud, y me llamó más tarde para decirme que las víctimas ya se habían llevado sus pertenencias", concluyó Figueredo.

Como ya es costumbre, la emisora Radio Rebelde difundió esta información a través de su canal de Telegram para hacer propaganda a favor del régimen. Este medio oficial ha entrevistado con frecuencia a otro personaje de la Seguridad del Estado conocido como Guerrero Cubano.

Ambas publicaciones de Mauro Torres iban acompañadas de las etiquetas "#CubaSegura", "#HeroesDeAzul" y "#CreoEnTi". Aunque los reportes delictivos superan ampliamente la capacidad de resolución de las autoridades, el régimen intenta mostrar a la Isla como un sitio seguro, sobre todo para el turismo.

El lunes trascendieron varios hechos donde los cubanos debieron tomar la justicia por su manos ante la inacción de la Policía. Los incidentes ocurrieron el fin de semana en Guantánamo y La Habana, mientras en Sagua de Tánamo, Holguín, testigos de una actuación policial denunciaron la violencia ejercida contra un joven de 15 años.

Por lo general la prensa oficial suele mostrar las "hazañas" de la Policía. En los primeros días de mayo fue noticia en los medios oficialistas que otro policía cubano dijo haber rechazado un soborno de 200.000 pesos. Tribuna de La Habana describió al oficial como un "joven modesto (...) que asume su profesión como un sentido de la vida".