Los apuros de la libreta de racionamiento en Cuba: 'Ni 15 días para darle de baja a mi hijo'

"No esperaron ni 15 días para dar de baja a mi hijo de la libreta." "Con mi sobrina pasó lo mismo, mi hermana se quedó sin los mandados del mes y la jugada se le puso aún más apretada." Los testimonios de Maura y Miguel, familiares de jóvenes residentes en La Habana que han emigrado recientemente, son solo algunos de los llamados a dar bajas exprés del Registro de Consumidores (OFICODA), cuyas oficinas son las encargadas del control de la libreta de racionamiento en Cuba.

Para nadie es un secreto que los alimentos incluidos en la distribución regulada no alcanzan ni para diez días del mes, pero verse privados de este documento añade más desasosiego a la mesa y bolsillos de los cubanos. En el mercado negro, y también en el regular, los precios son prohibitivos en medio de aguda escasez. Tras las protestas del 11J, en un intento por aplacar el malestar, el Gobierno entregó ''libretas excepcionales" a más de 60.000 familias que carecían de estas.

Con la más reciente Ley Migratoria, las autoridades esperaban un año, 11 meses y 29 días para informar a la OFICODA y que procediera con la baja, pero esto comenzó a cambiar a partir de la publicación de la Resolución 47/2021 del Ministerio de Comercio Interior, que estableció "la baja de oficio de la libreta de abastecimiento a los residentes en Cuba que fallezcan, salgan del país por más de tres meses o ingresen a un centro penitenciario u hogar de ancianos".

En este sentido, las autoridades se han quejado de "fraudes e ilegalidades". También de que una misma persona estuviera en dos libretas. Ahora, no importa que se trate de alguien que viaja sin intención de emigrar o un profesional cuyos servicios el Gobierno exporta, la orden es dar de baja de la libreta.

En principio, son beneficiarios de la libreta de abastecimiento los ciudadanos cubanos y extranjeros residentes permanentes en la Isla. 

Según cifras oficiales, las OFICODA tramitan anualmente alrededor de tres millones de trámites. A finales de diciembre de 2020 y principios de 2021, cuando rumores de multas de hasta 5.000 pesos preocuparon a los cubanos, las oficinas estatales dieron de baja a más de 220.000 consumidores que se encontraban fuera del país por un periodo superior a los 90 días. Así lo informó Francisco Silva Herrera, director general de Ventas de Mercancías del MINCIN.

Aun cuando el mayor porciento de esas bajas tuvo lugar luego de citaciones emitida por las OFICODA, el funcionario celebró que "más de 18.500 personas acudieron, cumpliendo su deber como ciudadanos, a dar baja a algún miembro de su núcleo sin haber recibido notificación previa". El mismo Silva negó la existencia de una normativa que establezca sanciones económicas a los jefes de núcleos que se salten lo establecido.

Las obligaciones de los consumidores estaban ya establecidas en la Resolución 78/91 del MINCIN, anterior a la suscrita por la ministra Betsy Díaz Velázquez. En la vigente Resolución 47/2021, el Artículo 15 de establece que las bajas de la libreta de control de venta de productos alimenticios, de los integrantes del núcleo, se realizan según los términos y condiciones siguientes:

"En el caso de las personas fallecidas, la baja se tramita en los 15 días hábiles posteriores al fallecimiento; si la persona es recluida en centros penitenciarios, la baja se tramita en los diez días hábiles posteriores a los tres meses de la reclusión; cuando la persona se ubica en un hogar de ancianos de forma permanente, la baja se tramita antes de ingresar al hogar; cuando las personas salen al exterior del territorio nacional con carácter temporal, superior a tres meses, por motivos de trabajo, estudio, cooperación o asuntos particulares".

Por último, "cuando se realiza la extracción o abandono de la vivienda a causa del cumplimiento de una resolución o sentencia firme dictada por las autoridades competentes, la baja se tramita a partir de los diez días hábiles posteriores a la extracción".

Sin embargo, la resolución no se ha cumplido cabalmente de parte de las autoridades que la establecieron. 

"Yo viajé el día 25 de enero de 2023 para estar con mis padres en Madrid, por espacio de 20 días y así constaba en la visa que me fue otorgada, pero el 3 de febrero la mensajera le informó a mi hermano que me habían dado de baja, que a la bodega había llegado la información de que no se podía despachar nada más de lo que me estaba asignado", declaró a DIARIO DE CUBA una persona que se identificó como MJD.

"Él fue a la OFICODA y allí le explicaron que nada más uno sale por el aeropuerto se envía una notificación a la OFICODA para que le den de baja, pero eso no es así ni en todos los municipios, ni en todas las provincias", añadió.

"No han pasado ni diez días de los tres meses que dice la resolución, ni la cuota de febrero me llegó. Además, sin que tenga intención de estar por más de tres meses en ninguna parte. Cuando regrese a Cuba, otro trámite más para darme de alta y todo porque no se cumple lo que dicen las leyes", lamentó.

Otra persona, sin embargo, dijo que la situación en su casa es diferente: "Yo vivo en Rusia hace más de un año, soy de Villa Clara y todavía mi mamá recibe mi cuota".

"En Ciego de Ávila no se enteran, mis padres llevan ya seis meses en EEUU y todavía reciben la cuota, hasta que algún vecino le moleste", dijo otra persona identificada por las iniciales AOO.

La libreta cumplió en marzo de 2022 los 60 años de existencia, después que el régimen de Fidel Castro la creara en virtud de la Ley 1015 de 1962.

En esa ocasión, Sergio Ángel, director del programa Food Monitor, que documenta y denuncia la inseguridad alimentaria en Cuba, manifestó a DIARIO DE CUBA lo difícil de hablar de celebración "cuando en realidad lo que se conmemora no es el abastecimiento de la población, sino su control".

En palabras del experto, "lo que comenzó como una medida para 'mejorar la distribución de los abastecimientos', terminó convertido en una política de Estado que, por medio de la alimentación, controla a la población en lo más íntimo".

A pesar de que a través del racionamiento el Gobierno entrega hoy a los cubanos menos de la mitad de los productos que vendía en sus orígenes, y la mayoría de estos dejaron de estar subsidiados a raíz del paquetazo económico de la Tarea Ordenamiento, el control es cada vez más evidente.

El proceso de digitalización de las OFICODA comenzó el año pasado. Las autoridades prometieron con esto "control más efectivo de las personas inscritas en la libreta de racionamiento".

El software Oregi —desarrollado en alianza con la empresa Xetid— "digitaliza los movimientos de núcleos y consumidores, un proceso que eliminará los malos manejos", según declaraciones de Zahidy Álvarez Amador.
 
La implementación de Oregi incluye el 80% de los 3.944.084 núcleos familiares que poseen una libreta de racionamiento en todo el país. A pesar de ese dato, las provincias que presentan mayores avances en la digitalización de ese registro son unas pocas: La Habana, Pinar del Río, Artemisa, Camagüey, Guantánamo y el municipio especial Isla de la Juventud.

El proceso de digitalización ha significado otro dolor de cabeza para el caso de los residentes de La Habana. Más de 5.000 núcleos habaneros dejaron de recibir los cinco productos correspondientes al segundo ciclo del mes de febrero. Los cubanos afectados no aparecían en los listados digitalizados, requisito indispensable para adquirir los productos de la libreta.