La lenta extinción de la "Libreta de Abastecimiento" ha sido una amenaza para los cubanos en los últimos años. Pero antes de que la cartilla desaparezca definitivamente, el Gobierno ha ido sacando de ella productos subsidiados. Ahora está en campaña para sacar también a los cubanos que permanezcan más de tres meses fuera del país o estén presos.
Aunque la Resolución 78/91 del Ministerio de Comercio Interior, que regula esta medida, no es nueva, sí lo es su aplicación a rajatabla. También resulta llamativo que las autoridades hayan escogido el contexto de la crisis provocada por el coronavirus y el desabastecimiento, como el momento para comenzar a implementar esta normativa.
Al dorso de la libreta aparecen las razones por las que un miembro del núcleo causa baja del sistema de racionamiento, pero los cubanos que quedaban en Cuba trataban de exprimir esa cuota extra que dejaba el que salía del país al menos por un tiempo.
¿Qué representaban ese otro poquito de arroz y frijoles, esa libra extra de pollo por pescado y otros diez o 15 huevos que dejaba un integrante del núcleo a los tres o cuatro restantes? Apenas un pequeño incremento calórico y proteico en la deficiente dieta de los cubanos. Un ligero alivio en la miseria, con el que ya no contarán.
Pero no solo los cubanos que tienen la oportunidad de pasar una temporada fuera de Cuba causan baja de la cartilla de racionamiento. Las personas condenadas a privación de libertad con medida de internamiento por más de tres meses, también.
¿De dónde sacará la comida para llevarle al recluso su familia cuando lo visite? ¿Se supone que la poca y mala comida de la prisión compensa por los alimentos que recibía el preso por la libreta? ¿Qué cantidad de arroz y de frijoles come en la prisión? ¿Con qué frecuencia? ¿Cuántas veces y cuánto pollo, huevos y jamonada?
Ahora, además del dinero que deben invertir en el viaje a la cárcel, que siempre está lejos de la ciudad, y en algunos casos fuera de la provincia, las familias deberán invertir más dinero aún en comprar comida para llevar a los presos.
Según la resolución, también quienes son designados para desempeñar un cargo o misión en el extranjero por más de tres meses, deben ser dados de baja de la libreta. Es decir, tampoco habrá comida extra para los familiares de los colaboradores que aportan divisas al país.
Los "colaboradores" en el extranjero, que el Gobierno ha reconocido son la principal fuente de entrada de divisas al país, principalmente los médicos, ya no podrán contar con que sus cónyuges, padres mayores e hijos tengan un poquito más de comida mientras ellos están construyendo obras de ingeniería o salvando vidas en el exterior, y enviando dólares a las arcas del Estado. Dólares de los que el personal médico recibe solo entre un 10 y un 25%.
Pero no todos los problemas que genera la aplicación de esta resolución tienen que ver con la forma en que las autoridades racionan la miseria en Cuba. También se crean situaciones como la que preocupa a Ilen Góngora Arévalo, integrante de la Brigada Henry Reeve en Qatar.
La profesional de la salud pregunta en un mensaje dirigido a la cuenta de Facebook del MINSAP por qué la sacaron de la libreta. "Soy madre de tres hijos menores de cinco años y los dejaron solos en la libreta como si pudieran ser jefes de núcleo", escribe.
Esta ciudadana, que parece ver la medida como un castigo destinado solo a quienes abandonan el país por razones particulares, no sabía que también los colaboradores en el exterior deben ser dados de baja. Sin embargo, sus hijos quedaron solos en la libreta, por lo que ella debe ser la jefa de núcleo. ¿Quién le dio ya de baja entonces?
Aunque estén solos en la libreta de abastecimiento, la persona que se encuentre a cargo de los hijos durante la ausencia de la madre, deberá comprar en la bodega los víveres —menguados tras la aplicación de la resolución— que comerán sus niños durante el mes.
Ella podrá darse de alta cuando regrese de la "misión", incluso si es solo para pasar un mes de vacaciones con su familia. Solo necesita ir a la OFICODA (Oficina de Registro de Consumidores) con un sello —que antes era de cinco pesos, pero que debe haber subido de precio con la Tarea Ordenamiento—, la baja anterior y el carnet de identidad donde aparece la dirección… Y contar con que la burocracia camine rápido, algo inusual en Cuba. Si lo consigue, podrá disfrutar durante ese mes de la cuota de alimentos que le tocan y que quizás se le vayan en tres comidas.
¿Qué sucede si el colaborador tiene asignada una dieta médica y quiere recibirla durante ese mes? Debe hacerse los análisis correspondientes y llevarle los resultados al médico del consultorio, que le hace un modelo de dieta médica para presentar en la OFICODA.
Calculando que le tomará al menos diez días volver a la libreta, y que la dieta le dará para dos o tres comidas, quizás decida no invertir tiempo en gestiones durante su mes de descanso. Así, el Estado se ahorrará esa otra cuota mensual, lo que podría considerarse otro aporte del colaborador internacionalista.