Legisladores demócratas y republicanos presentaron un proyecto de ley para prohibir que los tribunales de Estados Unidos validen cualquier afirmación de derechos sobre negocios o activos que hayan sido confiscados por el régimen cubano, informa EFE.
La propuesta de ley bipartidista fue presentada este jueves por congresistas y senadores de manera simultánea en ambas cámaras. Está encabezada, entre otros legisladores, por dos cubanoamericanos: el demócrata Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y el republicano Marco Rubio, miembro de alto rango del Subcomité de Relaciones Exteriores del Senado para el Hemisferio Occidental.
Este proyecto de ley bicameral y bipartidista, denominado "No Stolen Trademarks Honored in America" (No validar ninguna marca robada en EEUU), protegería los intereses y derechos de los empresarios cuyos bienes fueron incautados ilegalmente por el Gobierno cubano, aseguran los legisladores en un comunicado.
Según Menéndez, la propuesta "codificaría como ley" la política estadounidense de larga data de apoyar "a los propietarios legítimos de propiedad robada", al garantizar que los tribunales estadounidenses y el poder ejecutivo solo reconozcan los derechos de aquellos cuyas marcas registradas fueron tomadas ilegalmente por el Gobierno cubano.
"Cualquier confiscación o incautación de activos por parte del régimen cubano es y será siempre un acto criminal que no debe ser recompensado por el Gobierno de los Estados Unidos", apuntó el senador, quien destacó el apoyo bipartidista para proteger a los estadounidenses a quienes el Gobierno cubano "les robó propiedades".
La Ley No Stolen Trademarks Honred in America prohibiría el uso de una marca comercial cuando quien la utilice sepa, en el momento de la adquisición, que el nombre de la marca comercial es igual o similar al de una confiscada por el Gobierno cubano.
Los legisladores recordaron en el comunicado que en 1994 una corporación estatal, Cuba Ron, registró en Estados Unidos la marca "Havana Club", que lleva el nombre de una propiedad que el régimen cubano incautó en 1959.
Casi al mismo tiempo, señalan los legisladores, la marca Bacardí, uno de los productores de licores más grandes del mundo, compró la marca comercial y la receta a los descendientes del fundador y propietario original de Havana Club.
Bajo esta legislación, apuntan, Cuba Ron y su socio, Pernod Ricard, no podrían ejercer derechos relacionados con Havana Club, dado que el Gobierno cubano se apoderó ilegalmente de la marca. Ello permitiría a Bacardí usar la marca que le pertenece.
Bacardí, creada en Cuba en 1862, y la estatal Cuba Ron han mantenido un litigio en los tribunales estadounidenses sobre el derecho al uso de la marca Havana Club desde hace dos décadas.
"Es la corrección de un error histórico y el reconocimiento claro del valor inherente de la propiedad intelectual y la propiedad inviolable de las ideas y creaciones propias", dijo Darrell Issa, uno de los congresistas republicanos impulsores de la norma.
A finales de diciembre de 2021, Bacardí, con sede en Bahamas, presentó una demanda contra la Oficina de Marcas y Patentes (PTO, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos por supuestamente revivir la marca Havana Club que usan las autoridades cubanas y que el gigante de las bebidas alcohólicas emplea en el ron que comercializa en ese país.
La denuncia precisó que Bacardí comenzó a vender ron Havana Club en Estados Unidos en 1995, después de comprar la marca. La empresa estatal cubana de exportación y la firma francesa de bebidas espirituosas Pernod Ricard venden ron con el mismo nombre en otros países, aunque tienen prohibido venderlo en Estados Unidos.
La estatal Cubaexport registró por primera vez la marca Havana Club en Estados Unidos en 1976. Según la denuncia, Cubaexport intentó renovar el registro en 2006, pero no pudo obtener una licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.