Con el pueblo pasando hambre, Marrero dice que Cuba avanza en la implementación del Plan de Soberanía Alimentaria

El primer ministro cubano Manuel Marrero aseguró que el país avanza en la implementación del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, mientras la escasez crónica de alimentos empuja a miles de ancianos a la mendicidad.

Durante su intervención en el foro virtual internacional "La asistencia del arroz híbrido y la seguridad alimentaria del mundo", recogida por el medio estatal Granma, Marrero citó una frase del fallecido Fidel Castro, quien expresó en 1996, que "el hambre, inseparable compañera de los pobres, es hija de la desigual distribución de las riquezas y de las injusticias de este mundo".

Mientras Marrero critica la desigualdad y las injusticias en el mundo, dentro de la Isla se profundiza la brecha entre el pequeño por ciento de cubanos que reciben remesas y los que no tienen ese privilegio, que permite comprar comida y otros productos de primera necesidad en las tiendas que venden en la Moneda Libremente Convertible (MLC) con la que no paga el Estado.

Apenas tres días antes de la intervención virtual de Marrero, en la que se refirió a la desigualdad en el mundo, el periódico estatal Sierra Maestra, órgano del Partido Comunista en Santiago de Cuba, dedicó una nota a promover a la plataforma online Katapulk, propiedad del empresario cubanoamericano Hugo Cancio, que ofrece a precios exorbitantes productos que no se encuentran en las tiendas en el país.

El Gobierno cubano profundiza la desigualdad con fábricas de perros calientes y plantas cárnicas que solo producen para el mercado en divisas y el turismo.

Como no podía faltar en su discurso, el primer ministro cubano culpó de la "situación económica compleja" que vive el país al embargo estadounidense, que según él persigue el objetivo "de provocar hambre y desesperación a nuestro pueblo". 

"No solo se vulnera nuestro derecho al desarrollo, sino también nuestro derecho a la vida", afirmó, olvidado al parecer del envío de ayuda humanitaria de emergencia al pueblo cubano para que se recupere de los estragos provocados por el huracán Ian, anunciado por la Casa Blanca a mediados de octubre último.

También olvidó que las donaciones humanitarias de EEUU a Cuba entre enero y agosto de 2022 superaron las de todo 2021, al contabilizar en esos ocho meses 12.140.977 dólares, frente a los 11.074.090 de los 12 meses del año anterior, de acuerdo al informe mensual sobre las exportaciones a la Isla que publicó el Consejo Económico y Comercial Cuba-EEUU en octubre último.

Pero, en medio de esas adversidades —que no detienen la construcción de hoteles en Cuba— el país "avanza en la implementación del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional", según Marrero.

El plan está enfocado "en disminuir la dependencia de las importaciones, potenciar la capacidad productiva, el uso de la ciencia, la tecnología y la innovación, y desarrollar sistemas alimentarios eficientes y sostenibles a nivel local", sostuvo el primer ministro cubano justo cuando las exportaciones de carne de pollo de Estados Unidos a Cuba registraron un valor mensual récord de todos los tiempos al alcanzar 31.087.000 dólares en septiembre pasado, lo que no se ha traducido en una mayor disponibilidad del producto para los cubanos.

Marrero también aprovechó su discurso para agradecer a China por "donaciones de maquinarias y materiales de producción agrícolas para la mejora del sistema productivo, así como el intercambio académico sobre temas como el cultivo del arroz híbrido en suelos salinos, de especial relevancia para enfrentar los efectos adversos del cambio climático".

El miembro del Gobierno cubano también reconoció "las contribuciones positivas de China en materia de seguridad alimentaria a escala global, atendiendo a que solo con el 9% de las tierras cultivables del planeta, alimenta cerca del 20% de la población mundial, así como el éxito alcanzado en la lucha por la erradicación de la pobreza extrema".

Aunque el presidente de China, Xi Jinping, declaró en febrero de 2021 el éxito completo de China en la lucha contra la pobreza, al celebrar los 100 años del gobernante Partido Comunista, hay expertos que cuestionan las cifras y también las mediciones.

Un artículo del medio británico BBC señaló que en China la pobreza extrema se define por unos ingresos anuales de menos de 620 dólares, es decir 1.69 dólares al día, en comparación con el umbral de 1.90 dólares que fija el Banco Mundial.

Los responsables de la Oficina de Reducción de la Pobreza de China aseguran que el umbral del país calculado en poder adquisitivo real supone unos 2.20 dólares por día. Aun así, está por debajo del que recomienda el Banco Mundial para países con altos ingresos como China.

Como parte del programa, el mandatario destacó que desde 2012 se rehabilitaron viviendas en las que residen más de 25 millones de personas y que más de 9,6 millones de chinos fueron reubicados desde las áreas más empobrecidas del país, en su mayoría situadas en regiones inhóspitas y montañosas.

Aunque el Gobierno aseguró que los realojamientos fueron "voluntarios" y "necesarios" para el acceso a agua, comida y techo, y para que los ciudadanos pudieran progresar, organizaciones de defensa de los derechos humanos consultadas por BBC criticaron la ausencia de transparencia de los programas.

También se preguntaron si el Gobierno había consultado a las personas realojadas o si las comunidades habían podido expresar libremente sus puntos de vista sin temor a represalias.