Los cubanos siguen saliendo en las noches de apagones a protestar para exigir el restablecimiento de la electricidad, pero cada vez son más frecuentes en estas manifestaciones espontáneas y pacíficas las duras críticas al régimen y los pedidos de cambio, como ocurrió este domingo en Santa Cruz del Sur, Camagüey, y en Bejucal, Mayabeque.
Videos compartidos por varios usuarios en redes sociales, entre ellos el artista cubano Saúl Manuel muestran cómo, además de la conga de "¡Pongan la corriente, pinga!", una multitud de camagüeyanos del costero pueblo de Santa Cruz del Sur también gritó "¡Díaz-Canel, singao!", "¡Abajo Canel!" y "¡Abajo los barrigas llenas de allá arriba", sumado al pedido de "¡Libertad!".
Como en las últimas manifestaciones de este tipo, incluida la del sábado en Jagüey Grande, Matanzas, y según mostraron las imágenes, se escucharon toques de calderos, cornetas, cláxones, personas andando tranquilamente y vociferando, y ciclistas, alguno de ellos con niños en las parrillas.
En otro de los materiales compartido por Saúl Manuel en su perfil de Facebook se escucha decir a una mujer: "Se tiraron en Santa Cruz del Sur. Miren esto. ¡Aquí todo el mundo salió para la calle, qué no se diga! ¡Está bueno ya, que los niños están sin comer! ¿Hasta las cuántas, Yeyo, compadre?".
El periodista Mario J Penton, quien publicó un video de esta manifestación, también informó de otra protesta en Bejucal. En este caso, solo se oyen los toques de cazuelas y gritos.
"En Bejucal también sonaron las cazuelas esta noche. Por más que el castrismo intenta acallar la protesta y mete miedo en los medios oficiales, la gente se rebela amparada en la oscuridad de la noche", escribió Pentón.
En los últimos días, el régimen cubano ha activado su maquinaria mediática para deslegitimar las protestas y criminalizar a sus participantes. Desde la prensa escrita hasta programas televisivos de gran teleaudiencia como el Noticiero se dedican por estos días a exponer supuestas confesiones grabadas por la Seguridad del Estado.
En la emisión del miércoles del Noticiero Estelar de la televisión estatal cubana, el vocero del régimen Humberto López señaló a los manifestantes cubanos de practicar la anarquía y la violencia y mostró el testimonio de la joven Mayelín Rodríguez Prado, detenida por grabar las protestas del 18 y 19 de agosto pasado en Nuevitas, Camagüey. Este tipo de declaraciones, generalmente autoinculpatorias, suele llegar a la prensa oficial a través de la Seguridad del Estado.
El presentador también recurrió al actual Código Penal para amenazar a quienes, como los cubanos de las protestas recientes, salgan a las calles para manifestar el descontento con las políticas gubernamentales y exigir responsabilidades a las autoridades.
López también intentó desvirtuar la violencia ejercida por tropas de choque contra manifestantes en La Habana.
Unas 60 protestas se han registrado en Cuba desde el pasado 29 de septiembre. Solo en La Habana se produjeron 48 de ellas, de acuerdo con el proyecto independiente de periodismo de datos Inventario.
Por su parte, la plataforma Justicia 11J ha denunciado 26 detenciones por estas manifestaciones. La plataforma sumó el martes de la semana pasada seis arrestos más ejecutados desde el domingo pasado. El viernes condenó que algunas de estas personas bajo arresto serán sometidas a procesos penales mediante procedimientos de "atestado directo", la versión expedita del juicio sumario.
Pese a la represión del régimen, analistas consultados por DIARIO DE CUBA han considerado que las protestas sociales continuarán produciéndose en medio de un alto nivel de quiebre entre el pueblo y el Gobierno en el plano de la legitimidad.
"Las protestas llegaron para quedarse, porque si después de un año particularmente represivo, la gente hace esto, y no solo por lo inmediato, no solo porque no tiene luz, creo que es importante entender que llegaron para quedarse. La gente ha aprendido a dejar de ser mera población y está empezando a ser ciudadanos", consideró el politólogo Armando Chaguaceda.
"¡Abajo los barrigas llenas de allá arriba!"...este es un muy buen slogan para enfocar la ira popular, muy parecido a uno de los que se usó en la Revolución Francesa...pero las frases exitosas de la mercadotecnia política deberían ser más cortas...tal vez sería mejor: ¡Abajo los barrigas llenas comunistas!"
Duele la inocencia política del pueblo.
Si no hay comida, corriente, transporte,..... y casi nada no es por bloqueo imperialista ni contexto internacional adverso ni la cabeza de un guanajo.
La razón básica es la lucha gubernamental contra la riqueza personal, la negativa a soltar las amarras de las maniatadas fuerzas productivas.
Basta un giro de timón económico de 180 grados hacia el liberalismo económico y todo cambia. Tiene lados feos y reacciones adversas claro, pero no hay otra salida.
El pueblo gritando "pongan la corriente p1ng@" o "Canel s1ng@0"...... duele.
La dictadura y sus socios extranjeros en la sombra se aprietan el cinturón, ponen la corriente..... el verdadero poder cambia a Canel por periquito Pérez y aplauden la decisión y el primero de Mayo llenan la plaza : "Pa lo que sea Periquito, pa lo que sea".
Cuba duele.
El primer paso para resolver un problema es reconocerlo.
Y el problema en Cuba es la falta de libertad y democracia.
El problema en Cuba es la dictadura.
De haber existido una sociedad civil en Cuba estas protestas hubieran estallado antes, dada la incompetencia de los gobernantes, la ruina infraestructural resultado de décadas de explotación e incluso de destrucción planificada, la pérdida de los crédito internacionales y una demencial política monetaria interna.
Permitir internet en los teléfonos (pese a las advertencias de los norcoreanos) unido a las catástrofes naturales, las pestes y otras calamidades, han creado una tormenta perfecta, ya que la vida en la Isla se ha convertido en un infierno cotidiano que incluso castiga a las familias de los colaboradores de base.
La primavera cubana está en plena marcha y la dictadura parece no comprenderlo, pués no emite la menor señal de reforma, siquiera liberando la producción y el capital privado. La historia nos enseña que en estos casos, los cambios pudieran ser fatales, pues tendrían una naturaleza política.