Bruno Rodríguez insistió en Nueva York en que el régimen de Cuba quiere mantener conversaciones con Estados Unidos "sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo" y subrayó que 2023 será un año en el que esto podría concretarse.
"Veo 2023 como un año de oportunidades", dijo en entrevista con la plataforma independiente BreakThrough News, que difunde información "sobre las comunidades pobres y de trabajadores", según su canal de YouTube.
Según el canciller cubano, su optimismo se basa en "el enorme consenso en el pueblo cubano y entre la mayoría de los ciudadanos de EEUU, y el mejor interés de la mayoría de los cubanos que viven en ese país, de que es conveniente para el interés nacional de EEUU y de los cubanos también" que ese diálogo se produzca.
Rodríguez aseguró que "Cuba es un factor de estabilidad en la región porque previene actos del crimen organizado, tráfico de drogas, terrorismo, crímenes contra EEUU y tráfico de personas".
"Habrá posibilidades este año de comenzar un diálogo positivo entre ambos gobiernos. Estaremos abiertos a ello en igualdad de condiciones y con respeto mutuo", subrayó, aunque reiteró la demanda de La Habana de que es necesario revertir las sanciones impuestas al régimen por la Administración Trump, una de las constantes del discurso oficial.
Según Rodríguez, las políticas de Trump siguen en pie y van "contra el interés de los cubanos".
El canciller hizo esas declaraciones mientras asiste a la Asamblea General de Naciones Unidas, por lo que afirmó que la política del embargo "tiene un descrédito en el mundo por ser ilegal".
Recordó que en noviembre próximo se votará en el organismo la resolución que cada año presenta La Habana contra las sanciones de Washington, y que invariablemente es apoyada por la amplia mayoría de la comunidad internacional.
Esas declaraciones se producen apenas una semana después de que el Gobierno de la Isla contactara a EEUU tras el paso el huracán Ian por el país, gesto inédito que La Habana confirmó el lunes, aunque evitó precisar si se trató de una petición concreta de ayuda, como había reportado el viernes pasado el diario The Wall Street Journal.
Ante ello, la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar envió una carta al presidente Joe Biden en la que calificó de "peligroso e inmoral" el posible envío de ayuda a Cuba, alegando que el régimen está incluido dentro de la lista de patrocinadores del terrorismo.
"No debemos dar ayuda a los países que patrocinan el terrorismo (…). Estados Unidos no debe dar ayuda exterior a un país que podría utilizar ese dinero para apoyar el terrorismo; hacerlo es inmoral y peligroso", escribió Salazar en la misiva enviada a Biden.
"La Administración debe dar conectividad al valiente pueblo de Cuba. Ahora mismo, los cubanos están en las calles exigiendo el fin de 63 años de opresión. Están siendo brutalizados y encarcelados por las fuerzas de seguridad del régimen, que apoyan el terrorismo, y como no hay internet, el mundo no puede ver la verdadera magnitud de las atrocidades", escribió Salazar.
Pese a los pedidos de La Habana, ya la Casa Blanca, en la voz del secretario de Estado, Antony Blinken, aclaró que el régimen cubano seguirá, por el momento, en la lista de instigadores del terrorismo que elabora Washington.
En una conferencia de prensa en Bogotá junto al presidente de Colombia, Gustavo Petro, Blinken dijo que Washington tiene "criterios claros, leyes claras, requisitos claros" y seguirá considerando y viendo si el régimen cubano sigue "mereciendo tal designación" como Estado patrocinador del terrorismo.
Brunilda se cree la última CocaCola del desierto ... si Rusia y China, hacen y deshacen ... porque Cuba no puede hacer lo mismo?
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