Venta de divisas: 'siempre migajas y abusos para el pueblo'

Ninguna medida económica parece salvar a millones de cubanos del angustiante panorama que suman el déficit, la escasez y la inflación —la segunda mayor del planeta— en constante acenso, para detrimento de aquellos cubanos que dependen exclusivamente del salario estatal y no reciben remesas desde el extranjero.

La reactivación de la venta de divisas extranjeras a la población, en vigor desde el pasado martes 23 de agosto, acapara "los titulares" en calles y esquinas de las barriadas habaneras. Aunque acogida por muchos y criticada por otros tantos, la reapertura del mercado cambiario estatal es, sin lugar a dudas, otro fiasco del Partido Comunista, con repercusiones mucho más dramáticas para sectores —jubilados, asistenciados sociales, madres solteras— que el régimen cataloga, eufemísticamente, de "vulnerables".        

Con una cotización similar que fluctúaba en el mercado cambiario informal durante las últimas diez semanas (125 los dólares y 130 los euros), el régimen habilitó en todo el país unas 37 Casas de Cambio (CADECA), de ellas seis en La Habana. En opinión de una treintena de habaneros consultados, "con esta medida el Gobierno vuelve a dejar en la estacada a su obrero", al llamado "cubano de a pie", a todos esos que conforman los más de siete millones y medio de cubanos en la Isla que no reciben remesas del extranjero.

"Por ese motivo nunca he logrado conciliarme con la concepción de igualdad que maneja el Gobierno cuando legisla y ejecuta millares de decretos, un sinfín de leyes y otro rosario de medidas que, al final y siempre, resultan en migajas y atropellos para ese mismo pueblo al que le pide más fe y más sacrificios", considera Gabriela Noa, licenciada en Derecho y vecina de la barriada Casa Blanca, municipio Regla.

"Cómo se supone que puede ser, o estar feliz una madre trabajadora que solo depende de un salario estatal (3.900 CUP mensuales) y de la insignificante manutención que un tribunal le impuso al padre de mis dos niñas. Para empezar el racionamiento. Solo puedes comprar cien dólares, por una frecuencia de tiempo no definido aún, luego de que ellos mismos anunciaron el pasado año que no podían aceptar más dólares en sus entidades bancarias porque tenían muchos", fustiga.

"En segundo lugar, ahora las CADECA sumarán otra cola más donde cubanas y cubanos, aquellos conocidos como 'los sin remesas', estamos obligados a dilapidar el tiempo y poner a prueba nuestros esquemas de decencia, solidaridad, tolerancia y buen juicio. Otra cola más, para que no puedas adivinar la marca de vaselina que usarán mientras tú crees que algo cambió", añade Noa.

Los habaneros consultados coincidieron en que la disponibilidad de seis CADECA en La Habana —para una población de más de dos millones de habitantes— será caldo de cultivo para otra oleada de corrupción y sobornos, previendo las kilométricas colas para comprar las divisas y luego otra kilométrica cola para acceder a la tienda. Las ofertas en los establecimientos o redes que operan en moneda nacional cada día son menos, mientras la frecuencia de surtido de productos y alimentos básicos se extiende.

"La gente no está contenta desde ninguna percepción. Pero el único lugar donde los cubanos podemos comprar productos de primera necesidad y alimentos básicos, sin tener que atravesar el calvario de las colas en moneda nacional, son precisamente en las tiendas MLC; no existen otras opciones", enfatiza Cosme Hierrezuelos, residente del consejo popular Belén, en Marianao.

"Nadie está contento, pero todos sí que estamos obligados a comprar esas divisas para acceder a las tiendas MLC. Ellos (el Gobierno) saben que la cuenta no da; que los de abajo tenemos que inventar y jugarla a toda costa; y eso es únicamente para la comida. Fácil: el salario máximo en Cuba es de 9.800 pesos mensuales, y con ese salario completo solo puedes comprar 80 dólares. Ahora vaya usted a una tienda MLC y compruebe por sí mismo qué puede comprar con esos 80 dólares o MLC. Ahora imagina cómo tienen que sacrificar, o abstenerse, los que perciben salarios promedios (3.900 pesos) y mínimos (2.100 pesos). La inmensa mayoría de los trabajadores del Estado todavía estamos esperando por los centavos extras que podrían generarse de las utilidades; ni siquiera han cumplido con esa promesa. Siempre es el engaño, y esta reactivación de la venta de divisas es de fantasía", opina Hierrezuelos.

En el reestreno de CADECA, Ainara Hermida, una joven empleada de escuela primaria, madre de tres menores y vecina del consejo popular D'Beche, Guanabacoa, no alcanzó para comprar los cien dólares que después tendría que intercambiar y poder depositar en su tarjeta MLC.

"¿Por qué siempre el racionamiento y el machaque? Ya estoy cansada, hastiada, rendida, agotada, agobiada de que siempre sea lo estrecho para los que doblamos el lomo y estamos esperando desde hace más de 60 años la guagua con destino a Prosperidad", cuestiona Hermida, que había planificado invertir sus 100 dólares en comida.

"Y cuando hablo de comida no me refiero a pollo, picadillo y salchichas. Me refiero a otras cosas, y que además no sea levantarse de lunes a lunes, salir a ver qué trajeron o traerán a la tienda; fajarte con las cinco coleras, con los dos LCC y hasta con las dependientas. Después tienes que revender lo que compraste, pero no consumes, como los cigarros", agrega.

"La razón por la cual la gente fue esperanzada para las CADECA es simple: con 12.300 CUP puedes comprar menos cosas que con 100 MLC pues, como siempre, el peso cubano es pura cartulina dibujado con tinta china", concluye Hermida.