Dos ancianos cubanos estarían recurriendo al sol para calentar sus alimentos, según una publicación en Facebook de la periodista Claudia Padrón Cueto, acompañado de una foto en el que se ven dos cazuelas, una de frijoles y otra de arroz, expuestas a la luz solar.
"Al sol, así calientan en esta casa su almuerzo porque el poco tiempo de electricidad que hay apenas alcanza para cocinar", escribe la periodista.
"Por supuesto, aquí no llegó el gas y la única vía que tienen es usar sus cocinas eléctricas, pero con qué luz", añade, en referencia a los frecuentes y prolongados cortes de energía eléctrica que sufren los cubanos y han generado protestas en varias ciudades del país.
Las noches del 18 y 19 de agosto, los habitantes de Nuevitas, en Camagüey salieron a las calles en medio de extensos apagones, para reclamar que el restablecimiento del servicio de la electricidad.
Luego de una represión policial que alcanzó a menores de edad, como mostró un video divulgado por Cubanos por el Mundo, el régimen intentó aplacar el descontento con una fiesta popular que incluyó actividades infantiles y el anuncio de modificaciones en el cronograma de apagones de la provincia. Las modificaciones fueron eliminadas menos de 72 horas después.
Sobre la foto en la que se aprecia el empleo de la luz directa del sol en sustitución del fuego de una cocina de gas o la electricidad de una hornilla eléctrica, Padrón Cueto explica que se la envió "una familia que conozco desde niña".
Los cubanos que calientan su comida al sol y no aparecen en la foto serían "dos ancianos, hermanos, que viven solos en San Juan y Martínez, un pueblo de Pinar del Río" y nunca habían atravesado momentos tan difíciles, según cuenta Padrón Cueto que le dijeron ellos, al responder uno de los comentarios a su post.
"Ya no solo comer es un lujo en Cuba, también lo es calentar lo poco que hay", es la triste conclusión con que termina el texto de la periodista.
La publicación de Padrón Cueto había sido compartida 99 meses hasta el momento de redactar esta nota y acumulaba 34 comentarios, en los que los usuarios se solidarizan con los protagonistas de la triste realidad que vive Cuba.
Carlos Díaz llama la atención sobre el hecho de quedan pocos frijoles en la cazuela y es probable que no sobren, "pero el arroz es bastante y expuesto al sol para mañana estará echado a perder con ese sol. La intención de la dictadura siempre es molestar", critica.
"Ah, pero el comandante introdujo la batalla (recordemos q todo era batalla) energética, sin recordar que siempre tuvimos apagones", señala Carmen Pérez Martín, en referencia a la venta de arroceras eléctricas, ollas reinas, hornillas y otros electrodomésticos que vendió el régimen, más de una década atrás, en medio de lo que Fidel Castro denominó "revolución energética", cuando los apagones del "Periodo Especial".
Cuba había sufrido prolongados y casi diarios apagones durante los años del llamado "Periodo Especial", término también acuñado por Fidel Castro. Con la llegada al poder de Hugo Chávez en Venezuela y el intercambio de médicos por petróleo, el régimen creía tener garantizado que el país no retornaría a las noches de oscuridad total. Sin embargo, ni en los años 90 hubo tan pocas horas de electricidad, como responde Padrón Cueto a una usuaria que dice, en un comentario a su post, que a su familia en Mantua "les están poniendo apenas dos o tres horas de luz al día".
Miseria y más miseria.
Nada, que los primitivos salvajes acaben de aceptar que vivir en un estercolero tercermundista conlleva este tipo de existencia (que vida no es). El problema es que la "revolución" ha sido demasiado floja, en vez de decirle al pueblo por lo claro y sin tapujos que se ponga pa su número y resuelva como pueda.
Para la Cuba actual, las mejores soluciones se encuentran fuera de la política y la competencia ideológica. Las soluciones posibles están en las manos de los ciudadanos con voluntad para gestionar una mejor sociedad.
El detrimento acumulado en capas de perjuicios sobre los ancianos cubanos no es reversible a corto plazo bajo cualquier sistema de gobierno. Conocer sobre los diferentes programas para los ancianos en otras sociedades no es suficiente; porque se requieren altos presupuestos para organizar a los ancianos en dignidad. Es elemental para la sociedad cubana que sus ciudadanos puedan debatir, coordinar y asumir responsabilidades en el marco de un movimiento ciudadano.