El primer ministro de Bahamas, Philip Davis, manifestó "decepción" con el Gobierno de Estados Unidos después de que Washington señalara en un reciente informe que las enfermeras cubanas contratadas a La Habana por ese país están siendo "víctimas de tráfico humano".
Según recoge EyeWhitness News, a principios de este año Bahamas estableció un pacto con el Gobierno de Cuba por los servicios de especialistas en Enfermería, para enfrentar el Covid-19 y el éxodo de su propio personal hacia otros países.
En su último informe sobre Tráfico de Personas, el Departamento de Estado de EEUU consideró que la excolonia británica cumple con los estándares mínimos para la eliminación del tráfico de personas y que pudiera hacer mucho más. Citó entre las personas que pueden ser víctimas de trata a aquellas que llegan de otros países con contratos laborales.
"Me causa risa, porque están hablando de las enfermeras cubanas que hemos reclutado. Le he dicho a EEUU que nuestras enfermeras se las han llevado después de haberlas educado y entrenado nosotros. Se las han llevado a EEUU y a Canadá", dijo Davis.
Según el premier bahamés, las enfermeras tienen un salario en su país de unos 30.000 dólares anuales, mientras que en EEUU estaría entre 80.000 y 100.000 dólares.
La fuga del personal especializado se hizo patente durante la pandemia, por lo que Nassau pidió a Washington ayuda en personal de enfermería. Según Davis, al no tener respuesta, su administración recurrió a otros países.
En enero de este año, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) informó del envío de personal de enfermería a Bahamas, como parte de un acuerdo de cooperación para la "respuesta de emergencia a la pandemia del Covid-19".
Ese pacto, anunciado por el MINSAP en su sitio oficial y firmado por el ministro de esa cartera en Cuba, José Ángel Portal Miranda, y su homólogo bahamés, Michael Darville, mandó a la vecina nación insular a integrantes del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve.
"Y ahí están trabajando (en varios departamentos del Hospital Princess Margaret). Trabajan por su propia voluntad. Han sido contratadas adecuadamente y están ejerciendo apropiadamente; se les paga lo que se les debe pagar y pueden irse a casa cuando quieran, por lo que no hay coerción respecto a ellas", dijo el jefe de Gobierno bahamés.
Días después del anuncio, Glenda González Cuesta, al frente de la brigada enviada a Bahamas, dijo: "Los médicos cubanos no son esclavos y, si lo son es del servicio de salvar vidas, por lo que reciben con gusto la sonrisa de un niño, el agradecimiento de una madre, y el pago mayor es el cariño de los pacientes y sus familiares".
González detalló que de los 50 profesionales, 42 son mujeres y ocho hombres, todos poseen más de diez años de experiencia laboral, el 62% tiene edades comprendidas entre los 30 y 49 años de edad y el 86% ha cumplido misiones internacionalistas.
Ni el primer ministro Davis, ni el MINSAP ni la jefa de la brigada enviada a Bahamas dijeron que el Gobierno cubano se queda con al menos el 75% de lo que pagan en en concepto de salarios los países de destino por los profesionales de la salud. Esos trabajadores son sometidos a una estricta vigilancia y a una severa limitación de sus libertades fundamentales.
El régimen cubano no divulga cuánto cobra por el envío de profesionales de la salud y niega que los someta a "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna", pese a las denuncias de la ONU.
La exportación de servicios profesionales, mayoritariamente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano.
Si son felices siendo esclavos pues bienvenidos ala plantación el que nace par clavó el martillo lo clavará para estos uncles tom es más importante mandar pacotillas a sus familiares que su libertad que se jodan y no pidan más asilo lambe ojos