The Cuba Study Group aplaudió a la Administración Joe Biden "por tomar medidas para implementar una política hacia Cuba más sensata que cumple la promesa de campaña del presidente de apoyar al pueblo cubano".
Según declaró en un texto llegado a esta redacción, "las decisiones de restablecer los vuelos comerciales y chárter autorizados a las ciudades provinciales (de la Isla), liberalizar las reglas de viaje para los ciudadanos estadounidenses, eliminar los límites de remesas individuales y de donaciones y facilitar el apoyo al emergente sector privado de la Isla aliviarán parte de la presión económica inmerecida que sienten abrumadoramente los ciudadanos cubanos, al tiempo que posiciona a los estadounidenses y cubanoamericanos para apoyar más fácilmente a sus seres queridos y agentes de cambio en su momento de necesidad".
Para el grupo, los anuncios del lunes "también son una clara respuesta a la actual crisis migratoria que asfixia a la nación insular".
"La migración desde Cuba, en gran parte a través de la frontera sur de Estados Unidos, actualmente está en camino de superar la escala del éxodo del Mariel de 1980 antes de que finalice el año fiscal. Por esta razón, los compromisos de la Administración de renovar el personal de la Embajada en La Habana, restaurar el Programa para la Reunificación de Familias Cubanas y reanudar el cumplimiento del Acuerdo Cuba-Estados Unidos de 2017. Los Acuerdos Migratorios son particularmente importantes, ya que restablecerán un canal para la migración legal que, durante los últimos cinco años, ha estado efectivamente cerrado", añadió.
Para el grupo, que lidera Ricardo Herrera, "estas nuevas medidas de ninguna manera invalidan las justas demandas por la libertad de los presos políticos y el cese de la hostilidad del Gobierno cubano hacia la sociedad civil".
"El Gobierno de Biden debe seguir presionando a las autoridades para que liberen a todos los que fueron detenidos injustamente tras las históricas protestas de julio pasado, y el Gobierno cubano debe ser consciente de que es poco probable que Estados Unidos vuelva a abrirse si la situación de los derechos humanos en la Isla no mejora", consideró
"Sin embargo, las nuevas medidas del presidente Biden comienzan a dar vuelta a la página de una política de 'máxima presión' que, al hacer poco más que castigar al pueblo cubano por las fechorías de su Gobierno, empeoró algunas de las causas profundas que impulsan la migración y dificultó la vida de los cubanos", sostuvo.
"Muchos cubanos van a luchar por un futuro en su propio país. La pelota está ahora en la cancha del Gobierno cubano para tomar medidas unilaterales pero complementarias, incluso en materia de derechos individuales y reforma económica, que pueden incentivar un mayor acercamiento", finalizó.
Posición desde el Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC)
El CTDC lamentó en una declaración que "mientras el régimen cubano endurece las leyes en el Código Penal contra los opositores y activistas de derechos humanos, el Gobierno de Joe Biden decide flexibilizar las sanciones contra la dictadura cubana".
"Entendemos el propósito: enviar el mensaje de que Estados Unidos está del lado del pueblo cubano en un momento en el que el Gobierno le reprime con dureza y codifica con más dureza si cabe la criminalización de sus derechos. Dejar claro quién está del lado del pueblo es fundamental. Sin embargo, es importante no alimentar la percepción de que en un momento de arrogancia totalitaria se le tiende la mano a la dictadura cubana".
"Desde el Consejo para la Transición Democrática en Cuba apoyamos las declaraciones del portavoz del Departamento de Estado en su llamamiento al gobierno cubano para que libere 'inmediatamente' a los presos políticos. Con este fin, el CTDC está recogiendo firmas en respaldo a un proyecto de Ley de Amnistía y Despenalización del Disenso", recordó.
"El llamado inequívoco del 11J fue 'LIBERTAD'. No podemos alimentar la sensación de orfandad y abandono que podrían sentir hoy las y los encarcelados y perseguidos en Cuba", sostuvo.
Centro por una Cuba Libre: bienvenida la reunificación familiar, rechazo a concesiones
"¿Es este el momento adecuado para hacer concesiones unilaterales, una vez más, a una dictadura militar?", se preguntó el Centro por una Cuba Libre, en una declaración en la que celebró las medidas de Washington en favor de las familias cubanas, pero rechazo otras que "fortalecen a la dictadura y pueden poner en peligro a los estadounidenses".
"Lamentamos que estas medidas no aborden la causa fundamental de la crisis humanitaria de la Isla: el bloqueo interno impuesto por la dictadura a los cubanos, que refleja el carácter totalitario del régimen", señaló.
La organización liderada por John Suárez consideró que "las medidas no abordan la necesidad de un corredor humanitario para ayudar directamente a los cubanos. El ejército cubano a través de su conglomerado, el Grupo de Administración Empresarial SA (GAESA), y su subentidad Gaviota, el brazo de turismo del ejército, se beneficiarán de la expansión de los viajes autorizados. La expansión de los viajes no apoya al pueblo cubano oprimido, sino a su opresor".
"En cuanto a la seguridad nacional estadounidense, los intercambios educativos han sido utilizados por La Habana para reclutar espías, chantajear a los estadounidenses e insertar a funcionarios de inteligencia en conferencias académicas para que actúen como agentes de influencia y para espiar. ¿Por qué querríamos ampliar las oportunidades para estas actividades?", añadió el texto.
"La política de reunificación familiar ayudará a algunos cubanos, pero financiar la dictadura a través de viajes y remesas a 'empresarios cubanos independientes' que serán elegidos por La Habana no liberará a los presos políticos de Cuba ni mejorará los derechos humanos en la Isla. Esta es una propuesta que suena progresista para los oídos ingenuos, pero solo aumentará aún más la autoridad del régimen", apuntó.
"Al Centro le preocupa que el momento de estas medidas le dé luz verde al régimen de Castro para que continúe intensificando su represión contra el pueblo cubano, proporcione al ejército y a la policía secreta más recursos para llevarla a cabo y tenga un impacto negativo en la seguridad nacional de los Estados Unidos. Este no es el momento para que adoptemos un régimen que se ha opuesto a los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos en otros lugares, incluido el más reciente en Ucrania. La consistencia es importante", concluyó.