Alineados de uno en fondo o apretados como perros en mugrientos portales, los cubanos hacen colas desde las 10:00 PM hasta la tarde del día siguiente. Rezan a cuanta deidad conocen pidiendo fuerzas para, cuando estalle la molotera y las bandas de violentos coleros impongan respeto, al menos quedar entre los que entregaron el carnet y tienen, relativamente segura, la posibilidad de comprar algo, que nunca se sabe exactamente qué será.
El desgaste físico y emocional hace mella en todos. Gente ajada, sucia, resiste la necesidad de orinar cambiando de posición, intentando que le duelan menos unas piernas que aún deben sostenerles algunas horas más. Con suerte, sufrirán todo esto a la sombra. Sin suerte, lo padecerán mientras el agresivo sol caribeño les incuba un melanoma. Las colas te envejecen como mismo lo hace una guerra. Las colas son una guerra. Cuba está en guerra.
Incluso en sus lugares de trabajo —oficinas, fábricas, hospitales o escuelas— aparte de sobre quién se fue por Nicaragua o quien cruzó la frontera, rara vez se comenta sobre algo más que donde será la próxima cola, o lo "reventao" pero feliz que se sienten por, después de violenta matazón, haber conseguido papel higiénico… ya se sabe que el Granma provoca hemorroides.
La cola existe cuando los precios manipulados no equilibran oferta y demanda. La cola es inflación pagada en tiempo y time is money. En Cuba, la inflación solo estaría correctamente medida si a la subida de precios, se le adicionara el valor de lo que dejan de producir aquellos que no trabajan para hacer colas. Un país que hace cola es un país infructuoso.
Dice el Gobierno que la maldita circunstancia de la escasez por todas partes es la causa de las colas. Pero eso es falso, estas no se deben a que haya poco, si no a cómo se reparte ese poco.
Durante 63 años, el castrismo ha perfeccionado el arte de crear miseria para luego racionarla y recibir aplausos por su humanismo. ¿Por qué no se está utilizando la afinada maquinaria distributiva para acabar con las colas?
El Ministerio de Comercio Interior, gigantesca entidad especializada en comercializar alimentos, controla más de 12.000 bodegas y otros miles de carnicerías, pescaderías, lecherías y panaderías. Tiendas Caribe maneja casi 2.000 establecimientos y CIMEX otros tantos. Infraestructura de distribución hay de sobra.
Y contrario a otros países donde habría que comenzar por idear un mecanismo de reparto equitativo, en Cuba, la libreta de abastecimiento está en el ADN de la revolución, es consustancial a un sistema que ha resultado incapaz de cumplir las promesas del delirante en jefe, que hace décadas aseguró que los productos en los mercados serían gratuitos de tanto que habría. Y no, nunca hubo más que poco, pero al menos se aprendió a repartir equitativamente… Bueno, si obviamos las casas, queridas, yates, autos y demás lujos de los comunistas en el poder.
Entonces, si existe el organismo, está disponible la infraestructura y hay un mecanismo funcional, ¿por qué no se reparte de ese modo y se eliminan las colas? Según el ministro de Economía, no se hace porque "no disponemos de los recursos para que todo lo que hoy vendemos liberado, se pueda vender por la libreta". Es decir, no hay suficientes paquetes de pollo, botellas de aceite o tubos de picadillo para darle uno a cada cubano.
Pero eso es mentira, nada imposibilita repartir escalonadamente por provincias un paquete, una botella o un tubo de lo que sea, y menos aún, nada imposibilita que la cantidad disponible se reparta equitativamente, por muy poco que toque per cápita. ¿Acaso no pueden abrirse los paquetes de pollo made in USA, los pomos de aceite, los tubos de picadillo, espaguetis, detergente, salchichas y cualquier otra cosa que pueda distribuirse por gramaje y no en envoltorios sellados?
Para dividir equitativamente todos los productos entre los 3.809.000 núcleos familiares del país existe otro ministerio, el de la Industria Alimenticia, que debería tener esto como principal objetivo de trabajo. Es inaudito que el Gobierno que hace bandera del igualitarismo, cuando más se le necesita, no haga lo de siempre aun pudiendo: repartir muy poco entre muchos.
Podría elucubrarse que al castrismo le conviene tener al pueblo entretenido en colas, y así pensando en sobrevivir nadie piensa en libertad. Pero las colas son manifestaciones en potencia, un polvorín de gente apiñada y disgustada dispuesta a hacer eco al primer grito de "Singaoooo". No aparenta ser esta una buena estrategia.
Más bien, parece que la nueva elite, heredera de los que hicieron la revolución, siente un profundo desprecio por un pueblo que consideran de su propiedad, un desdén implícito en como "la primera dama" llama dictador a su marido en público, demostrando total insensibilidad a lo que piensa o sienta la morralla.
Complacidos con el escarmiento que sus mayorales le propinan a los alzados del 11J, los nuevos propietarios de Cuba, no ven razón para esforzarse y mejorar la vida del pueblo repartiendo equitativamente la miseria. Ya ni eso hace bien el castrismo, o mejor, ya ni eso quiere hacer bien.
Las colas al igual que las asambleas para distribuir televisores o radios han sido una forma efectiva de control de los esclavos, los que deben perder tiempo y energía en buscar comida y bienes básicos, peleándose entre ellos.
La escasez, las colas y demás penurias en general, siempre han sido armas de control social. ¿Cómo eliminar aquello que mantiene entretenido al pueblo, apartado de lo esencial, lo esencial, que siempre es invisible a los ojos?
Coincido totalmente con usted. La prueba está en China y Viet Nam, dos ejemplos de antes y después. Es sentido común. Si el Diazka "homeless" y sus jefes decidieran hoy mismo liberar a las fuerzas productivas, que el campesino siembre lo que desee (excepto marihuana, claro) y se pueda beneficiar de sus ganancias, y el pescador lo mismo, pronto todos los cubanos se alimentarian bien. Y Cuba se convertiria en primer productor y exportador de muchos productos. Pero esos HDLGP no quieren hacer lo que es obviamente la solución, lo único que queda por hacer y que es lo único que no han probado. En vez de eso, continúan con "mas de lo mismo", reciclando "muelas", "medidas" y consignas. Claro, cuando uno tiene que dedicar tiempo a buscar con qué alimentar a la familia, no hay tiempo para dedicarse a tumbarlos del poder. Y ellos no son los que pasan hambre.
True!
¡Compañeritos!.........Aprovechando que "sacarán" pollos en la Biblioteca Nacional........
No olviden ir a Desfilar a la Plaza el 1ro. de Mayo, con todas las metas cumplidas.
Que triste realidad, los cubanos lo estamos pasando muy muy muy mal realmente
DDC debe de sacar un articulo sobre las Tiendas Online con entrega en Cuba. No tengo familia en Cuba, pero he oido de aquellos que si, y acuden a estas tiendas para comprarles a su familiares en Cuba. La entrega es en Cuba. Las tiendas Online, residen en Canada o en Miami. Hice busqueda en internet, y me salieron como 30 plataformas!!! Supongo que son subsidiarias del Gobierno Comunista en Cuba. La entrega en Cuba de las provisiones es bastante rapida. ¿Cómo es que funciona todo esto?
Las articulista no quiere entender que las colas forman parte del patrimonio cultural cubano, título conferido por el régimen después de 1959.
Al paso que va, oiremos a la autora decir que la solución está en revivir la JUCEPLAN, el CAME y los "fabulosos planes de desarrollo que impulsaba el Comandante": fabrica de torula, de KTP1, plátano micro-jet, etc, etc... Porque mira que hacerse una pregunta como esta, y la cito:
"¿Acaso no pueden abrirse los paquetes de pollo made in USA, los pomos de aceite, los tubos de picadillo, espaguetis, detergente, salchichas y cualquier otra cosa que pueda distribuirse por gramaje y no en envoltorios sellados?"
!Por Dios, Rafaela, vete urgentemente a visitar los volcanes! !Antes de que sea tarde!
La periodista no dice que esa sea la solución, sino que esa es la solución que pudiendo hacer el gobierno ni siquiera la hace porque son hdlgp
Las colas son necesarias para la Dictadura, de esta forma la gente está pendiente y "entretenida" en las filas, tratando de conseguir algo para comer, sin las colas el pueblo tendría tiempo de pensar y salir a linchar a los Castro & Co.
Mucho cantinfleo de Rafaela en este articulo. Se muestra resignada a que se siga distribuyendo la pobreza en cuba. Si leberan las fuerzas productivas y el estado deja de ser el mandamas en todo, pues se acaban las colas. No hay que darle mas vueltas.