El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla aseguró que su Gobierno está comprometido en la erradicación de la violencia de género, a propósito de la celebración el 25 de noviembre del Día Internacional por la Eliminación de Todas las Formas de Violencia contra las Mujeres.
"Para Cuba es un asunto de máxima prioridad la prevención y el enfrentamiento a las manifestaciones de violencia contra las mujeres y las niñas. Abogamos por plena igualdad y erradicación de la violencia de género, como premisas indispensables para la verdadera justicia social", escribió Rodríguez Parrilla en Twitter.
Sin embargo, diversas organizaciones de la sociedad civil independiente mostraron en esa jornada el enorme abismo que hay también en este tema entre las palabras y los hechos del régimen de La Habana.
De acuerdo con el opositor Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC), en la Isla "se suman, a un mismo tiempo, todas las matrices de violencias registradas: la de género, la psicológica, la intrafamiliar, la comunitaria, la digital, la racializada y la de Estado, en sus diversas formas institucionales".
"La combinación de ellas está erosionando la convivencia en todos los niveles de nuestra vida social y política, e impidiendo el regreso público de los valores necesarios para una sociedad visiblemente más diversa y plural", apuntó en un comunicado hecho público y al que esta redacción tuvo acceso.
"Amplificados por el permanente discurso de odio y guerra en los medios oficiales aumentan los feminicidios y los ataques de género por motivos políticos; y con la criminalización del disenso político se reproduce e instrumentaliza a los negros para que se conviertan en sujetos y víctimas a su vez de la llamada violencia revolucionaria, que el Gobierno trata de legitimar, inconstitucionalmente, a través de las Brigadas de Respuesta Rápida", apuntó el Consejo.
La organización recuerda en su pronunciamiento que urge en Cuba hacer un debate cultural que pase por "la lucha contra todas las violencias, en presencia de las cuales no podrán existir ni democracia ni Estado de derecho posibles".
Para enfrentar el problema, subrayó el Consejo, apoyará la Campaña contra la Violencia y por la Diversidad "que organizaciones y activistas independientes, tanto del CTDC como de otras coaliciones, impulsarán para arrinconar un flagelo que destruye, vicia e impide la convivencia libre, creativa y sustentable de nuestra comunidad".
Orientada a la ciudadanía, esa campaña será coordinada por la Red Femenina, la Alianza Cubana por la Inclusión, la Plataforma Femenina, la Red de Líderes y Lideresas Comunitarios, el Comité Ciudadanos por la Integración Racial, el Centro de Estudios de Liderazgo y Desarrollo, el Proyecto D.Verso, así como por activistas y otros grupos que se sumen a ella.
En la misma dirección, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) subrayó la presentación días atrás de su informe "Voces en resistencia: mujeres presas políticas en Cuba", que recoge tanto un diagnóstico de la situación de las encarceladas por razones de credo en la Isla como recomendaciones al Estado cubano y a la comunidad internacional para enfrentar esa situación.
De acuerdo con Caitlin Kelly, oficial del Programa Legal para América Latina de Raza e Igualdad, organización con sede en Washington, las razones que motivaron la realización del informe fueron que Cuba "no cuenta con una ley que proteja a las mujeres de la violencia basada en género", así como la ausencia de información sobre mujeres presas políticas en la comunidad internacional.
El informe, que se apoya en testimonios de las represaliadas y sus familiares, resume 12 casos de cubanas condenadas por diferentes delitos después de expresar opiniones en contra del Gobierno. "La mayoría pasaron seis meses o más en una institución penal en Cuba, mientras otras cumplieron condenas de arresto domiciliario", indicó la nota de la organización.
"Las entrevistas con las presas políticas confirman que las prisiones en Cuba son inhumanas y no tienen las necesidades básicas para sobrevivir. Las mujeres estaban en celdas sucias, llenas de ratas e insectos y, en algunos casos, hasta excremento humano. Además, pasaron hambre y fueron aisladas de sus familias y de otras presas. Algunas sufrieron de violencia por parte de las reclusas o las guardias. Ninguna recibió tratamiento médico adecuado, lo que resultó en enfermedades graves", subraya el informe.
Asimismo, la plataforma YoSíTeCreo en Cuba insistió a propósito del Día Internacional por la Eliminación de Todas las Formas de Violencia contra las Mujeres en su reclamo al Estado cubano para que cree refugios para mujeres y sus hijos víctimas de violencia machista.
"Este es además un día para recordar a las cubanas víctimas de feminicidios. En lo que va de 2021, nuestro Observatorio ha verificado 23 feminicidios, cinco casos dudosos que requieren revisión por la parte pericial y un asesinato por motivos de género. Se reportan siete personas afectadas por los victimarios, de ellas cinco heridas sin peligro para la vida y dos muertas por salir en defensa de las agredidas", apuntó la iniciativa en su muro de Facebook.
Ante ese panorama, el Gobierno cubano aprobó en marzo pasado el denominado Programa para el Adelanto de la Mujer, elaborado por la oficialista Federación de Mujeres Cubanas (FMC), pero sobre cuya aplicación poco se conoce. Mientras que el énfasis de ese programa es, según las autoridades, "lograr mayor sistematicidad por parte de los Organismos de la Administración Central del Estado y las instituciones en el seguimiento a todos los asuntos que involucran el desarrollo de las mujeres en la sociedad", las acciones concretas al respecto brilla por su ausencia.
