La prensa controlada por el Partido Comunista de Cuba (PCC) salió este lunes a descalificar a cubanos que protestaron el pasado domingo en una funeraria de Villa Clara con gritos de "Patria y Vida" y "Abajo la dictadura". Los momentos del enfrentamiento entre los manifestantes y la Policía fueron compartidos en las redes sociales.
"Patria y Vida", gritó uno de los cubanos que protestó mientras se quejaba de la crisis sanitaria en el territorio. En otro video se ve como la Policía los saca de la funeraria mientras gritan "abajo la dictadura".
Una mujer fue metida en una patrulla por dos policías mientras decía "no me machuques". Un tercer policía gritó a la detenida "qué te montes ahí, qué te montes, cojones" y cerró la puerta.
La mujer dio una patada a la puerta de la patrulla y uno de los policías se metió con ella. "La van a desaparecer", dijo una mujer que grabó el momento de la detención.
Un hombre dijo "no graben esas cosas, caballero". Otros dos policías detuvieron a otro cubano en una segunda patrulla.
La mujer detenida en la patrulla dijo que ella "sí era conocida" mientras se acercó un hombre sin camisa que gritó "abajo la dictadura" al ser apresado por un policía. Otro cubano se subió a la patrulla.
La protesta sucedió más de un mes después de que miles de cubanos salieron a protestar el pasado 11 de julio con los mismos gritos en más de 50 localidades del país. Desde entonces, el Gobierno trata de descalificar la manifestación pacífica e intenta limpiar la imagen de Miguel Díaz-Canel tras llamar al enfrentamiento entre los cubanos.
Según la versión dada en el medio oficialista Cubadebate, "en horas de la noche del 15 de agosto los elementos antisociales Maikel Armentero Orama y Yilian Lucía Orama García pretendieron utilizar el escenario de la funeraria Las Villas, en Santa Clara, para montar desorden público, perturbando y molestando a familiares que despedían a sus seres queridos en ese momento".
"Maikel y Yilian se hicieron pasar por afectados para armar un show aprovechándose del dolor y el sufrimiento de los que allí se encontraban, a quienes incitaron a apoyarlos y manifestarse contra la Revolución, el Gobierno y sus principales dirigentes, pero no obtuvieron la respuesta que deseaban. Rápidamente fueron encarados por los presentes hasta que llegaron las fuerzas de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria) que los detuvieron. Ahora en las redes los venden como las víctimas de una 'brutal' represión, que bajo caen las personas por cuatro kilos", publicó Cubadebate.
Cubadebate utilizó la habitual estrategia del régimen de La Habana de tachar a los manifestantes como delincuentes y antisociales. La prensa oficialista divulgó hasta los presuntos antecedentes penales de los implicados.
"Maikel Armentero Orama, ciudadano con pésima conducta antisocial, ha sido advertido en múltiples ocasiones por alteración del orden, asedio al turismo y vagancia habitual, ex recluso en tres ocasiones, por los delitos de robo con violencia, desobediencia y lesiones graves, igualmente ha sido procesado por hurto y robo con violencia. Yilian Lucía Orama Garcia, antisocial que ha sido advertida en siete ocasiones por alteración del orden, procesada por lesiones y robo con fuerza, ex reclusa por hurtos y robo con fuerza", detalló Cubadebate.
Por su parte, el diario oficial Granma tachó la protesta como "un guion anticubano" y acusó a los medios independientes de ser contrarrevolucionarios por "convertir en noticia el acto vulgar, que presentaron como una manifestación contra el Gobierno, y que recibió 'una brutal respuesta de las autoridades'".
El delito de desorden público es utilizado a conveniencia por el régimen para procesar a activistas, periodistas y a cualquier persona no alineada con las ideas del castrismo. Una gran cantidad de los cientos de detenidos el pasado 11 de julio se enfrentan a juicios por supuesto desorden público, entre ellos los periodistas de La Hora de Cuba Henry Constantín Ferreiro, Neife Rigau e Iris Mariño.
Con la Dictadura cubana hay que tener una cosa muy clara, los elogios o descalificaciones que le dediquen a cualquier cubano, deben ser tomados en consideración en función de quien proceden. En el caso del Gobierno Cubano recibir descalificaciones de ellos o de sus cuerpos represivos, "son en verdad, elogios y muy grandes, para cualquier cubano."