El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció el envío de un avión con jeringuillas y alimentos para socorrer a su aliado cubano, que enfrentó el pasado domingo 11 de julio las mayores protestas ciudadanas en 60 años ante el descontento generalizado.
"Hoy Cuba atraviesa dificultades por el criminal bloqueo. Mañana aprobaremos un decreto para enviar un avión con jeringas y alimentos para el pueblo cubano. Aprendimos de Cuba que la solidaridad es compartir lo poco que se tiene con quienes más lo necesitan. ¡Viva el 26 de julio!", escribió el mandatario boliviano en un mensaje en Twitter sin referirse a lo ocurrido el 11J.
Arce se refirió a los contratos médicos suscritos entre La Habana y La Paz en el pasado y al resultado de esta "colaboración" por el que miles de profesionales de la Isla son enviados a trabajar bajo duras condiciones, que gobiernos, organismos y organizaciones de derechos humanos han descrito como esclavitud moderna.
"Nuestro país se ha beneficiado de la solidaridad cubana con brigadas médicas que han llegado a los hogares bolivianos con atención profesional, con miles de cirugías oculares mediante la Operación Milagro y con alfabetización. Gracias Cuba por la solidaridad e internacionalismo", añadió.
En otro mensaje apegado al discurso de su aliado cubano dijo que el Gobierno de Bolivia une "una vez más su voz al coro de la humanidad que pide el cese del criminal bloqueo" y demandó "el respeto a la libre autodeterminación de los pueblos".
En un intento de acallar el malestar de los cubanos, el Gobierno decidió que más de 3.800.000 familias censadas por las estatales Oficinas de Registros de Consumidores en Cuba (OFICODA) reciban a partir de agosto, de manera gradual y gratuita, un módulo con alimentos donados por gobiernos aliados de La Habana.
Así lo anunció Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior, en una rueda de prensa el martes. En una reiteración del discurso oficial, que pretende descargar responsabilidades en terceros, la funcionaria acusó al Gobierno de EEUU de la crítica situación económica y del malestar de los cubanos que salieron a protestar a las calles el pasado 11 de julio..
"Estamos muy motivados de que por esta vía podamos ir dándole un nivel de satisfacción a la población, cuando el imperialismo está tratando de crearle irritación y disgustos a nuestro pueblo y tiene una alta responsabilidad en lo que nos está pasando, porque esos alimentos que entran hoy por donaciones cuesta trabajo normalmente acceder a ellos debido al bloqueo", justificó.
Varios gobiernos han salido a socorrer a su aliado tras las protestas que sacudieron la Isla el 11 de julio. Además de Bolivia, Rusia, México y Nicaragua también han prometido cargamentos con ayuda humanitaria.
Los gobiernos de Cuba y Bolivia acordaron en febrero de este año el relanzamiento de sus relaciones económicas, comerciales y de cooperación, que habían quedado suspendidas con el Gobierno interino de Jeanine Áñez.
En enero de 2020, el Ejecutivo transitorio de Bolivia, encabezado por Jeanine Añez, decidió suspender las relaciones diplomáticas con el Gobierno cubano, al que acusó de afectar de "manera sistemática" la relación bilateral con "permanente hostilidad y constantes agravios".
Dos meses antes La Habana había retirado de Bolivia por razones de seguridad a los más de 700 profesionales de la Isla que prestaban servicios en ese país, en su mayoría en el sector de la salud.
La decisión fue el colofón a la polémica detención días antes, por parte de la policía boliviana, de cuatro doctores de la Isla a los que inicialmente las autoridades de la nación andina acusaron de implicarse en protestas a favor del expresidente Evo Morales, algo que el Gobierno cubano negó de forma tajante.
Luis Arce anunció tras ganar las elecciones generales en octubre pasado su disposición a restablecer las relaciones con el Gobierno de Cuba, uno de sus aliados políticos en el continente durante el mandato de Morales, líder de su partido político, el Movimiento al Socialismo (MAS).