"Propongo a los propietarios de motorinas sin licencia redactar una carta y firmarla todos" para que las autoridades den "una solución inmediata que nos permita transitar legalmente…". Este llamado del usuario Lázaro Vázquez Sánchez, en un grupo de Facebook sobre venta de autos y motorinas en Holguín, agitó el avispero del descontento de los propietarios de motorinas de la provincia.
En menos de 24 horas, la convocatoria acumuló más de centenares de "me gusta" y de comentarios, en su inmensa mayoría aprobatorios. Las reacciones iban en aumento.
"Totalmente de acuerdo", comentó Jorge Luis Bauta Desdín. "Sabemos la situación epidemiológica del país y la provincia, pero el Estado sigue vendiendo motorinas (y) no dan la opción de sacar la licencia. Claro que deben dar una solución, pues todos los días estamos a riesgo de que nos multen o, en el peor de los casos, que nos quiten el vehículo".
También expresó su total acuerdo el usuario Edisney Ávila. "Los caballitos (agentes de la Policía de Tránsito) te paran sin haber cometido infracción solo para pedir la licencia, poner multas y hacer amenazas".
Aunque las cifras exactas no se conocen, en más de un año de pandemia de Covid-19 en las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) se han vendido decenas de motorinas y triciclos eléctricos, mientras que las oficinas de tránsito del Ministerio del Interior, normalmente morosas en los trámites, han permanecido casi todo el tiempo cerradas, por lo que los propietarios no han podido obtener las licencias.
Los oficiales de tránsito acostumbran a hacer operativos y estacionarse en calles de gran circulación para detener a los conductores de las motorinas y pedirles la licencia. El hecho de que muchos no tengan licencia de conducir, los hace presa fácil de multas y amenazas de decomiso o retención del vehículo. En Holguín y Ciego de Ávila se han producido hechos de este tipo, según denuncias en las redes sociales.
Los conductores se consideran víctimas de una trampa, pues "las siguen vendiendo, el transporte está malísimo y dejar sin uso el equipo hasta que termine la pandemia sería una tortura, además de que es negativo para las baterías dejarlas sin trabajar", expresó José, que tiene su moto eléctrica y, como tantos otros propietarios, no ha podido sacar la licencia.
Alexander Aguilera Santisteban escribió que ya son "miles de ciudadanos cubanos" los que compraron motos o triciclos eléctricos al Estado. Pero "tenemos que vivir escondiéndonos y huyendo de la Policía como delincuentes comunes, pues no nos dan la posibilidad de sacar la licencia de conducir (…). Deberíamos unirnos todos e ir juntos al Gobierno o a donde sea necesario, y exigir como pueblo que se nos dé alguna solución a nuestro problema. Debemos unirnos todos y exigir una solución justa".
Para el usuario nombrado Camilo Espósito, redactar una carta y que todos la firmen no es suficiente. "Nada de firmas, una huelga sin tema político para que no digan que somos gusanos, solo una manifestación para obtener la licencia de conducción", escribió.
Rafael Guevara Orue fue más radical. "Lo que tenemos que hacer es acabar con esta mierda que, en vez de mejorar, en todo sentido va peor", sentenció.
El autor de la convocatoria que dio pie a todos los comentarios propuso establecer dos sitios para recoger las firmas en lugares céntricos de la "Ciudad de los Parques". Sin embargo, el usuario Joaquín Antonio Pérez Pavón, aunque insistió en que estaba "de acuerdo" con lo de las firmas, dijo que había "que ir para el Gobierno o a (la dirección de) Transporte. Como en Santiago, huelga en el Gobierno y se resolvió el problema".
Pérez Pavón se refería a los motoristas que transportaban pasajeros en Santiago de Cuba y estaban inconformes con la imposición de precios topados a sus servicios y las dificultades para obtener la licencia que les permite ejercer la actividad. Protestaron frente a la sede del Gobierno provincial y tuvieron éxito. Consiguieron que se flexibilizaran las condiciones impuestas para su trabajo y, el pasado 13 de junio, la revocación de la medida que prohibía la circulación de las motos con dos pasajeros durante la cuarentena.
Este tipo de protesta, potenciada por el alcance de las redes sociales, cada vez se vuelve más frecuente en Cuba, para el desagrado de un Gobierno acostumbrado a vender la imagen de conformidad del pueblo mediante un férreo control.
Los participantes casi siempre tratan de no asociar sus demandas a la fallida y opresiva política del sistema que, de hecho, es la responsable de sus dificultades, porque creen que así evitarán la represión de la Policía y tendrán más posibilidades de que se solucionen sus problemas.
Sin embargo, en los últimos meses se han escuchado voces en estas manifestaciones culpando al Gobierno de sus problemas y tarareando la frase "Patria y Vida", título de la canciñon que se ha vuelto himno de la resistencia cívica de los cubanos al sistema totalitario que los asfixia.
Sería conveniente que los peruanos lean ddc para que sepan lo que les espera si el sombrerudo HP es declarado presidente. Que Dios intervenga y Keiko sea presidente.