El Gobierno admitió el jueves "trabas internas" que "limitan" el desarrollo del sistema de transporte en Cuba, pero culpó al embargo de EEUU y otros factores externos de provocar serias afectaciones al sector en el año 2020.
El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, dijo que "a pesar del complejo escenario en 2020 y en lo que va de 2021, y la falta de recursos, la actividad no se detuvo, aseguró las principales prestaciones a la población y a la economía en este período".
Presentó como rápida la respuesta el Ministerio del Transporte (MITRANS) para "subsanar errores que derivaron en los altos precios de varios servicios" a raíz de la implantación de la Tarea Ordenamiento desde el pasado 1 de enero.
Según publicó el sitio oficial Cubadebate, Marrero Cruz se reunió el jueves —incluyendo videoconferencia con todos los territorios—, con más de 400 jefes, especialistas, académicos y trabajadores estatales y no estatales del sector.
En palabras del titular del MITRANS, Eduardo Rodríguez Dávila, "2020 se caracterizó por el recrudecimiento del bloqueo norteamericano, el enfrentamiento al Covid-19 y la inestabilidad en el suministro de combustible, lo que unido a las dificultades financieras produjo serias afectaciones que obligaron a reajustar los planes".
Admitió "trabas internas" que han limitado al sector, entre las que citó "regulaciones que impiden el uso más amplio de los medios disponibles en la economía y la población, y trámites engorrosos en el sector estatal e insuficiente oferta al sector particular que deriva en irregularidades y molestias".
También habló de "restricciones asociadas a los motores, limitaciones en el uso de piezas de desarme, prohibiciones que impiden el acceso a los talleres estatales y no estatales, y falta de incentivos a la producción de piezas de repuesto".
Entre las "prioridades de trabajo para el año" incluyó "asegurar los planes de transportación de cargas y pasajeros, mejorar la calidad del servicio e impulsar la recuperación, sostenibilidad y desarrollo de los medios y las infraestructuras en todas las ramas", los mismos que el Gobierno presenta cada año, pero que en la práctica siguen sin surtir efecto sobre todo en el alivio a la población.
Según el ministro, tendrá "preeminencia también el perfeccionamiento de la organización y gestión del transporte y la eliminación de las trabas que lo limitan; consolidar la implantación de la Tarea Ordenamiento; y la labor político-ideológica, el trabajo con los cuadros y el desarrollo de la fuerza de trabajo calificada".
También mencionó como otras prioridades del MITRANS, "la comunicación social y la atención a la población, el desarrollo y consolidación del sistema de ciencia, tecnología e innovación, la informatización y el vínculo con las universidades".
"La labor con las nuevas generaciones hay que intencionarla, al igual que la que se hace con las mujeres (solo el 25 por ciento de las plazas en el sector están ocupadas por ellas), porque al sector del transporte hay que despojarlo del mito de que es un trabajo para hombres", dijo por su parte Marrero Cruz.
Según Cubadebate, el jefe de Gobierno repasó cada una de las actividades que dirige el MITRANS y emitió indicaciones para todas.
Dijo que "en la operación puerto-transporte-economía interna, los problemas están bien identificados, pero en 2020 hubo que pagar más de dos millones de dólares por concepto de sobrestadía de los buques, un monto de dinero muy alto para la actual situación económica de la Isla".
Ordenó "perfeccionar la transportación de carga y pasaje y poner más énfasis en el comercio electrónico; fortalecer la empresa estatal socialista en el sector, batallar contra la chapucería y el maltrato de algunos pocos; y perfilar mejor el transporte no estatal".
Marrero Cruz admitió que "en bastantes lugares el transporte privado es la única opción". Sin embargo, los transportistas privados han sido blanco en los últimos tiempos de políticas gubernamentales que los han hecho, en muchos casos, entregar sus licencias y renunciar a su trabajo.
El transporte en Cuba sufre desde hace décadas una crisis generalizada que expone a los cubanos a una odisea para el traslado, tanto dentro de las ciudades, como entre provincias. Colas para gestionar los pasajes, horas de espera para conseguir montar en un vehículo, equipos y vías defectuosos, itinerarios cancelados, se encuentran entre las principales dificultades.
NUNCA van a resolver nada. El transporte estatal en Cuba se base en tecnología china y el combustible procede de la provincia cubana de Venezuela.