Pese a la deplorable calidad de los alimentos en Cuba, el Gobierno alardea de 'inocuidad a nivel del primer mundo'

En Cuba, donde la mayoría de los alimentos procesados llegan a los consumidores sin la información básica sobre su contenido, el Gobierno dice que hay "resultados del primer mundo en cuanto a inocuidad de los alimentos", publicó la oficial Agencia Cubana de Noticias (ACN).

Según Mayra Martí Pérez, jefa del Departamento Nacional de Higiene de los Alimentos y Nutrición de la Dirección de Salud Ambiental, del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), en Cuba los "brotes alimentarios" no rebasan los 120 casos anuales.

La funcionaria dijo, además, que "la mayoría" de los problemas de salud relacionados con la comida "se originan en los núcleos familiares debido al inadecuado manejo de los productos en el hogar".

Otros funcionarios del MINSAP, de la Oficina Nacional de Normalización (ONN) y del Ministerio de la Agricultura, que participaron en una rueda de prensa sobre el tema, dijeron también que con la pandemia de Covid-19 se intensificaron medidas al respecto.

"Se incrementó la limpieza e higienización en los establecimientos expendedores de alimentos, el uso del uniforme y el nasobuco, disminuyeron las ventas callejeras de comida y aumentaron las inspecciones a los locales y las cuantías de las multas ante las infracciones sanitarias", señalaron.

Sin embargo, precisamente durante la pandemia, con la agudización de la escasez de alimentos y la apertura de centros de aislamientos improvisados, han explotado las quejas en redes sociales sobre todo por las condiciones de los alimentos. Módulos cárnicos que se comenzaron a vender desataron indignación. La actriz cubana Yerlin Pérez López llegó a catalogarlos como "comida para puercos".

También numerosas personas se quejan de la calidad de los productos que se expenden en carnicerías, sin refrigeración adecuada, o los que llegan a las bodegas a través de la libreta de racionamiento. Incluso en las tiendas se venden alimentos caducados, según las fechas de vencimiento.

Los funcionarios citados por la prensa oficial, dijeron que el MINSAP desarrolla, además, una "vigilancia sistemática a nivel nacional y en los municipios, con mayor exigencia en la producción, comercialización, distribución, exportación e importación de los alimentos".

Añadieron que se "ha fortalecido el rol del Codex Alimentarius en Cuba, organismo de las Naciones Unidas que pauta a nivel global la producción y el procesamiento de los alimentos".

El Gobierno cubano aprobó en 2017 una Política de Inocuidad de los Alimentos, que reconoce esta característica como un "atributo básico de cualquier alimento y un derecho de los consumidores".

Los consumidores cubanos, sin embargo, se quejan constantemente de los productos que las empresas estatales les venden, ya sea a través de la libreta de racionamiento o en su red de comercios.

El pan, por ejemplo, otra vez vuelve a ser blanco de críticas. Consumidores se quejan de que las nuevas "formulaciones" empleadas ante la escasez de harina de trigo lo convierten en un alimento "incomible". Recientemente, unas "croquetas explosivas" vendidas por Prodal provocaron quemaduras a algunos compradores.

Los funcionarios presentaron como desafíos "la integración multisectorial hasta las localidades, la promoción del conocimiento de las normas y su aplicación por los productores, la ratificación del rol del contrato para el cumplimiento de lo establecido en esta esfera, y el fortalecimiento del control en todos los niveles".

La inocuidad de los alimentos juega un papel fundamental a la hora de garantizar la seguridad de los alimentos en cada etapa de la cadena alimentaria: desde la producción hasta la cosecha, en el procesamiento, el almacenamiento, la distribución; hasta el final de la cadena, en la preparación y el consumo, según las pautas de la ONU.