El Gobierno cubano promociona su monopolio de importación y exportación en la prensa estatal

Aunque numerosos economistas han cuestionado el mecanismo de exportación e importación habilitado por el Gobierno cubano para el sector privado, exclusivamente a través de empresas estatales, la prensa oficial de la Isla continúa promocionado dicha estructura.

En esta ocasión una nota publicada por la estatal Agencia Cubana de Noticias celebró que la Empresa de Soluciones Integrales de Comunicaciones Solintel S.A, propiedad del Estado cubano, finalizara su primera importación para un trabajador del sector privado, aproximadamente diez meses después de la autorización de este tipo de servicios.

Robelis Lambert Matos, presidente de Solintel S.A, una empresa de capital 100% cubano que pertenece al Grupo Empresarial de la Informática y las Comunicaciones (GEIC), afirmó que la entrega de los productos importados por el "cuentapropista" cubano fue realizada 55 días después de firmar el contrato con el proveedor.

Pese a que la entrega tardó poco menos de dos meses, el funcionario dijo que estuvo signada por la "agilidad", mientras culpó a las "dificultades asociadas a la situación epidemiológica" de la evidente demora.

Según Lambert Matos, Solintel S.A. ha recibido hasta el momento 50 solicitudes en el país para realizar importaciones, de las cuales tres "están muy próximas a oficializarse".

El trabajador privado receptor de la importación, llamado Miguel Quintana Llerena, quien se desempeña como reparador de equipos eléctricos y electrónicos, dijo que antes solo podía adquirir los insumos para su trabajo en el extranjero, especialmente mediante personas que viajaban con frecuencia a otros países.

Quintana Llerena afirmó que con la intermediación de Solintel S.A. redujo gastos de compra, aunque estas empresas se quedan con un porciento por cada transacción, y agregó que en el futuro piensa realizar otra importación por esta vía.

El hecho de que los trabajadores privados cubanos deban acudir a una empresa estatal para realizar este tipo de transacciones ha sido sumamente criticado por especialistas. El economista Mauricio de Miranda, director del Centro de Estudios sobre la Cuenca del Pacífico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Javeriana de Cali, Colombia, lo calificó como "ley del embudo".

De Miranda afirmó que "las PYMES deberían tener la posibilidad de acceder al comercio exterior por sí mismas, o de hacerlo a través de empresas especializadas cooperativas o privadas que podrían formarse como parte de una flexibilización generalizada de la actividad por cuenta propia o de una necesaria flexibilización de los objetos sociales de las actividades económicas 'no estatales', y también de poder hacerlo a través de empresas estatales si lo decidieran"

"Una cosa es que las empresas estatales compitan con otras no estatales para la prestación de estos servicios, y otra muy distinta es que actúen como monopolios. Ya sabemos cuál es el resultado de un mercado en el que impera el monopolio: la ley del embudo", aclaró.

Sin embargo, el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), Rodrigo Malmierca, defendió la intermediación del Estado al afirmar que "lo hacen empresas estatales porque son las que tienen la experiencia para ello. Para penetrar un mercado, se necesita no solo que el producto tenga calidad exportable, sino que además se requieren los canales para acceder a ese mercado. Todo esto necesita estudio y análisis y esto es lo que le aporta la empresa estatal", dijo.

Al comentar sobre el margen comercial, dijo que "lo que se factura es mínimo, como hacen todas las empresas especializadas en la materia de exportación e importación en el mundo", lo que ha sido refutado por varios expertos.