La Habana envió este viernes 156 profesionales de la salud del contingente Henry Reeve para enfrentar la pandemia del Covid-19 en Catar, tuiteó la viceministra primera de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Ana Teresita González.
"Son 57 brigadas cubanas en 40 países las que han partido a brindar su solidaridad al mundo", escribió la funcionaria.
Esta brigada se sumará a los cientos de médicos de la Isla que trabajan desde hace varios años en ese país árabe, que vivió su pico de contagios en el verano de 2020 y desde entonces ha logrado estabilizar la situación. El jueves el país reportó 499 nuevos contagios, para un total de 172.000 y 279 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
Durante la pandemia, unos 3.800 miembros del contingente internacional de médicos especializados en situaciones de desastre y epidemias Henry Reeve han sido enviados a países de América Latina y el Caribe, África y Oriente Medio, entre ellas Catar, México, Honduras, Venezuela, Haití y Jamaica.
También se desplazaron por primera vez a Europa, donde prestaron asistencia en Andorra e Italia.
Con la industria turística casi paralizada, la economía sufriendo su peor crisis desde la década de 1990, el agravamiento de las sanciones del embargo bajo la Administración Trump y con la disminución de las remesas, las "misiones médicas" han sido una de las fuentes de recursos más estables que han sostenido al régimen durante el último año.
El Gobierno cubano se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios por esos profesionales. En 2018 esta actividad generó ingresos por 6.400 millones de dólares a La Habana, muy por encima del turismo.
Además, los profesionales de la salud cubanos enviados a "misiones" en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y a la restricción de libertades fundamentales.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna".
Mientras, los cubanos enfrentan una dura escasez de medicamentos y el sistema sanitario de la Isla está en crisis.
Varias organizaciones internacionales con vínculos con el Gobierno cubano lanzaron en 2020 una campaña para tratar de conseguir una nominación al Premio Nobel de la Paz para la Henry Reeve. Pese a su persistencia, no han tenido éxito.
