El Partido de la Libertad Inkatha (IFP) de Sudáfrica acusó al presidente Cyril Ramaphosa de no reconocer a los trabajadores de la salud del país que están a la vanguardia de la lucha contra el Covid-19 y criticó que, en cambio, optara por elogiar a los médicos cubanos enviados por La Habana.
"Es lamentable que el presidente haya pasado por alto agradecer a nuestros propios trabajadores de la salud a favor de elogiar a los médicos cubanos, mientras que nuestros trabajadores de la salud han tenido que soportar el brutal peso de servir en la primera línea de nuestros hospitales y clínicas", señaló el IFP en un comunicado citado por The Southafrican.
La declaración del partido sudafricano se produjo después de que Ramaphosa agradeciera a los médicos cubanos y anunciara que su Gobierno los recomendaría para un Premio Nobel de la Paz en un discurso a la nación, precisó otro reporte de Dispatch Live.
"Esta noche, deseo reconocer en particular la ayuda desinteresada e inquebrantable del Gobierno y el pueblo de Cuba. Fiel a su historia, esta pequeña nación insular ha demostrado su solidaridad con los países más afectados y ha enviado a más de 3.700 cubanos a todo el mundo para ayudar en la lucha contra el Covid-19", dijo Ramaphosa.
"En reconocimiento a este esfuerzo, el gabinete de Sudáfrica aprobó una propuesta para nominar al Contingente Internacional Henry Reeve de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Epidemias Graves para el Premio Nobel de la Paz 2021", añadió el mandatario aliado de La Habana.
Ramaphosa describió la asistencia del Gobierno cubano a Sudáfrica como "inquebrantable" y también expresó su gratitud por "esta gran demostración de solidaridad y humanidad".
En junio pasado se supo que el Gobierno de Sudáfrica pagaría 14.398.892 dólares por el trabajo de 187 profesionales de la salud cubanos enviados por La Habana, según informó The Southafrican, citando al ministro de Salud, Zweli Mkhize.
Mkhize reveló la información en su respuesta por escrito a preguntas formuladas por el diputado Siviwe Gwarube, quien quería saber cuántos cubanos trabajarían en el país, sus campos de especialización, su dominio del inglés y los costos de su despliegue, programado para 12 meses.
Precisó que la mayor parte del dinero, casi 10.400.000 dólares, estaban destinados a salarios de 116 médicos de familia. Mientras, 1.500.000 pagarían el trabajo de 32 "tecnólogos de la salud"; otros 883.000 dólares, el de 18 epidemiólogos; y 1.200.000, el de 13 bioestadísticos.
Mkhize dijo además que Pretoria sufraga el alojamiento de los médicos, para lo que estaban destinados otros 367.000 dólares, aparte de los 14.400.000 destinados a salarios.
La contratación de médicos cubanos y el gasto que representa fueron cuestionados por medios de prensa locales, que calificaron de "megasalarios" lo que paga Pretoria por el trabajo de los especialistas.
La exportación de servicios profesionales, fundamentalmente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios. En 2018 esta actividad generó ingresos de 6.400 millones de dólares a La Habana, muy por encima del turismo.
Además de tener que entregar como mínimo las tres cuartas partes de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de libertades fundamentales.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna".
