El economista cubano Pedro Monreal analizó en su cuenta de Twitter algunas las posibles consecuencias del ordenamiento monetario cubano, e infirió que, de acuerdo a los datos divulgados por las autoridades, el precio de los alimentos podría estar siendo recargado sobre los productores agropecuarios no estatales.
"Usualmente, cuando se produce una divergencia abrupta y grande en los crecimientos de precios mayoristas y minoristas, se encienden las luces rojas en la pantalla de los economistas. Esa divergencia pudiera deberse a razones muy diversas, pero siempre hay que prestar atención", explicó Monreal, quien se ha quejado de la opacidad del Gobierno cubano en la confección de la canasta básica.
En ese sentido, escribió que "un tema interesante es el relativo al crecimiento de 'diseño' de 332% en los precios de la alimentación en la Canasta de Bienes y Servicios de Referencia, pesar de que los precios de alimentos 'normados' (22,5% de la alimentación de la CBSR) crecen 900%".
Por esa razón, el economista indicó que "una posible lectura de los precios de 'diseño' de la alimentación es que el aumento de sus precios reflejados en la canasta de referencia pudiera crecer 'solamente' en 332% si se asegurase que los precios del 77,5% de la alimentación restante crezcan a tasas menores".
Pero sucede que "una parte considerable del 77,5% de la alimentación de la canasta de referencia es ofertada por entidades estatales, pero también intervienen productores agropecuarios no estatales: cooperativas, campesinos, usufructuarios y trabajadores por cuenta propia", agregó Monreal.
El doctor en Ciencias Económicas explicó que la "racionalidad" del control de precios no es solo de orden ético, sino práctico, pues "si los precios de alimentos reflejasen las condiciones reales de la economía (oferta-demanda) a los planificadores pudiera no funcionarles el diseño".
Por ese motivo, escribió que la supresión arbitraria de la capacidad que tienen los precios para reflejar la realidad económica implica la afectación del interés de actores económicos específicos, en este caso los del sector privado.
"Cuando los actores no estatales aumentan sus costos debido a precios de insumos de 'diseño' con un alto rango de crecimiento, pero deben ofertar sus productos y servicios a precios con posibilidades restringidas de crecimiento, ellos asumen el ajuste del 'diseño'", agregó Monreal.
Por ese motivo, consideró que el nuevo ordenamiento económico podría tener como efecto "la reducción del interés de productores en aportar trabajo y en utilizar insumos y maquinaria, con afectación de producción y productividad".
El Gobierno cubano ha incrementado considerablemente los precios de la mayor parte de los productos y servicios del sector estatal, pero a la vez pretende controlar los del sector privado, lo que afecta notablemente a la subsistencia de dichos negocios.
Solo en la primera mitad de enero las autoridades cubanas retiraron más de 600 licencias a trabajadores privados en toda Cuba por subir los precios establecidos por el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) con la arrancada de la Tarea Ordenamiento el pasado 1 de enero.