Aunque desde hacía meses lo presagiaban, los residentes del edificio ubicado en la calle Teniente Rey no. 355 entre Villegas y Aguacate, en La Habana Vieja, sintieron un fuerte estruendo en la madrugada del pasado lunes que cambió de manera dramática sus vidas.
El baño de una de las viviendas, antiguamente de uso común para todo el piso, se derrumbó de manera total y los escombros cayeron sobre el motor de bombeo del agua, privándolos además del suministro del preciado líquido.
"Enseguida llamamos a la Policía y al Gobierno, pero no han hecho nada ni han venido por aquí. Este edificio está considerado inhabitable desde hace décadas, pero para nosotros es imposible repararlo en su totalidad", dijo a DIARIO DE CUBA Neglis Guerrero, una de las residentes de la edificación, quien está embarazada.
"Nuestras casas tienen filtraciones y son pequeñas. Nos encontramos ahora en total desamparo, porque no hemos recibido ninguna atención", señaló.
La zona donde ocurrió el siniestro, a pocas cuadras del Capitolio habanero, tiene varias cintas amarillas a su alrededor y está custodiada por la Policía debido a que en varias manzanas del área se han detectado casos de Covid-19.
Los afectados por este derrumbe interno son cuatro familias, que suman 14 personas en total, entre ellos cuatro menores de edad.
"Lo único que han hecho es vendernos comida cruda en la puerta de la casa debido al brote de coronavirus, pero no tenemos agua. Pedimos trasladarnos para un círculo infantil cercano, pero los trabajadores de allí no aceptaron", comentó Mercedes Castillo, otra de las afectadas.
"No sabemos qué hacer, porque no nos dan una solución y de aquí no nos podemos mover sin nuestras pertenencias, porque nos las roban", señaló.
Otro vecino comentó de manera anónima a DIARIO DE CUBA que, dado que el derrumbe provocó la caída de escombros en las casas aledañas al edificio, al amanecer del lunes algunas familias, entre ellas una mujer con dos niñas, organizaron una protesta en la calle para exigir que retiraran los restos de sus casas, máxime cuando se encuentran limitados de movimiento debido al brote de Covid-19 en la zona.
"A cada rato a este edificio se le cae un pedazo de pared o aparece una nueva filtración. La familia que vivía en el tercer piso se vio obligada a abandonar esa casa debido a su pésimo estado constructivo. Tenemos mucho miedo de que si no salimos de aquí nos pueda pasar algo peor", advirtió Mirielis Guerrero, otra de las residentes en el edifcio de Teniente Rey.
La situación de las edificaciones de la capital, en especial en los municipios más antiguos, como la Habana Vieja, Centro Habana y Cerro, es crítica, pues en su mayoría se encuentra en regular o mal estado.
Este año más de un centenar de familias se han visto afectadas por derrumbes totales o parciales. Aún en la actualidad permanecen en la calle dos familias en Prado 567 y más de treinta en la calle Lucena, esquina a San Rafael, en Centro Habana. Todo ellos sin una solución definitiva para la situación de desamparo en que se encuentran.
Qué extraño, se cayó otro edificio