Santiago de Cuba: Un cubo de agua fría sobre la cola de la Western Union

La cola estaba enconada por el escepticismo. El anuncio del cierre de las oficinas de la Western Union por el cese de sus vínculos con FINCIMEX cayó como un cubo de agua fría sobre los residentes en Santiago de Cuba que reciben remesas por esa vía.

La cajera del punto ubicado en la tienda La Cía, en las inmediaciones de la Plaza de Marte, explicó no obstante que el pago de los envíos "continuará mientras lleguen las transferencias y las operaciones financieras no caduquen".

Berta respiró profundo y le salió un "bendito sea Dios", que resumía el sobresalto provocado la decisión de Washington de prohibir que las empresas y entidades incluidas en las sanciones del Departamento de Estado contra el conglomerado empresarial de los militares cubanos, GAESA, y sus ramificaciones, se beneficien de las remesas con origen en EEUU.

La medida afecta a FINCIMEX, la financiera de GAESA y contraparte de Western Union.

Berta había acudido a la unidad de Western Union en la tienda La Cía para recibir una remesa 500 dólares enviada por sus hijos, radicados uno en Tampa y dos en Hialeah.

"Los tres estuvieron presos por salida ilegal. Vendí mi casa para que compraran una lancha. Viví agregada muchos años. Al fin se encaminaron. Si ahora nos quitan esa opción, moriremos de hambre y penurias", dijo la jubilada enseñando el código de envío.

"Mi vieja, el problema nuestro no es menor; 407 mujeres, de las 15 provincias y 168 municipios de Cuba, nos quedaremos sin trabajo el próximo 27 de noviembre, después de dedicarle la vida a FINCIMEX", le respondió la cajera.

El desasosiego de los cubanos aumentó tras un comunicado en el que FINCIMEX anunció el cierre de las oficinas de Western Union. El Gobierno cubano apoyó esa declaración y le dio difusión, acusando a Estados Unidos de perjudicar a las familias cubanas.

Sin embargo, ni FINCIMEX ni el Gobierno aclaran que Western Union puede trabajar con otra contraparte en Cuba que no esté relacionado con los militares, siempre que la encuentre en el plazo de 30 días dado por el Gobierno estadounidense, que vence el 27 de noviembre. La desinformación ha creado confusión y temores entre los cubanos.

"Estamos jodidos. Las remesas ni fueron, ni serán propiedad de quienes la sudan y la envían", dijo Darío, un abuelo asentado en la calle Aguilera, mirando a la sede del Partido Comunista. Se refería a la que entrega de las remesas en Cuba no se realiza directamente en dólares, sino en CUC.

"Señor, si Trump quiere ayudarnos, por qué nos priva de la ayuda en un momento en que el Gobierno aprieta la tuerca y nos quita casi todas los beneficios y conquistas", lo interpeló Danilo, médico del Hospital Saturnino Lora.

Inés, profesora de la Escuela de Arte, agregó que hace meses Estados Unidos "viene aplicando medidas coercitivas para restringir el flujo de remesas hacia Cuba. Primero la redujo la cifra a 1.000 dólares por trimestre y ahora las interrumpe".

"Profe, resulta inadmisible que las Fuerzas Armadas dispongan de más tiendas en divisas que unidades militares, y disfruten de hoteles, un grupo bancario y una compañía de vuelos que nada tienen que ver con la defensa nacional", le respondió Marianela, trabajadora de un círculo infantil.

Tere y David, dos estudiantes de la Universidad de Oriente, reconocieron los inconvenientes que acarrea la medida, pero conminaron a revisar informaciones que aseguran que el envío de remesas a Cuba, solo en 2018, representó alrededor de 6.600 millones de dólares; mientras que en la última década el monto superó los 29.000 millones.

"¿Y dónde está todo ese dinero, si hace años estamos entre miseria y calamidades?", preguntó Arquímedes. "¿Quién supervisa a FINCIMEX? ¿Por qué el Parlamento no exige a los militares que rindan cuenta y expliquen al pueblo qué hacen con las cifras multimillonarias de las remesas?".

"Eso es fácil, hermano. En Cuba los civiles no son confiables. El Estado ignora sus instituciones. Los bancos obran como marionetas. ¿De dónde tú crees que salen los lujos, los privilegios, los carros, las casas y los viajes de sus hijos a Cancún y Europa. Revisa Facebook para que veas las fotos que publican esos inmorales", apuntó un rastafari.

"Yo estoy de acuerdo con la medida", dijo Vilma. "Alguien tiene que parar la estafa y burla. De Italia me mandaron 380 euros y me pagaron en CUC, una moneda que quien más la denigra es el Gobierno. Luego dijeron que para dármelos en euros tenía que tener una cuenta en Moneda Libremente Convertible. Quise abrirla y me mandaron a comprarlos de contrabando porque el banco no tenía".

"¿Por qué no nos pagan en la misma moneda que nos mandan, si ellos cobran una tarifa? Pompeo no se equivocó cuando dijo que Cuba es el único país del hemisferio donde las fuerzas militares se quedan con una parte de las remesas y obligan al pueblo a usarlas en las tiendas donde ofertan artículos a sobreprecios", añadió.

Alberto, chofer de CUBATAXI, consideró que el Gobierno cubano sabía a lo que se exponía y, ante el miedo a que los departamentos de Estado y del Tesoro de Estados Unidos cerraran las oficinas de Western Union, en julio de 2020 le quitó el impopular gravamen al dólar.

"Si Díaz-Canel dice que hay que cambiar todo lo que debe ser cambiado, entonces que ordene el desastre que heredó y termine con la usurpación de funciones públicas de las Fuerzas Armadas. Para eso están los bancos y hasta la Empresa de Correos, que me imagino sean fiables", comentó Lorena, operadora de ETECSA.

"EEUU no ha suspendido las remesas", aclaró. "La sanción es a FINCIMEX. El asunto es cambiar la entidad receptadora y las remesas pueden seguir llegando. Lo contrario es hacer política con el sufrimiento y la división de las familias".

Jorgito, militante de la Unión de Jóvenes Comunistas, salió al paso y señaló que "vivir de las remesas es inmoral, humilla, deforma, degrada y acostumbra a gente a vivir del trabajo ajeno".

"¿Entonces, qué tú haces aquí?", le preguntó Marta.

"Yo rezo por que Joe Biden gane las elecciones y derogue todas las medidas que Trump ha impuesto para separar nuestras familias, primero con la reducción de las visas y ahora con esto de las remesas", dijo un portero que escuchaba la discusión y alertó de la presencia de la Policía.  

En Santiago, como en todo el país, las opiniones están polarizadas y las remesas están generando más comentarios que todos los temas debatidos en la sesión extraordinaria del Parlamento. Los agentes del Ministerio del Interior permanecen cerca de las oficinas Western Union abiertas al público.

Muchos están en desacuerdo con la disposición estadounidense porque las remesas alivian la incapacidad adquisitiva de los salarios y la falta de fondos para comprar artículos de primera necesidad, que se venden caros y en divisa.

Yelena, cajera de la oficina de la tienda La Sorpresa, aseguró al DIARIO DE CUBA, que hasta ahora FINCIMEX no ha comunicado a sus trabajadores la fecha del cierre de las operaciones de Western Union.

Confirmó que "las operaciones se mantienen, no han sufrido ninguna alteración, y el flujo de dinero relacionado con las remesas continúa a su ritmo habitual".