Ante lo que las autoridades han definido como "complejo panorama epidemiológico" en Sancti Spíritus, han determinado postergar el inicio del curso escolar 2020-2021, previsto para este dos de noviembre. La provincia se encuentra en fase de transmisión autóctona limitada desde comienzos de octubre a causa del fuerte rebrote de Covid-19.
Según recogió la oficial Agencia Cubana de Noticias, este territorio tiene casos confirmados del nuevo coronavirus en sus ocho municipios, más de 1.200 personas en centros de aislamiento, varios eventos de transmisión abiertos y disímiles controles de focos activos.
En declaraciones a la prensa, Andrei Armas Bravo, director de Educación en Sancti Spíritus, dijo que más allá de esta decisión continúa la preparación de los docentes para cuando las condiciones sanitarias permitan empezar el próximo periodo lectivo, sin una fecha para esto por el momento.
Previo a ese inicio, admitió Armas Bravo, el sector educacional en Sancti Spíritus tiene que culminar algunas evaluaciones que aún quedan pendientes del curso 2019-2020, sobre todo en la capital espirituana, la más afectada hoy por el Covid-19.
Reiteró que los estudiantes de duodécimo grado no se presentarán a la segunda convocatoria a los exámenes de ingreso a la Educación Superior este 3 de noviembre, por lo cual deben continuar su preparación como lo han hecho hasta ahora y aplicando las más diversas vías.
Desde que puedan retomarse las actividades docentes, subrayó, continuará también la preparación intensiva de esos alumnos.
A inicios del presente mes, y ante la rápida dispersión del virus, Teresita Romero Rodríguez, vicepresidenta del Consejo de Defensa Provincial, anunció el reforzamiento de las medidas para contener su propagación, entre ellas, la suspensión de las evaluaciones pendientes en los diferentes niveles educativos.
Con la notificación de 11 casos en el parte del martes del Ministerio de Salud Pública, desde el comienzo del rebrote el ocho de septiembre se han diagnosticado en el territorio 380 personas con Covid-19; mientras, la tasa de incidencia por cada 100.000 habitantes sigue entre las más altas de Cuba.