Cuba resultó electa junto a Suriname y Brasil para integrar el Comité Ejecutivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) durante el segundo día de sesiones del 58 Consejo Directivo de la OPS, una decisión a la que se opuso la delegación de Estados Unidos.
Kristen Pisani, la directora de la Oficina de Asistencia Económica y Desarrollo del Departamento de Estado de EEUU intervino durante la sesión para oponerse "categóricamente" a la candidatura cubana, pues cuestionó las llamadas "misiones médicas" de la Isla y acusó al régimen de "trata de personas".
La funcionaria también cuestionó el programa "Más Médicos", desarrollado en Brasil y afirmó que la elección de Cuba sería ofensiva y que podría "socavar los principios de esa Organización".
En ese sentido la viceministra cubana de Salud, Marcia Cobas, afirmó que los señalamientos de la representante de EEUU eran falsedades, y dijo que el Gobierno estadounidense tiene un fondo de 3 millones de dólares para "comprar testimonios falsos" con el propósito de deslegitimar las "misiones" médicas cubanas, pero no mostró prueba alguna.
También el ministro de Relaciones Exteriores de la Isla, Bruno Rodríguez Parrilla, celebró en Twitter la elección, agradeció a los países que apoyaron la candidatura y afirmó que EEUU "una vez más queda aislado internacionalmente en su campaña de descrédito".
La delegación cubana que participó en el evento realizó propuestas para reforzar la cooperación médica ante la pandemia del coronavirus, un excelente negocio para el Gobierno de la Isla.
La exportación de servicios profesionales, fundamentalmente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios. En 2018 esta actividad generó ingresos por 6.400 millones de dólares a La Habana, muy por encima del turismo.
Además de tener que entregar como mínimo las tres cuartas partes de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de libertades fundamentales.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna". Esta situación ha sido mucho peor en Venezuela, según testimonios de los propios médicos que han logrado escapar.
La OPS, por otra parte, ha sido sumamente criticada debido a su apoyo al programa "Más Médicos" en Brasil, y un grupo de médicos cubanos los demandó en 2019 en nombre de los profesionales que participaron en el mencionado programa.
Los profesionales alegaron que fueron víctimas de tráfico humano y que la OPS sólo les pagó un 10% o menos de los honorarios que Brasil le abonó a la institución por sus servicios. Aseguran que la OPS le pagó al menos un 85% de ese dinero al Gobierno cubano y retuvo el 5% restante, y que los debe compensar con el monto total que pagó Brasil por sus servicios, más los daños ocasionados.
Una "contundente victoria" sobre el imperialismo yanqui. Deberían los americanos parar de financiar todas esas organizaciones izquierdosas en manos de políticos y administrativos corruptos que se mojan también con las ganancias del biranato.
Para nada les importa la esclavitud de los médicos.
EEUU DEBE RETIRARSE DE ESA ORGANIZACION PURAMENTE DE LA EXTREMA IZQUIERDA Y QUE GESTIONEN EL ASUNTO DE LA SALUD EN LA REGION SIN LA PARTICIPACION DEL DINERO DE LOS CONTRIBUYENTES AMERICANOS QUE SE OPONEN A AL DESVERGONZADO NEGOCIO DE LA ISLA CON SU PERSONAL DE SALUD.