El número de personas que trabajan en Cuba aumentó en 2019 en un total de 102.520, según datos de la estatal Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), pero los ocupados en la economía representan solo el 41% del total de la población.
Un análisis de los datos publicado por el sitio oficial Cubadeate, admite que "a la fuerte tensión que impone de por sí la propia dinámica demográfica, que se manifiesta en las bajas tasas de fecundidad y una alta esperanza de vida, se le suma los que por diversos motivos no se incorporan al trabajo".
La cantidad de trabajadores contratados por el Estado aumentó en 11.547 con respecto a los contabilizados en 2018, luego de descender durante los últimos años.
Un informe del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) señaló que dentro de esos nuevos ocupados en la economía los maestros tenían un peso considerable. En agosto de 2019 más de 8.000 profesores decidieron regresar a las aulas después de que el Gobierno incrementara los salarios en el sector presupuestado.
En el sector privado el alza continúa. Los que el Gobierno bautizó eufemísticamente como cuentapropistas ya son el 41% de ese grupo con 1.506.673 cubanos.
Según las estadísticas, dentro de este sector el cooperativo es el que más crece (296.192 más con respecto a 2018), excepto las cooperativas no agropecuarias que registran 1.415 socios menos.
El año pasado fue el Gobierno cubano el que puso a las cooperativas no agropecuarias. Dijo que no admitiría la creación de nuevas, y justificó que el objetivo era "concentrar los esfuerzos en la consolidación de las ya constituidas de manera experimental".
La propiedad cooperativa integra a las Cooperativas de Producción Agropecuaria, las Unidades Básicas de Producción Cooperativa y las Cooperativas de Créditos y Servicios. Este sector (agricultura, ganadería y silvicultura) mantuvo en 2019 su condición de líder al emplear la mayor cantidad de fuerza de trabajo en Cuba: 792.400.
Sin embargo, esta actividad sigue sin desempeñar el rol que le corresponde en el sistema económico nacional, admite el portal oficial, pero sin profundizar en las causas. Análisis oficiales exponen que el 50% de los alimentos que Cuba importa cada año podría producirse en el país.
El pasado mes de mayo cuando se agudizada el desabastecimiento en la Isla producto de la pandemia de Covid-19, un grupo de campesinos y mujeres cubanas plantearon al Gobierno varias demandas para evitar la hambruna.
La Liga de Campesinos Independientes y el capítulo cubano de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) reclamaron libertad para la producción y distribución de sus productos y para fijar los precios de acuerdo con el mercado.
Asimismo, demandaron libertad para importar y exportar directamente, incluso a EEUU, eliminar por diez años todos los impuestos a productores y procesadores de alimentos, y facilitar la entrega de títulos de propiedad permanentes a todos los productores agrícolas.
Por otra parte, según los documentos oficiales, los jubilados reincorporados y los menores de la edad laboral que trabajan de manera autorizada también fueron más en 2019, aunque en este último segmento apenas se incluyen 4.377 personas.
Según la ONEI, la población no económicamente activa disminuyó en 2019. Señala que se cuantificaron 99.959 personas menos dedicadas a los quehaceres del hogar.
El número de inactivos, aquellos que no trabajan ni estudian, también se redujo (17.170 menos que los reportados en 2018). Y según valoraciones del MTSS es la primera vez que apunta hacia la baja en los últimos cuatro años.
El sitio oficial admite que las causas de que todavía un amplio grupo de personas están desmotivadas y no trabajan, aun encontrándose en condiciones para hacerlo, pudiera ser el salario.
El año pasado creció el salario medio mensual en Cuba, pero solo cuatro dólares para ubicarse en 879 pesos (equivalente a unos 35 dólares) e insuficiente para satisfacer todas las necesidades en un país donde se abren tiendas en divisas.
En los registros de la ONEI no aparece el acápite de quienes trabajan en la informalidad, pero Cubadebate incluye en este grupo a personas que se ganan la vida "por las calles vendiendo productos, en el interior de una cocina de un negocio privado o en la comodidad de su vivienda revendiendo, puertas adentro, mercancía traída desde el exterior o adquirida de manera ilegal dentro de fronteras".
Producto de la pandemia, la cifra de trabajadores del sector privado con suspensión temporal de su licencia llegaba a 222.723 al cierre del mes de abril.
Para estos trabajadores, a falta de una ley de Pequeñas y Medianas Empresas, el panorama se ha vuelto cada vez más difícil ante la situación de desprotección en que los coloca la legislación cubana.
Cuantos hay en la siembra de marabu y en la produccion de carbon? En EEUU se necesita carbon para los asados de fin de semana,,,,
Pero... Y en qué trabajan?, Que producen?...waoo!
En un país donde no se produce nada es asombroso que hay tanta gente "trabajando". Ellos mismo se manipulan los datos.