El Gobierno de la capital ordenó la restricción de movimiento de los vendedores ambulantes particulares y de las personas en general, que ahora solo podrán comprar en los establecimientos estatales de sus propios municipios de residencia, como parte de nuevas medidas que implican la militarización y el cierre de La Habana para contener el coronavirus.
Según un resumen de la Mesa Redonda del jueves, publicado por el sitio oficial Cubadebate, los denominados carretilleros solo podrán ofertar sus productos en su municipio para evitar la movilidad entre los territorios capitalinos.
"Para disminuir la movilidad de las personas asociadas a la compra de productos de alta demanda en CUC a través de las tiendas de CIMEX, tiendas Caribe y Caracol, esas compras se restringen solo al municipio de residencia de las personas. El documento que lo acredite será el carné de identidad", señaló el medio.
El gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, dijo que se seguirá empleando la actual red de comercialización de productos, a la cual "se adicionan 139 puntos en los barrios".
El economista cubano Oscar Fernández, quien se desempeña como profesor de la Universidad de La Habana, consideró esta medida como contraproducente".
Señaló que prohibir a los ciudadanos comprar productos de primera necesidad fuera del municipio de residencia oficial "no reduce necesariamente la movilidad y sí agrega tensiones a los tantos habaneros que residen de facto en una dirección diferente a la de su carné de identidad".
Además, mencionó que "sin transporte urbano, con restricciones al transporte privado e inhabilitados para comprar en sus cercanías, estas personas se quedan sin opciones", por lo que opinó que "debería reconsiderarse" dicha disposición.
En medio del desabastecimiento y las colas que diariamente tienen que realizar los cubanos para comprar unos pocos productos básicos, las tiendas recaudadoras de divisas CUC, MAI, Mercados Ideales y otros solo abrirán de lunes a sábado de 9:00AM a 4:00PM y los domingos de 9:00AM a 1:00PM.
Las autoridades anunciaron además la venta de los cuestionados módulos de alimentos y aseo "a aquellos centros que sean imprescindibles en esta etapa".
También se limitará aún más la venta a productos alimenticios y de aseo, y las bebidas alcohólicas solo para consumir en la casa, aunque se mantienen las ventas en las tiendas abiertas para la venta exclusiva en dólares.
Las familias se han quedado sin opciones de comprar ropa y zapatos, productos que el Gobierno no considera de primera necesidad. Muchas madres con niños sufren porque los pequeños crecen y no tienen forma de vestirlos y calzarlos.
Según García Zapata, la adopción de estas nuevas medidas responde al "reclamo de la población para garantizar mayor disciplina, exigencia y rigor" frente al Covid-19, a la que en parte culpa por los rebrotes del coronavirus.
"El incremento de los casos confirmados de Covid-19, a partir del 24 de julio, y la ocurrencia de transmisión local demostrada prueban su necesidad", añadió.