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Cubanos aislados por el mundo

El músico cubano Víctor Navarrete en Madrid: 'No tengo miedo, los músicos vivimos del invento'

A pesar de la crisis, el guitarrista es optimista: 'El ocio forma parte de los aspectos vitales del ser humano, si no sale por un lado saldrá por el otro'.

Madrid
Víctor Navarrete en su casa de Madrid.
Víctor Navarrete en su casa de Madrid. DDC

"Soy músico 28 horas al día", dice Víctor Navarrete, que vive en España desde 1998. "He visto muchos cambios desde entonces". Guitarrista y compositor, nacido en Santa Clara, se graduó en la Escuela Nacional de Artes (ENA) de La Habana en 1997. Desde entonces ha acumulado un extenso currículo, trabajando con bandas y figuras nacionales e internacionales como Pastora Soler, Beatriz Luengo, Alain Pérez, Fermín Muguruza, Pavel Urquiza, Lolita, Carlos Jean, y Conexo Trío, entre otros. 

Víctor tiene 42 años y vive solo en Madrid, pero tiene la custodia compartida de sus dos hijos. "Van y vienen sistemáticamente", me aclara. Él, por su lado, está confinado desde el mismo momento en se declaró el estado de alarma en España: hace ya 45 días. 

En este momento, España es el segundo país del mundo con más casos confirmados de coronavirus: 210.773 y 23.822 fallecidos (a 28 de abril), con Madrid a la cabeza, con 59.784 positivos y 8.048 muertos. Aunque la cifra de muertos en el país ha vuelto a descender este martes. Además, según los datos de Sanidad las personas que han sido dadas de alta durante la última jornada duplican a las que han tenido que ser hospitalizadas. Todo ello devuelve en cierta manera la esperanza para la desescalada en los próximos días.

Pero la crisis no es solo sanitaria. Se estima que la crisis económica podría ser más aguda que en 2008. A causa de la pandemia, España está sufriendo su mayor caída de empleo desde 2013. El sector de la cultura es uno de los más afectados, con el cierre total de todos los lugares de ocio, sin un horizonte próximo de reapertura.

Antes del confinamiento, Víctor estaba contratado para dar clases de guitarra en un centro de mayores, y tenía tres orquestas de guitarras de entre 10 y 15 guitarristas, pero la pandemia ha detenido muchos de sus proyectos.

¿Cómo es un día tuyo de confinamiento? 

No es nada incómodo para mí, por lo general soy bastante hogareño y disfruto mucho de mis momentos en soledad. Es un tiempo idóneo para darle un poco de calma a la vida, hacer planes, es un magnífico momento para cultivarse sin la presión de tener que demostrarle al día a día tus habilidades, para disfrutar del tiempo, para leer, aprender algo. Es un momento para mirarse por dentro, potenciar gustos y arreglar lo que uno cree que no lleva bien, fomentar la concentración. Nos obliga a encontrar otros canales de funcionamiento, eso agudiza el ingenio.

Mis días oscilan entre buenas sesiones de estudio, sin la presión de que tengo que aprenderme o preparar tal repertorio y tenerlo listo ya mismo. He trasladado mis habituales clases de guitarra al sistema online, lo cual también te hace establecer otra dinámica y otro sistema. Hago ejercicios físicos en casa, esto es genial porque no solo puedo colocar la acción en un momento del día cualquiera, es que también puedo hacer o creerme que puedo hacer varias cosas simultáneas. Aspecto que con una vida más agitada me resulta muy difícil. Por ejemplo, cocinar y hacer ejercicios o limpiar la casa y hacer ejercicios, o simplemente cualquier cosa sin tener la presión del tiempo encima. Aprovecho y aprendo algo, ahora justo estoy haciendo un curso de publicidad y marketing online.

También estoy haciendo loops de música (especialmente guitarras y bajos) para una empresa de sonido, lo cual me ocupa algún tiempo frente a los equipos de grabación, algo apasionante para mí. Además, leo bastante y medito.

Siendo el sector de la cultura y los espectáculos uno de los más afectados por esta crisis sanitaria, ¿cómo repercute esto en tu profesión y en tu economía?

Un parón así y general provoca retrasos, cancelaciones, proyectos que se posponen, incluso planes que se enfrían… Y todo eso me pasó, claro.

Sin embargo, no tengo miedo, quiero decir, soy músico y los músicos vivimos del invento, el ocio forma parte de los aspectos vitales del ser humano, si no sale por un lado saldrá por el otro. En general prefiero ver oportunidades que imposibilidad.

¿Te has planteado salidas laborales ajenas a tu profesión? 

Por supuesto, es una cuestión de supervivencia, y para tocar también hay que comer. Por otro lado, soy padre de dos hermosos niños y eso, independientemente a todo, le da una condición diferente al SER y al ESTAR…

Lo de la publicidad y marketing online es algo que pienso usar para fortalecer mi carrera como músico, es más bien para adaptarme al funcionar actual. También te digo que en estos momentos de incertidumbre uno mira a diestras y siniestras para ver cómo y dónde posicionarse ante el momento que vivimos, una parte del día también se la dedico a esto. Hay que tener en cuenta que como músicos, o pertenecientes al mundo de la cultura en general, no estamos muy respaldados por las medidas de recuperación, me afectará si pretendo funcionar como antes en un momento en el que casi todas mis acciones se han visto vulneradas con la aparición del virus.

¿Cómo percibes que se está tomando tu gremio esta crisis?

Mi gremio está bastante activo, cultiva mucho y con mucha agilidad todo lo que es el funcionar virtualmente. Nadie se quedó de brazos cruzados, viendo cómo pasan los días y que nuestros beneficios dependen mucho de nuestro accionar diario. Los artistas están potenciando su accionar virtual, las redes sociales están llenas de propuestas, la gente busca ideas nuevas de cómo expandir su producto, hay muchos lives en Facebook, muchos conciertos en Instagram, YouTube tiene mucha actividad ahora también. Aunque aún no sé cómo se comportan todas estas actividades frente a nuestros beneficios.

Los músicos, que no contamos con apoyo o un plan de recuperación, ayudas y cosas por el estilo, comenzamos a agruparnos y crear plataformas que respalden nuestras actividades. Vivimos del invento, entonces, el intelecto está activo. 

¿Cómo ves a largo plazo la vuelta a los escenarios?

Parece que la recuperación del funcionamiento normal se va a demorar bastante, pero todavía forma parte del horizonte de todos. Creo que hasta que no nos acostumbremos bien a este cambio, seguiremos añorando y, por otro lado, potenciando canales alternativos de actividad. 

La situación es bastante incierta para todos, y el tránsito depende de cuán rápidos seamos en normalizar la situación. Por lo pronto no veo escenarios, más allá de las distintas vidas expuestas, sin tanta alfombra roja.

Como mismo hay iniciativas para ofrecer conciertos online, también algunos creadores y trabajadores de la cultura realizaron un "apagón cultural" en protesta a la falta de medidas del gobierno español, ¿qué opinas de ello? 

El Gobierno se olvidó de nosotros, al mismo tiempo que los músicos no estamos organizados ni agrupados, lo cual también entiendo que hace difícil para ofrecer algún tipo de ayuda a un sector que tiene mil ramificaciones donde casi todo perfil entra en varias. Por otro lado, esto es España, que tampoco se caracteriza por valorar tanto a sus artistas en general. 

Pero la huelga no me pareció efectiva, que no se publique nada durante un par de días no hace nada. Deberíamos apoderarnos de la oportunidad de hacer ver cómo y cuánto valemos. Es momento de ser prácticos.

¿Tienes pensado alguna iniciativa de promoción online?

Sí, claro que tengo pensado exponer algo virtualmente. Nos vamos adaptando, ocupo gran parte del tiempo en organizar las mejores formas de hacerlo. No quiero hacer pieza tras pieza sin más, y tampoco no obtener beneficios de ello.

Con respecto a la vida familiar, teniendo la custodia compartida de tus hijos, ¿has podido verles durante la cuarentena?  Cómo ha influido en ellos este confinamiento, aunque desde este domingo 26 de abril les permiten salir una hora.

Mi hija pequeña de dos años y medio está en El Escorial con su madre y la familia de esta, nos hacemos videollamadas diarias. Mi hijo mayor, de 12 años, está con su madre, cuya casa no es demasiado lejos de la mía, por lo que tengo más facilidad para verle.

Aunque todos tenemos que adaptarnos, creo que a ellos les influye más el no salir. Mi hijo Gabriel ya está en una edad algo más introvertida, y tal vez controla más sus emociones a la hora de explicarlo. En ocaciones le veo resignado a entender la situación sin aparente motivación, en otros momentos se sobrepone y busca hacer del tiempo algo más productivo, aprendiendo cosas nuevas, leyendo. Pero añora mucho la vida social... También se queja de la escuela online, porque no es menos excesiva o exigente que la presencial.

La pequeña es la reina de allí donde se encuentra y probablemente como tiene menos capacidad de entender lo que pasa, tal vez le consienten más. Ambos, al cerrarse su círculo funcional, están un poco más empantallados, aunque también creo que todos, de una forma u otra, también lo experimentamos.

Sé que algunos amigos del cole y del barrio de mi hijo se habían organizado para hacer individualmente visitas para verse o saludarse al menos desde la calle al portal. En los días que estuvo conmigo podía verle quedar con algún amigo a las 8:00 PM (hora de los aplausos) para subirse a la azotea y verse desde ahí, hablaban con el móvil, de tejado a tejado, en casas que están a unas calles de distancia una de otra.

Mi pequeña vino la semana pasada con su madre y estuvo un par de días con nosotros en casa (mamá, papá, el hermano mayor y la pequeña), y luego regresó a casa de la abuela. Hay que tener en cuenta que me cambié de casa justo antes del confinamiento y al menos me dio tiempo a trasladar mis cosas, pero no tanto la de mis hijos, entonces apenas tenían cosas suyas en casa. Sé que salió de paseo con su mamá por el campo en El Escorial.

¿Qué es lo que más te preocupa de esta crisis sanitaria?

Lo que más me preocupa es el estado de control y la militarización de la situación, la pérdida de derechos tras un violento e impuesto cambio en la vida de todos. La incertidumbre que hace que nadie pueda hacerse un plan de recuperación claro. La crisis que traerá tanta falta de producción y un incremento del consumo en necesidades básicas, al mismo tiempo de que no todos estamos confinados en la misma situación, tampoco saldremos todos de la misma manera ni con los mismos recursos.

Por otro lado la hipótesis de que todo esto es más que una pandemia, un plan macabro de control, eso me gusta bastante menos que todo lo demás.

¿Qué es lo que más extrañas de la vida antes del confinamiento?

El contacto humano, los abrazos, los escotes, la juntamenta. Mis hijos.

¿Qué es lo que te gustaría hacer cuando termine el confinamiento?

Tocar, salir a tocar, pero eso parece poco probable ya que la salida también se hará controlada y no creo que todos los organismos comiencen a funcionar simultáneamente. Lo que más me gustaría está más bien en poderme armar de una recuperación que me permita hacerme cargo de la vida sin mayores pérdidas.

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1 comentario

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Los musicos solamenrte no ,,,,todos los cubanos llevan 61 anos viviendo del invento,,,