"Mi niña Cora estuvo 10 días con fiebre, y así fue que empezó mi cuarentena", dice Caridad Y. Pérez Ortiz, una cubana de 38 años que vive en Florencia con su hermano, su esposo italiano y la hija de ambos, de 8 años. Italia es el país europeo más castigado por la pandemia del Covid-19, con 143.626 casos confirmados y 18.279 muertos (hasta este 9 de abril).
El 10 de marzo, cuando el número de infectados en Lombardía equiparaba ya al de Wuhan, epicentro de la pandemia, el primer ministro italiano, Giuseppe Comte, emitió una declaratoria de cuarentena de cuatro semanas para todo el país. Desde ese día 60 millones de personas en Italia tienen restringida su libertad de movimiento y solo pueden salir de casa en situaciones de emergencia.
Desde el 1 de abril el Gobierno italiano permite que los niños tengan paseos breves cerca de sus casas. Los menores deberán estar acompañados de un progenitor y respetar las recomendaciones de distanciamiento social. Pediatras habían advertido que el confinamiento "a la larga puede hacer mucho daño a su salud, física y mental".
Caridad reside en Italia desde hace 20 años y trabaja como vendedora en una tienda de zapatos en la Estación Central de Santa María Novella, en el centro de la ciudad. Desde que empezó el confinamiento, el desayuno se ha vuelto "el momento más importante de todo el día. A las 9 AM el sol entra por esa ventana y nos acompaña justo el tiempo que dura el desayuno", explica.
¿Cuánto tiempo llevas de confinamiento?
No salgo desde hace un mes... Tuve que salir para hacer algunas visitas médicas, pero la ida por la vuelta. Salgo porque es necesario, estoy embarazada y tengo que hacerme controles. Lo supe en la última semana de febrero. Ya el trabajo empezaba a escasear y se acercaba mi semana de vacaciones, viendo que el trabajo era poco, me dieron la primera semana de marzo... Justo cuando comenzaron a cerrar el país.
En Italia ya sabíamos de esta enfermedad, pero las noticias eran muy inciertas. Decían que eran pocos casos, que era una simple influenza. Que no mataba a nadie, que los muertos eran solo por complicaciones de enfermedades respiratorias que ya tenían. Seguían dejando entrar a todos. Hablábamos de todos los casos que había en Wuhan y pensábamos que no había que alarmarse, que en Italia estábamos seguros.
Sucedió una cosa muy peculiar en la última semana de febrero, cuando todos lo negocios estaban abiertos y aún no se había lanzado la alarma: todos lo negocios chinos cerraron y solo ellos iban con mascarillas. Iniciaron así la cuarentena ellos solos, sin esperar el aviso de nadie. En la Toscana tenemos la segunda colonia más importante de chinos en Prato. Yo siento mucha admiración por ellos desde niña, adoro la cultura china y habíamos estado en la fiesta del Nuevo Año Chino. Fue increíble el odio que se empezó a respirar, y eso me volvía loca, no lo soportaba.
Cómo es un día tuyo de confinamiento.
Inicio mi día dándole un beso a mi perro, le abro la puerta para que salga a la terraza y preparo el desayuno para toda la familia. Primero se despierta mi hermano, a veces me tiene noticias frescas de Cuba porque con el cambio de horario cuando aquí dormimos, ya sabes, allá se conectan...
Después le toca a mi niña y a mi marido, le llevo el café a la cama a él y a ella me la como a besos... Luego del desayuno hago las tareas con Cora. Terminamos a la hora del almuerzo casi. Mi marido sale a comprar la comida al mercado y prepara el almuerzo. Mi hermano y yo limpiamos la casa. Cogemos un poco de sol, se almuerza, Cora se pone a mirar la tele, nosotros leemos, escuchamos un poco de noticias, miramos un telefilm, ponemos música, hablamos con amistades al teléfono... Cuando vienes a ver ya es la hora de comida.
Hago de todo para matar el tiempo, pero un mes es mucho tiempo, pero todo, TODO, al final se vuelve tan monótono que no te importa nada, la única cosa que te pide el cuerpo es salir del encierro. A mí me encantaba correr por las mañanas, ahora no puedo, pero igual amo caminar y respirar aire fresco. Estar así es muy duro. Pero, claro, es peor esa enfermedad y cuando tienes una peque y estás embarazada, te puedes imaginar el terror.
Mi nena desde hace un par de días ha empezando a lamentarse. Juego con ella a las barajas, le hago hacer diseños, la pongo a leer, pero la clausura se siente y ¡cómo se siente! Ella no es muy estudiosa que digamos, pero ya no ve la hora de que empiece la escuela para salir de estos cuatro muros.
Yo respeto la reglas y no salgo, pero justo la semana pasada me di cuenta que a Cora le faltaba el aire, no podía más de estar encerrada. Y hablé con una amiga por Facebook, ella trabaja en el hospital de niños Meyer, le pregunté que le parecía si podía salir a tomar una boccata di aria como se dice aquí. Salí con ella, pero por unas calles que no son muy transitadas.
¿Ha cambiado el encierro el carácter de tu hija?
No ha cambiado su carácter, pero se aburre... No puede correr, no puede jugar ni salir, ¿cómo podemos esperar que se sienta?
Cora no duerme bien, y yo tampoco. Me despierta todas las noches. No logra conciliar el sueño, y es muy duro. Es que no se cansa. Para colmo está delante de la computadora para estudiar.
¿Crees que esto repercute en su desarrollo académico?
Por supuesto que sí. El rendimiento no es el mismo… Nuestros hijos al crecer nos cogen la baja, la mía es muy intranquila y poco estudiosa. Pero con los exámenes serán flexibles con todas las edades. No les queda otro remedio.
¿Te hubiera gustado que fueran más flexibles las medidas de confinamiento como en Alemania?
Bueno, en Alemania la sanidad pública es mucho mejor que en Italia. Todos los problemas que hemos tenido acá es porque a la sanidad le dieron muy poca importancia en los últimos gobiernos.
¿Crees que la medida de confinamiento total trajo aparejada una pérdida importante de libertades?
Al inicio lo tomé a broma, tanto mi hermano como yo vivimos el Periodo Especial en Cuba, qué me va hacer un confinamiento con todos los recursos, con comida y electricidad. Pues cuando llevas un mes encerrada en casa te das cuenta que la libertad es la cosa más grande que tenemos. ¡Y en un niño pequeño es problema serio!
¿Cómo se toman la pandemia en Italia?
En Italia la pandemia nos la estamos tomado muy mal... Porque Italia políticamente hablando está dividida en dos: la derecha es el lado más importante en este momento, ganó las elecciones y es un poco fascista; la izquierda a su vez es la de los nuevos comunistas, digo "nuevos" porque esta gente no sabe lo que es comunismo y nunca lo sabrán. Y ahí están. El año pasado tuvimos un buen explote de "Italia es para los italianos, basta extracomunitarios, basta de barco de negros, etc.", fue una dura y triste realidad. Pero así funciona aquí, son solidarios y son racistas.
Ahora mismo tenemos un Gobierno de emergencia donde hacen lo que les da la real gana. La situación no es de las mejores y cuando empezó todo el mundo (sobre todo la Unión Europea) le dio la espalda Italia.
La Unión Europea le ha dado la espalda a Italia, Francia y España, y el famoso eurobono para casos como este no puede ser tocado ¿gracias a Alemania? Que Italia tenga ayuda de países como China, Cuba y Rusia es increíble... Para mí la ayuda que llega en el momento de una verdadera necesidad es la más importante y te lo dice todo. Solo espero que podamos salir de esta lo más rápido posible.
Como embarazada, has tenido que ir a chequeos, cuéntame de esa experiencia.
En Florencia hay un sistema sanitario óptimo para las embarazadas. Nos dan una libreta sanitaria para embarazadas donde te siguen paso por paso la gestación, y muchos de los análisis no se pagan, al menos que uno quiera profundizar. Si hablamos de sanidad, pues, es óptima.
Pero ahora con las nuevas reglas sanitarias es un poco complicado. Solo puedes entrar al hospital por apuntamientos y no te dejan entrar si no es así. Todos tienen mascarillas y guantes, y da mala impresión, pero es lo que toca.
¿Han tenido desabastecimiento en los mercados?
Al principio sí. Fue tremendo, la gente dejaba los estantes vacíos. Pero por la televisión decían de no comprar más de lo necesario, que no íbamos a tener ningún problema con los abastecimientos, y así fue.
¿Crees que Florencia volverá a ser la misma ciudad después de esto?
Ya no me preocupa ni la economía ni los estudios, lo que me tiene más intranquila es lo que va a venir cuando salgamos de esto. Los niños, ancianos, todos van a tener miedo de dar la mano, de dar un simple beso. Ninguna ciudad va a ser la misma, ningún país va a ser el mismo después de esto. Todos van a tener miedo.
No pido ni deseo regresar a la vida de antes porque después de esto creo que cambiará todo. Pido solo salud y fuerzas para todas las personas que conozco, para todos mis amigos y familiares. Con un niño en el vientre te puedes imaginar cómo me llegan todas estas informaciones, toda esta locura. No es cuestión de ser aprensiva o más sensible, es cuestionarlo todo y sacar la verdad en todo este caos de noticias. Aquí todos tienen miedo a una recaída, y con razón, estamos luchando contra algo invisible.
Qué es lo primero que te gustaría hacer cuando esto acabe.
La primera cosa que haré cuando salga de la cuarentena... Pues dar un paseo al aire libre con toda mi familia, ir a la playa y respirar un poco de ese olor a mar y pinos que me falta tanto. Aquí en la Toscana hay una zona que me encanta, Marina di Bibbona, un parque natural. La otra cosa que haré será comerme una buena pizza.
en italia no hay ningun gobierno de emergencia.hay un gobierno, hecho en septiembre 2019, que comprende fuerzas de izquierda.
Bello comentario y una realidad. Bendiciones y que DIOS nos proteja.