Michelle Bachelet optó por el tono conciliador, suavizando sus críticas y señalamientos al régimen de Nicolás Maduro, en lo que fue la presentación oral de su último informe dedicado a Venezuela. La ex presidenta de Chile concluye su mandato como alta comisionada de la ONU para los derechos humanos este 31 de agosto y decidió no presentarse para un segundo periodo.
El 1 de septiembre de 2018 Bachelet asumió este cargo y poco después ocurrió una votación en el seno del Consejo de Derechos Humanos. Recibió un mandato expreso para darle seguimiento a las crisis de los derechos humanos en Venezuela y en Nicaragua, mediáticamente sus pronunciamientos sobre el chavismo tuvieron más eco y, en el ínterin, el Gobierno de Maduro se allanó a colaborar con la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, algo que el régimen de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo no hizo.
Dadas las maniobras diplomáticas de Cuba en el seno de la ONU, se evitó que Bachelet tuviese un mandato para investigar y documentar las violaciones a los derechos humanos en la Isla por parte del castrismo. Ni siquiera la masiva represión registrada el 11 de julio de 2021 hizo cambiar esto, y la propia Bachelet optó por mantener un bajo perfil en relación a Cuba, pese a diversas solicitudes de organizaciones especializadas.
Por el sistema rotatorio de cargos asignados por regiones y la filigrana de negociaciones que existen en la ONU para designaciones de este tipo, difícilmente la nueva persona seleccionada para dirigir el alto comisionado provenga de América Latina. "Que el nuevo alto comisionado sea europeo, asiático o africano, será sin duda una buena noticia para las dictaduras latinoamericanas, porque se desplazará el foco de atención", avizora un diplomático sudamericano en Caracas al ser consultado por DIARIO DE CUBA.
"Que una ex presidenta de la región, identificada con la izquierda fuese quien hizo severas críticas a los regímenes de Venezuela y Nicaragua, además hablando en español, todo eso tuvo un gran impacto simbólico, y con la salida de Bachelet ya no se tendrá esa huella política", sostiene este diplomático.
Diosdado Cabello, el número dos del chavismo, celebró este 29 de junio que ya concluye el mandato del alto comisionado y que Bachelet no seguirá en el cargo. "Tiene una fijación con Venezuela", dijo el ex militar.
En el caso de Nicaragua, como lo reseñó DIARIO DE CUBA, Bachelet expresó públicamente su impotencia porque no logró abrir canales de diálogo y colaboración con el régimen de este país centroamericano.
Con Venezuela, en cambio, después de unos duros informes iniciales, en 2019, el tono se fue suavizando. Incluso el chavismo utilizó una amistosa imagen de Bachelet y Maduro conversando por Zoom que generó mucha polémica por la sonrisa abierta que tenía la ex presidenta chilena.
En su última comparecencia pública dedicada a Venezuela, este 29 de junio en Ginebra, prevaleció un tono conciliador, matizando algunos aspectos, dejando en evidencia la colaboración de Maduro y dándole relevancia a un tópico crucial para el chavismo: condenar las sanciones de Estados Unidos y conectarlas con la crisis generalizada de derechos humanos que se vive en Venezuela.
De acuerdo con la ex presidenta chilena, las sanciones de EEUU "han exacerbado las situaciones económicas y humanitarias preexistentes" y "esto habría afectado especialmente a ciertos sectores de la población, como los que viven en pobreza extrema y los pueblos indígenas".
Que este marco de análisis figure entre los primeros puntos de su discurso, es sin duda una victoria para el chavismo.
"Venezuela ha dado algunos pasos hacia el fortalecimiento del "Estado de derecho (…) La reestructuración de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) continuó durante todo el periodo del informe. El ACNUDH prestó asistencia técnica al proceso (…) La información disponible sigue indicando una reducción significativa del número de muertes en operaciones de seguridad (…) El ACNUDH reconoce los esfuerzos para reducir el uso de la detención, incluida la prisión preventiva", se lee en diversos párrafos del discurso escrito distribuido por la ONU.
Sin embargo, al cierre del discurso se deja en claro una justificación general en favor del Gobierno de Maduro: "El ACNUDH reconoce las medidas adoptadas por Venezuela para la aplicación de las recomendaciones anteriores, dentro de los límites de los recursos disponibles afectados por las sanciones sectoriales y la pandemia de Covid-19".
Si bien Bachelet hizo críticas a la persecución contra periodistas, defensores de derechos humanos y activistas de la sociedad civil, poniendo de relieve la criminalización y estigmatización que se hace a través de la televisión oficial, en general prevalece un tono de reconocimiento de los esfuerzos de Maduro en materia de derechos humanos, lo cual se contradice con las denuncias de persistencia de las violaciones a derechos fundamentales que se realizan desde dentro de Venezuela por organizaciones locales.
Ciertamente, un punto de honor que había planteado Bachelet finalmente se cumplió. Se trata de lo que en su momento fue el grupo policial más letal del país. Sin embargo, defensores de derechos humanos venezolanos aseguran que solo se hizo una operación de maquillaje pero que persiste el problema de fondo.
"Las Fuerzas de Acción Especial de la Policía Nacional Bolivariana (FAES), que estuvieron involucradas en muertes en el contexto de operaciones de seguridad, han sido oficialmente disueltas", se congratula Bachelet. Esta había sido una de sus más insistentes solicitudes.
A su favor también visibilizó que la oficina local del alto comisionado en Caracas ya cuenta con 16 expertos foráneos trabajando allí. Inicialmente el Gobierno solo había permitido dos. En contraposición, según pudo conocer DIARIO DE CUBA, estos funcionarios de la ONU tienen prohibición expresa de dar declaraciones o pronunciarse públicamente sobre cualquier tema de derechos humanos, lo cual a fin de cuentas resulta ser entonces una presencia paradójica.
Son una suerte de convidados de piedra, tal como han venido señalando activistas de derechos humanos.
La culpa fue de Pinochet, que no enterró viva a esta vieja comunista cuando pudo; que felicidad le hubiera dado a la humanidad.
La señora Bachelet ha sido una eficiente compañera de viaje para las dictaduras de izquierda, si bien por momentos incómoda, como cuando no se plegó a ciertos requerimientos en Punto Cero, durante una reunión con Fidel Castro sobre estrategias políticas en América Latina. La ofuscación de Castro fue tal que ya recuperado de su grave enfermedad, temieron una recaida.
Para nadie es un secreto quiénes la impusieron en esa comisión mediante las retorcidas e inmorales negociaciones para cubrir todo alto cargo en NN.UU. Si ahora no se presenta de nuevo puede obedecer a dos razones, o el eje La Habana-Caracas le retiró el apoyo o le han dado un nuevo destino político en la nueva ola de gobiernos de izquierda.
La partida de esta petardista de cuello blanco es la mejor noticia para quienes respetamos el concilio dentro del sistema interamericano. Que le vaya bien.
Otra posibilidad es que está enferma, pues luce muy mal--parece un gollejo de naranja agria. De cualquier modo, ha sido una zorra perversa, pero tal gente siempre hay. Yo culpo mucho más a los chilenos por elevarla qué a ella por ser lo que es, y los chilenos confirmaron definitivamente su letrinamericanidad con elegir al Boric.
Vieja fea e hija de puta
Nada, que la vieja zorra es lo que es y no tiene otra cosa que dar. Despreciable.
Que se retire y que no jodas más. Estoy seguro de que Masburro le tienes un jugoso botín.
Bschelet es uno de los mâs sonados fracasos de los muchos que han tenido las agencias de la ONU. Su visita a China fue un desastre y la complicidad con el castrismo cubanos y feligreses es ya conocido.