Dos cosas hemos querido acentuar en los artículos precedentes: primero, denunciar la complicidad de los "socialistas puros" pro-gobierno en el mantenimiento de la dictadura; segundo, alertar sobre los peligros de tomar un camino inadecuado para Cuba, representado en los socialdemócratas. Intentaremos, en este artículo final, definir una visión alternativa y defender su adecuación para la Cuba poscastrista.
Cuba es una sociedad depauperada por un virus letal llamado castrismo. Como aún estamos en esa fase, solemos centrar el debate en como erradicar el patógeno, pero no debemos perder de vista que un organismo tan debilitado, es proclive a infecciones bacterianas que persisten incluso cuando se rebasa la enfermedad original. Cómo librarnos de esos gérmenes oportunistas es lo que debatiremos aquí.
El Estado de Bienestar escandinavo es diferente del canadiense y ambos difieren del alemán. Lo que tienen en común es la acumulación previa de capital en un entorno de libre mercado; lo que les diferencia son sus propias circunstancias histórico-culturales, en última instancia, antropológicas.
Intentar transpolar a Cuba experiencias triunfantes allá, es equivalente a usar un antibiótico muy específico sin saber cuál es el "bicho" que está infectando aquí. Como será imposible tener un diagnóstico concreto a priori, ya que no sabemos cómo interactuarán los factores políticos, jurídicos, sociales y culturales que moldearán la economía poscastrista, entonces, lo adecuado, será utilizar el antibiótico de amplio espectro que mejor resultado comprobado tiene: el sistema económico liberal.
Todo sistema económico debe responder lo siguiente: ¿Qué bienes producir, cómo producirlos, en qué cantidad y calidad, dónde producirlos y cómo distribuirlos? La respuesta que da la economía liberal es aminorar la intervención estatal como precondición para que surjan los precios de mercado, que son la información fundamental para armonizar la respuesta social a esas preguntas económicas. Y no solo de modo eficiente, sino también, si se adecuan los derechos de propiedad para minimizar las externalidades, de modo sostenible y justo: cada cual obtiene de la sociedad según aporta a esta.
Los precios de mercado son el reflejo más fiel del grado de escasez y demanda de bienes y servicios, por ello, son la herramienta fundamental para ajustar —de forma espontánea y descentralizada— producción y consumo; toda interferencia en ese sistema de señales descoordina y retrasa el progreso económico causando malas asignaciones (inversiones y gastos) de recursos.
De ahí que el rol fundamental del Gobierno poscastrista no puede ser diseñar, mediante ingeniería social, la Cuba que el partido político de turno desee, sino, crear las condiciones básicas para que las personas decidan su futuro. Lo cual se puede sintetizar en el lema con el que la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) llegó al poder tras la Segunda Guerra Mundial y transformó a la RFA: "Seguridad. ¡No experimentos dudosos!" (en alemán suena mejor).
Punto neurálgico será como gestionará el Gobierno poscastrista el ahorro —imprescindible para invertir en capital fijo— que llegará mediante inversión extranjera y, muy principalmente, mediante préstamos de instituciones supranacionales —FMI, Banco Interamericano, Banco Mundial— que sin dudas abrirán sus bóvedas a una Cuba democrática.
Lo recomendable sería que estos flujos no sean invertidos directamente por el Gobierno, sino que, a través del sistema financiero que la libertad de mercado genera, se conecten estos fondos con los empresarios privados.
Esto no quiere decir que el Gobierno no tenga política económica. Como encargado de la macroeconomía deberá cuidar el equilibrio fiscal y monetario, pero su rol fundamental será proteger la libertad e inviolabilidad de los contratos, proveer seguridad jurídica y estabilidad política. Si el proceso de creación de riquezas es justo, la distribución que se obtenga es también justa.
Un Estado que recauda poco es un Estado que interviene poco y permite sean los agentes económicos privados los que tomen las decisiones sobre el terreno, algo que maximiza el buen uso de los recursos. Hasta dónde "el poco", es una decisión social que deberá tener en cuenta cuidar y sostener a aquellas personas que, por razones diversas, les sea imposible aprovechar el sistema de mercado.
Es una buena guía la frase de Adenauer: "Tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario", entendiendo ese necesario desde el realismo y el largo plazo, pues no pueden resolverse todos los problemas inmediatamente y hay que hacer ajustes dolorosos, sobre todo los referidos a la flexibilidad laboral, en un país donde lo habitual durante 63 años ha sido la estabilidad forzada.
La política monetaria, "inevitablemente" en manos estatales, deberá ser muy restrictiva para mantener estable el valor de la moneda, y debe encararse un debate técnico sobre la dolarización de la economía nacional.
En fin, en las antípodas de las políticas intervencionistas socialdemócratas, una economía liberal propugna, sobre todo, la libertad, "que no es hija del orden, sino su madre" (Proudhon), siendo orden y estabilidad lo que más va a necesitar el organismo social cubano para recuperarse de una tan larga y dolorosa infección. Solo se hará bien en conjunto, si cada persona puede hacerlo a su modo.
El Articulo razona como si la Cuba pos-castrista pudiera ser un país con una economía medianamente decente, con fábricas normales, con medios de transporte más o menos decentes, con empresas que ganan dinero, una agricultura mecanizada o rentable y una hacienda solvente, pero las cosas en el pos-castrismo no serán así, la economía está destruida, la mayoría de empresas son obsoletas que sostienen una gran cantidad de personal sub-empleado que será muy difícil de gestionar. Lo peor será el problema de las pensiones que no habrá dinero para pagarlas de ninguna manera. En otros países comunistas europeos, con economía menos destruidas, las cosas no fueron muy bien y no veo que en un país tan destruido como Cuba vayan las cosas mejor. Creo que el gobierno de los EEUU está pensando que lo mejor es que siga mal-gobernando el castrismo que tener que malgastar dinero en un Cuba pos-castrista. La tiranía tendrá que ser derrocada de malas maneras y sin ayuda de nadie.
Lo que veo es que mucha gente sigue teniendo la visión del modelo liberal de hace cuarenta años. Cuando el Estado de Bienestar era una respuesta disuasiva a adversarios que ya hoy no existen por incompetentes. No quiere decir por supuesto que el liberalismo sea una alternativa totalmente fallida ni mucho menos pero ha evolucionado a expensas de una confianza que se va perdiendo. Veamos las cosas en su contexto.
Importante: “crear las condiciones básicas para que las personas decidan su futuro”
En serio ? En qué mundo tu vives ?
Mi pregunta es: si la fórmula es tan obvia donde están los países desarrollados de Centro, Suramerica, África, donde está la buena utilización de sus recursos garantizados por la economía de mercado y la política de "cuidar y sostener a aquellas personas, que por razones diversas, les sea imposible aprovechar el sistema de mercado" por favor no crean que soplar es hacer botellas. Hoy un amigo me decía, y yo estuve de acuerdo, en que la clase media en el superdesarrollado y supersocialpreocupado Canadá,la clase media se está desintegrado, cada día se divide más entre pocos más ricos y una clase baja que aumenta por día, el salario mínimo aumento a 15$/h (alrededor de tres más que hace 4 años atrá) mientras los precios de la vivienda ha subido un 200 -300% en igual periodo, hace unos años leí que una familia promedio trabaja(ba) desde el 1ro de enero hasta el 6 de junio sólo para pagar los taxes, creen que el mercado va a hacer el milagro en Cuba,mejorar el desastre puede ser, milagro no
Y no sólo en Canadá. Es inobjetable que dentro de algún tiempo la clase media habrá pasado a la historia. Ahí el liberalismo ya llegó al límite.
Exacto Ludwig, hoy día en el mundo el libre mercado es una cosa que solo funciona a nivel de venta de boniatos, están los grandes monopolios que controlan el mercado y dictan precio, en ese contexto el chance para un pequeño o mediano empresario es mínimo, no quiere decir que no exista pero lo más común últimamente es ver incluso a grandes compañías (Zellers, Target, Future Shop etc, etc) cerrar tiendas o desaparecer del mercado por la competencia de Amazon, si a esto le sumamos la complicidad de los gobiernos con el cierre completo o limitación del número de personas en los locales de que liberalismo o libre mercado se puede hablar.
Es cierto. Aunque por supuesto, con matices, las calificaciones para pertenecer a la clase media han ido aumentando sus exigencias. Muchas ocupaciones que alguna vez permitieron ascender entre esa clase ya no lo permiten. Esto puede explicar cierta frustración social sobre todo porque una de cada seis personas pertenecientes a las clase media sabe que tiene un trabajo que corre el riesgo de ser absorbido por la economía virtual o numérica. Una tendencia que alimenta el miedo al desempleo y a la degradación. Esto explica el auge de los partidos populistas y la creciente desconfianza hacia las instituciones en muchos países liberales.
De acuerdo, veo la enseñanza online ganando terreno con una u otra justificación, también, y esto lo veo donde trabajo, esta la robotizacion de la industria, los camiones, buses y transporte en general sin chófer esta a pocos años de ser realidad, en poco tiempo el mundo se enfrentara a un desempleo nunca visto, los gobiernos han enfrentado este ensayo llamado covid con la emisión de billones que ha provocado todavía una mayor inflación, en esas condiciones y los precios impuestos por los monopolios y no por la oferta-demanda, como se quiere hacer ver, cualquier ismo que funcionó décadas atrás es totalmente inservible.
Cierto filósofo cuyo nombre no viene al caso dijo en su momento que « lo nuevo no acaba de nacer en tanto lo viejo no acaba de morir ». De las consecuencias económicas de la pandemia y de la concentración de la gran finanza globalista acelerada por ella, todavía no hemos visto nada, solo vientos de galerna.
Cierto, seguramente vendrán nuevos "Marxes" y nuevos ismos y se repetirá el ciclo, yo miro con enorme preocupación la generación de mis nietos, la de mis hijos perdió casi toda espiritualidad en el camino y hoy tienen casi nada que trasmitir y mis nietos crecen mirando un tablet y recibiendo un pequeño porciento de los conocimientos que recibió mi generación, una mezcla perfecta para caer de nuevo en la trampa.
Tenemos el mismo problema. Mis nietos son franceses, pero el mundo para ellos comienza y termina en sus smartphones. Perdidos en tweets y zarandajas. Los libros de texto, orientados hacia lo que tú sabes, y los clásicos pudriéndose en bibliotecas vacías. La generación millennial « progresista ».
En el mundo hay cada vez más clase media, solo calculé los millones que en los países en desarrollo están saliendo de la pobreza ¿Que crees q pasaba ser?.
Pasa a ser clase menos pobre, de los que salen de la pobreza a la clase media como la que comenzo a crecer y desarrollarse en los años 50 hay un tramo enorme. Sólo compara los índices de pobreza de la ONU y dime si cuando los superas estas en algo parecido a una clase media de pais desarrollado.
Opino lo mismo. Excelente analisis. Ojalá pudieran leerlo los economistas de la isla. Realmente lo necesitan, pues los textos que se han leido en la universidad y luego en sus oficinas, son proestatistas y nada liberales
Excelente esta serie de artículos, ojalá muchas personas lo lean y abran los ojos