Tras 63 años fracasando en la construcción del socialismo tropical, alias castrismo, se podría imaginar que habría en Cuba una fuerte reacción popular antisocialista, parecida a la existente en Europa del Este. Sin embargo, en la Isla hay dos grupos, y no minoritarios, que pretenden perpetuar el socialismo más allá del castrismo.
Lo más interesante de estos dos grupos es que sus miembros pueden encontrarse tanto del lado aún fiel al Gobierno (nos referimos a los fieles por convicción y no a los muchos oportunistas que sostienen la dictadura), como del lado de la oposición más intransigente, pues como seres humanos complejos, combinan su filiación socialista con otras interpretaciones de la realidad que incluyen el patriotismo/nacionalismo, la solidaridad, la justicia y, en casos extremos, mecanismos seudorracionales para justificar los desmanes totalitarios del régimen vigente.
Este artículo lo centraremos en uno de estos dos grupos, al que llamaremos socialistas puros, dejando para el siguiente al grupo que podría considerarse más peligroso —económicamente hablando— en una futura Cuba plural: los socialdemócratas.
Para los socialistas puros, en Cuba no se ha practicado un "verdadero" socialismo. Al contrario, según su propia interpretación de la realidad, el castrismo ha traicionado —o ha olvidado, según visión más laxa— los principios socialistas.
Estos socialistas puros se posicionan a favor o en contra del Gobierno, dependiendo de como entiendan las razones que justifican esta "traición" u olvido castrista del ideal socialista. Lo que depende mucho, a su vez, de cómo se posicionen frente a la ineludible influencia de EEUU en el devenir histórico de la Isla. Aquellos que más culpan a los yanquis de los problemas de Cuba, más justifican y comprenden la traición/olvido del castrismo y más esperanzas sostienen de reencausar el socialismo dentro del sistema actual.
La debilidad de la crítica al castrismo que pretenden estos puristas filosóficos está en que ni ellos mismos saben qué es socialismo, pues hay tantas definiciones de este como "socialistas" existen. El núcleo doctrinario, más o menos común a todas las definiciones socialistas, está en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción —el antilibre mercado— y eso lo cumple el castrismo, con lo que es muy difícil decir que este no sea socialista.
Y si no se ponen de acuerdo en qué es socialismo, menos saben (algo que reconoció el mismo Fidel Castro) cómo "construirlo". Así que tampoco podrían descartar que el castrismo sea, al menos, una vía hacia el socialismo; una vía que, como justifican los que se mantienen fieles al Gobierno, se torció por las fuerzas malignas del "imperialismo norteamericano" y por las desviaciones dogmáticas del "socialismo real" soviético, pero que conserva su ideal intacto y por ello es aún rescatable.
Este grupo de socialistas puros es frecuente entre los jóvenes universitarios, aunque estos suelen curarse en cuanto superan la fase escolar y se enfrentan a la vida real, más si logran acumular propiedad privada que, normalmente, detestarían "socializar", o si se dan un viajecito, definitivo o no, al más allá capitalista.
Pero donde más extendido está este grupo y desde donde más daño hace, proporcionando soporte ideológico a la dictadura realmente existente, es en una parte muy amplia de la intelectualidad y la elite cultural criolla que desconoce, e incluso rechaza aprender, principios básicos de economía e historia, aferrándose a desfasados dogmas marxistas como el de la explotación, la plusvalía, el valor objetivo y fundamentalmente, la lucha de clases.
La resistencia ideológica al cambio en los socialistas puros es inmensa y se debe a su débil base racional. Esa irracionalidad, que podría parecer un defecto, es su mayor fortaleza, pues convierte al socialismo puro en algo más parecido a un sentimiento que a una idea.
La propia inexactitud sobre qué es socialismo lo aleja de la ciencia y lo acerca a un anhelo romántico —en su acepción ilógica— de igualdad y justicia social, por lo que es difícil confrontarlo con argumentos científicos: muy rara vez la razón le gana a la emoción o la realidad al ensueño.
Y que su núcleo actual esté en la intelectualidad y la elite cultural, se debe a la sempiterna y casi universal pleitesía (muchas veces subconsciente) que este sector rinde al poder estatal. En el caso cubano, exacerbada por el entramado institucional que controla becas, premios, promociones, publicaciones, exposiciones, invitaciones, viajes y, muy importante, las subvenciones —directas e indirectas— de las que viven muchos de estos intelectuales. Quienes, quizás o muy probablemente, en una economía de mercado no podrían dedicarse a ser "intelectuales y artistas", con la carga de prestigio —y privilegios en algunos casos— asociado a ese estatus.
Estos socialistas puros, acérrimos anticapitalistas que pululan en instituciones educativas superiores y culturales, son colaboradores imprescindibles (tanto como la policía política) para el mantenimiento del sistema totalitario vigente.
Del otro lado, del de los socialistas puros antigubernamentales, encontraremos el mismo ostracismo político al que está sometida el resto de la oposición. Con el inri añadido de que sus propias contradicciones intelectuales los descarta como sector valioso para conseguir una Cuba libre, o incluso, para añadir nada importante en la etapa postcastrista.
En todo caso, el recorrido de todo este sector, sin importar su posicionamiento actual con respecto al Gobierno, terminará junto con el castrismo. Todo lo contrario del otro grupo, los socialdemócratas, a los que dedicaremos el próximo artículo.
Socialismo: el camino más largo del capitalismo al capitalismo.
Aunque en Cuba este camino vendría a ser en verdad un feudalismo esclavizante con sus 12 millones de compañeritos siervos de la gleva y sus diez o doce señores feudales.
A mi me ha ido mucho mejor de empleado en el capitalismo brutal de EEUU que siendo profesional en el Castrismo , por ende para mi el socialismo es pura basura.
¿Socialismo? ¿Que cosa es eso?
Lo que me pregunto es si los socialistas de nuevo cuño aspiran a un Estado Socialista o simplemente a un gobierno socialista. Porque el Estado Socialista solo se conoce en sistemas de partido único, o por lo menos hegemónico, de andamiaje marxista-leninista y con sólida base militar. No hay de otra. Mientras que los gobiernos socialistas son ciclos que se abren y cierran dentro de democracias más o menos consolidadas. Y esto último lleva tiempo.
El Socialismo es absurdo. Nadie menciona el anarquismo. En República Dominicana el sentimiento de separación de Haití por la firme convicción de las diferencias entre Haitianos de habla creole y criollos de habla Española era más poderoso que sentimientos políticos. Yo creo en esa distinción. Aquí se habla Español y la religión dominante es Cristianismo. No Creole Haitiano o el Vudú. No soy hipercapitalista que traicionara mi país por un par de pesos sin embargo si tengo propiedad la propiedad es mía. Si tengo una empresa la empresa es mía. Para cada institución Pública que existe en este país existe una institución Privada que hace los mismos labores que la Pública. Las instituciones privadas suelen ser más eficientes que las públicas. Un sistema que crea competencia entre labores sin tener que cobrar impuestos para que los políticos vivan como reyes gastando nuestro tiempo con elecciones será el mejor sistema de gobernanza en el mundo. NINGUN GOBIERNO ME DIRÁ QUE HACER. Yo soy libre.
Alguien dijo (se lo atribuyen a Churchill) con mucha razón, que "El Capitalismo es el peor de los sistemas, excepto todos los demás".
Otra frase famosa, también muy cierta, es "Si ud. tiene 20 años y no es socialista, es que no tiene corazón; pero si llega a los 50 y lo sigue siendo, entonces es que tampoco tiene cerebro".
Geniales frases...
¿Cómo es posible en una sociedad cerrada, como la cubana, aun con participación en redes sociales, cómo es posible saber lo que realmente piensan estos intelectuales a los que hace mención la autora? El miedo al ostracismo, incluso a la cárcel, es real y eso condiciona las opiniones públicas. De sobra ha vivido este grupo social severas censuras. Pero lo más importante para mí es la capacidad que tendría este grupo para frenar o estimular cambios en una mafia dirigente que tiene ya sus planes trazados y no tiene en cuenta sus criterios. No tiene ninguna. Luego, la importancia de las ideas que profesen pasa al plano de la fruslería, y la influencia en la población es prácticamente nula.
Pienso que la disyuntiva en Cuba no es "socialismo o no", sino cambios o no, y en qué sector radicaría la potencialidad de estimular los potenciales cambios. El apellido de esos cambios hace rato que no es importante.
Bueno, yo lo tomo, asumiendo que así sea (como dice la articulista) y pese a ello, no creo tampoco que toda la intelectualidad es partícipe de la idea de un Socialismo puro. En el mejor de los casos, pienso que están más apegados (los intelectuales) a la cantidad de privilegios que detenten que a la cuestión de pensar realmente bajo esos estándares ideológicos. En mi modesta opinión, no son muchos los que tienen una dirección acertada o de convicción real de lo que dicen ser.
De acuerdo con su post, pero me gustaría añadir que el miedo condiciona muchas veces no solo las opiniones públicas sino también las privadas, esto es, a nivel ubconsciente el miedo hace a la gente creer todo tipo de absurdos.
Es cierto.
Pero lo más importante para mí es la capacidad que tendría este grupo para frenar o estimular cambios en una mafia dirigente que tiene ya sus planes trazados y no tiene en cuenta sus criterios.
-Error, en la historia de los cambios de gobierno dictatoriales y de lo q sea, los intelectuales no han sido decisivos, son muy útiles y ayudan (narrativas, propagada, marketing, crear sentido., etc) , pero en absoluto decisivos, son los militares, sin un gobierno se cae o no los deciden los militares
Señor "tercero", vuelva a leer eso que escribí, por favor, porque me parece que está repitiendo lo que dije. Precisamente estoy diciendo que no son decisivos. Y añado que todavía más en el caso cubano.
¿Cómo es posible en una sociedad cerrada, como la cubana, aun con participación en redes sociales, cómo es posible saber lo que realmente piensan estos intelectuales a los que hace mención la autora?
-Error: Los intelectuales, mayormente tienden a ser de izquierda, progresistas, socialistas, muchos ya tratan de explicar ese asunto, desde la psicología, neuropsicología, genética, y muchas otras áreas, eso nunca cambiará
Casi todas las academias del mundo en occidente están fuertemente sesgadas hacia la izquierda por más evidencias q se les muestre del daño enorme del Socialismo
Económicamente el triunfo del capitalismo es descomunalmente aplastante aun cuando no es perfecto y necesite cierta intervención del estado en áreas muy concretas como infraestructura, defensa, y atención médica,
Y políticamente, el modelo sistema democrático republicano es lo mejorcito q puede funcionar
OK, esa es su opinión.