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Sociedad

Cuba: ¿Problemas de población o población en problemas?

Un aumento importante de nacimientos en la Isla no resolvería el 'problema demográfico', sino que lo agravaría.

La Habana
Una calle de La Habana.
Una calle de La Habana. Diario de Cuba

Para Miguel Díaz-Canel, la dinámica demográfica cubana es "un tema que cada vez adquiere mayor complejidad". Como solución, propone implementar políticas "buscando que haya más nacimientos, para detener así el decrecimiento poblacional" y el envejecimiento.

Planteado así, el veredicto podría parecer real: Cuba tiene un problema de población, y lógica la sentencia: las mujeres deben parir más; pero nos están haciendo pensar de modo inverso para que caigamos en una trampa dialéctica, pues Cuba no tiene un problema de población, sino que, parafraseando a la Dra. Carmen Miró, en Cuba hay una población con problemas.

La Historia nos muestra lo peligroso que es caer en esa trampa del lenguaje. Solo hay que recordar cómo resolvieron sus "problemas de población" los racistas eugenésicos norteamericanos, los europeos decimonónicos en África y Asia, los nazis y los comunistas soviéticos y chinos. En el caso cubano, sin acercarse a extremos genocidas, este truco léxico funciona para desplazar el problema y, con él, la responsabilidad.

Si el problema fuese de población —las mujeres no quieren parir y la gente envejece sin reemplazo—, la solución, como bien argumenta Canel, es que estas tengan más hijos. Es decir, en última instancia, la culpa es de las decisiones de la población, más específicamente de las mujeres, sobre las que el Gobierno debe actuar.

Pero si, por el contrario, asumimos que lo que hay es una población en problemas, inmediatamente surgen las preguntas de cuál es el problema y quién lo creó, y ahí la respuesta es obvia: el problema es el modelo castrista, que no genera recursos suficientes para sostener a una población envejecida, una línea de pensamiento nada conveniente para el Gobierno.

En el mundo, la percepción sobre el envejecimiento poblacional —crecimiento relativo del grupo de edades maduras con respecto a grupos más jóvenes— es cada vez menos negativa. Se entiende que es uno de los logros más destacados y hermosos de la modernidad, un reflejo del aumento de la esperanza de vida y del respeto a los derechos individuales de la mujer.

Además, es uno de los más potentes indicadores de cómo la población mundial —contrario a la idea generalizada— es cada vez más igualitaria. Según el Centro de Investigaciones sobre Longevidad, Envejecimiento y Salud (CITED), para el año 2050, el número de personas con más de 60 años en el planeta bordeará los 2.000 millones, de los cuales el 80% vivirá en países en desarrollo.

Lo más relevante para dejar de considerar el envejecimiento poblacional como problema social es que ya hay estudios, como el de F. Kluge et al., que señalan los beneficios de contar con un amplio estrato social maduro: aumento de los niveles de educación, mayor productividad, mejor salud y calidad de vida, menos daños para el medioambiente y compartición de la riqueza acumulada con las generaciones más jóvenes.

Pero para que este grupo envejecido agregue valor social deben darse factores específicos: tecnificación de la producción que compense el deterioro físico y lo mantenga activo; deben formar un estrato con una significativa capacidad de consumo que avive una industria especializada; sus ahorros deben participar financiando los emprendimientos de los jóvenes. En resumen, aunque muchos estén retirados directamente de la producción, sus capitales —físicos o financieros— siguen generando bienes y servicios.

En Cuba, las generaciones que están terminando su periodo productivo son aquellas que solo han trabajado bajo condiciones económicas castristas de monopolio estatal de la producción y la propiedad, con lo que nunca tuvieron capacidad de ahorro, ni oportunidad de inversión o creación de emprendimientos, mucho menos participación real en la propiedad empresarial. Para colmo, muchas veces sus propiedades inmobiliarias están depauperadas.

Visto así, el problema en Cuba no es el número de ancianos, sino que el modelo no ha creado, ni crea, ni creará los recursos para hacer de ellos un motor y no un lastre.

Y como era de esperar, si desde el Gobierno se plantea mal el problema no puede esperarse solución adecuada. Si, milagrosamente, estas políticas que quiere implementar Canel dan resultado y aumenta notablemente la natalidad, no solo no se estaría resolviendo el "problema" del envejecimiento, sino que se estaría agudizando.

Como explica el Dr. Juan Carlos Albizu-Campos, un aumento importante de nacimientos en Cuba no solo no resolvería el "problema demográfico", sino que lo agravaría, pues agregaría a la mucha población económicamente dependiente, hoy concentrada en los estratos adultos mayores, una población económicamente dependiente en los estratos infantiles, aumentando la presión sobre la limitada población económicamente productiva del país. Y esto, justo cuando va a comenzar a jubilarse la generación del baby boom 1957-1963, lo que implicará una disminución abrupta de mano de obra para 2030.

Detrás del discurso que dibuja una Cuba con problemas de población, se esconden los reales problemas de la población cubana, debidos a padecer —pues no es elegido, sino impuesto— un modelo político-económico incapaz de generar bienestar.

La sabiduría secular tiene claro que "más sabe el Diablo por viejo que por Diablo". ¿62 años no será tiempo suficiente para que reconozcamos dónde están nuestros demonios?

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4 comentarios

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Creo que el autor de este Articulo esta totalmente equivocado .
El aumento ( o disminucion ) de la poblacion no tienen NADA , pero absolutamente NADA que ver con las condiciones economicas del pais . Burundi es mucho mucho mas pobre que Cuba y alli el crecimiento poblacional es del 3 % anual . Las mujeres cubanas no tienen hijos por una cuestion cultural
Cuba es un pais ateo , donde la religion brilla por su ausencia . La natalidad es directamente proporcional al atraso cultural . Cuanto mas atrasado ( y religioso ) es un pais hay mas nacimientos .
Espana , Italia y Japon son paises prosperos con muy poca natalidad . Si manana hubiera capitalismo en Cuba la natalidad seguiria cayendo . Porque no se puede cambiar la mentalidad cultural de las mujeres cubanas " empoderadas " de la noche a la manana

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Sr. Clapham... usted es pura semántica confusa. Compare la tasa de nacimientos hay en las mujeres cubanas radicadas en Cuba y la de las mujeres cubanas radicadas en Florida. Hablamos de las mismas mujeres empoderadas ¿No? Casualmente, las mujeres cubanas que radican en Florida, han tenido en promedio poco más de 1. y algo hijos que las mismas mujeres cubanas de Cuba. Misma cultura, misma mentalidad, misma formación, etcétera... diferentes lugares con diferentes indicadores económicos. Entiendo que quiera justificar la causa del problema, pero las mujeres cubanas, distan de tener la mentalidad de las españolas (aunque de ahí venimos), mucho menos italianas y no se diga japonesas. En Cuba la gente no tiene más hijos porque la situación económica es insoportable. Ésta ha sido por muchos años (desde 1990, básicamente), la principal razón de que los cubanos cada vez deseen menos hijos. ¿Cómo se mantienen? Claro, la preparación intelectual también ayuda a ser más conscientes del problema...

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He hablado sobre este tema infinidades de veces... No creo que tenga algo más que agregar; simplemente decir que en las condiciones económicas de Cuba, es imposible pedirle a las mujeres que engendren seres humanos para que lleguen a una realidad que se deshace a diario, que palidece y depaupera la propia existencia de los que ya habitan el Archipiélago. ¿Quién va a querer engendrar hijos, en semejante realidad? Creo que solo el instinto materno innato que prevalece en algunas, hace que nazcan unos pocos cubanos cada año. Aún así, no es ni remotamente suficiente (las cifras actuales lo dicen bastante claro) para garantizar un reemplazo. No existe. De hecho, en la última estadística oficial (emitida por la ONEI) ya se registran en la nación más decesos que nacimientos en un año. Como lo deja ver el artículo, los viejos en Cuba solo se han preparado para mal vivir una vejez llena de vicisitudes, los jóvenes existen para emigrar y la mayoría del resto vive sin propósito alguno.

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Gladiator, con la frase que concluye su comentario
lo dejó todo bien claro. Y agrego, que las mujeres
que paran hijos con cara de balsero