El Hospital Calixto García, ubicado en El Vedado habanero, contiguo a la Universidad de La Habana, estuvo en los últimos días en el foco de las noticias debido a la reclusión durante 30 días del artista y líder del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara, en dichas instalaciones.
Curiosamente, desde su fundación, que se remonta a finales del siglo XIX, el centro ha atendido a importantes figuras de la política y el activismo en la Isla, como el propio Camilo Cienfuegos, pero a diferencia del caso de Otero Alcántara, el compromiso principal siempre fue con los pacientes y no con las autoridades policiales, pues incluso en tiempos de la dictadura de Batista daba refugio a los estudiantes perseguidos.
Su origen estuvo marcado por la clausura del Hospital Militar "San Ambrosio", por lo que en enero de 1896 fue inaugurado lo que sería el Hospital Militar "Alfonso XIII", una obra del ingeniero Carlos E. Cadalso. El conjunto, diseñado con nueve pabellones y 200 camas, contaba con 50 salas de clínica, 12 pabellones de infecciosos, cuatro salas de oficiales, seis pabellones para convalecientes y dos barracas aisladas para los enfermos de la fiebre amarilla, y era atendido por 27 médicos y 170 empleados.
Al encontrarse en guerra el país, la construcción fue muy precaria: los barracones eran de madera con techo de guano.
El número elevado de bajas de las tropas dentro del hospital, debido a enfermedades infectocontagiosas en su mayoría, se estimaba que tenía una mortalidad de 60 x 1000 atendidos. Se calcula que en su momento llegó a acoger cerca de 44.000 soldados, en su mayoría españoles, durante la Guerra de Independencia. Además, contaba con graves problemas de salubridad, ya que se situaba en las márgenes de la ensenada que recibía los desagües de las barriadas del Cerro, Jesús del Monte, Jesús María y los del Canal de Chávez y además conducía la sangre e inmundicias del Matadero.
Todo esto presionó al Gobierno de Mario García Menocal para construir un nuevo hospital, que a diferencia del de San Ambrosio, que contaba con un único edificio, sería compuesto con múltiples barracas para facilitar el aislamiento entre pacientes.
En abril de 1914 el creciente deterioro del hospital obligó a presentar un informe oficial al secretario de Sanidad y Beneficiencia, donde se precisó el precario estado de sus construcciones, lo que obligó al Dr. Núñez de Villavicencio, el entonces secretario, a asumir la sustitución de los viejos pabellones por sólidas edificaciones de mampostería y organizar de manera ordenada las instancias del centro, distribuyendo las salas por especialidades.
En junio de 1917 recibió el título de Hospital Nacional General Calixto García, en homenaje al lugarteniente general del Ejército Libertador y héroe de las guerras independentistas contra España.
El hospital actual, de 107 años, acogió en 1923 las cátedras de la Facultad de Medicina de La Habana gracias al movimiento estudiantil universitario dirigido por Julio Antonio Mella, lo que le confirió el carácter docente, que ha sido la característica más notable dentro de su historia.
El conjunto fue construido cuidadosamente, atendiendo a las normas arquitectónicas para la construcción de instalaciones médicas y sanitarias. Todos los pabellones están hechos con cimientos y cubiertas de hormigón armado y muros de ladrillos. Las columnas exteriores de las edificaciones son de cantería sin vestir. Las paredes exteriores terminan en estuco a partir de una mezcla de polvo de piedras, cemento blanco y polvo de mármol.
Hacia el interior, cada esquina y ángulo fue cuidadosamente redondeado para hacer el espacio de fácil limpieza y así lo más sanitario posible. El diseño de los suelos varió según el uso. Las habitaciones se ocuparon con losa hidráulica imitación de mosaico, y los de las salas de operaciones, curaciones, etc… de granito artificial monolítico.
Para facilitar la entrada de ventilación y luz natural, en los edificios donde se encontraba el Dispensario, el Salón de Actos y el edificio de Radioterapia, se hicieron lucernarios.
Después de un fuerte ciclón, en 1926, se comenzaron trabajos de reparación en los edificios dañados, lo que aceleró la reconstrucción de algunas edificaciones de madera y la pavimentación de aceras, plazas y el embellecimiento de jardines. También se le añadieron nuevos pabellones como la clínica y dispensario de Oftalmología "Santos Fernández", el Instituto del Cáncer, que radicó en el hospital hasta el año 1949, y las cátedras de Fisiología, Física y Química Biológica, entre otras.
En diciembre de 1930, el general Machado clausuró por tiempo indefinido la Universidad de La Habana, anulando a su vez las actividades docentes de medicina en el hospital, hasta la caída de la dictadura en 1933.
Durante la presidencia provisional del doctor Carlos Mendieta ocurrió la huelga general de marzo de 1935, la cual recibió el apoyo de los trabajadores del hospital, quienes como consecuencia sufrieron la intervención militar del mismo y fueron despojados de sus puestos así como de las cátedras.
Fundada el 28 de enero de 1949, la Clínica del Estudiante, en lo que anteriormente era el Pabellón de Penados, recibió no solo a alumnos universitarios, sino también a muchos otros manifestantes heridos durante las revueltas, como fue el caso del estudiante de Arquitectura Rubén Batista Rubio, herido en una manifestación el 15 de enero de 1953, quien falleció el 13 de febrero siguiente. Poco tiempo después la clínica recibió su nombre, ya que fue el primer mártir de la lucha contra la dictadura de Batista. Durante esos años otro paciente atendido fue el comandante Camilo Cienfuegos, quien recibió un balazo en un pie durante una de las protestas.
El hospital fue centro de refugio de los alumnos durante las protestas estudiantiles que se desencadenaron a partir del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952.
El 2 de febrero de 1959, bajo la consigna de impulsar la depuración por la reforma universitaria, un grupo de profesores y de integrantes de la FEU tomaron la Facultad de Medicina y destituyeron a todo el profesorado, nombrando una dirección "revolucionaria". Este suceso se conoce con el nombre de "El Colinazo" y repercutió en el hospital, donde también se destituyó la Junta de Gobierno y se nombró una dirección también "revolucionaria".
Los profesores sufrieron la suspensión de empleo, sueldo, y fueron sometidos a juicio disciplinario tras ser nombrados "desafectos". En su lugar entrarían nuevos profesores, algunos que ya trabajaban antes en las cátedras como adscriptos, instructores, asociados o residentes, los cuales asumieron la docencia del Hospital hasta la reforma universitaria de 1962.
En 1976, al crearse el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, el hospital quedó como sede principal de la Facultad de Medicina Calixto García.
En septiembre de 2019 una cubana llamda Lilyana Filette escribió en Facebook: "Indignante es enfermarte y tener que acudir al Hospital Calixto García". Lilyana se refería al avanzado deterioro del centro, tanto al estado constructivo deplorable en el que se encuentran sus edificios, como a la calidad de los servicios que ofrece, en su mayoría acompañados por la escasez de los insumos sanitarios.
Al comienzo de la pandemia del coronavirus en Cuba, en abril de 2020, el actor y escritor cubano Manuel Cepero le envió una carta abierta al presidente Miguel Díaz-Canel donde exponía la suciedad y el desorden que imperaban en el hospital, cuando por esa fecha tuvo que asistir a su padre enfermo en la instalación y se encontró con varias situaciones bochornosas para un centro de semejante categoría dentro de un país considerado "potencia médica del mundo".
Entre las cosas que Cepero relató estuvo la falta de uso de mascarillas sanitarias por parte del personal médico y el episodio de un paciente que llegó en pésimas condiciones higiénicas a la sala donde se encontraba su padre y lo tuvieron por 20 horas sin ninguna asistencia, llenando de hedor todo el espacio.
La desidia respecto al conjunto hospitalario está provocando su muerte lenta, pues a pesar de contar con una fuerte calidad en la obra, es evidente el deterioro de sus interiores retratado por muchos usuarios.
El Hospital Calixto García de La Habana carece de muchas cosas actualmente, entre ellas de autonomía y de profesionales de la salud responsables con las condiciones de la instalación y con la profesión médica. La reclusión de Luis Manuel Otero Alcántara también sirvió para arrojar un poco de luz sobre ello.
El Calixto Garcia ya cuenta con su sala de cuidados especiales dirigida por el minint, que sera la envidia de todos los hospitales.
La historia docente y de atención médica del Calixto, sus brillantes profesores, opacan todas las historias de conspiraciones que intentan dañar su imagen. Adentrarse en la historia del Calixto es fundamental para conocer los logros de la Medicina Cubana del pasado siglo.
Weston: Nadie discute la brillante historia del Hospital Calixto Garcia. Pero tambien es cierto que el estado actual de las instalaciones deja mucho que desear y el estado anímico del personal es críticamente bajo. ¿Donde está la conspiración?
El nivel del equipamiento ya no es el mismo de cuando la Union Sovietica pagaba la factura, la reparaciones son defectuosas, de baja calidad. El personal médico está abrumado con la pandemia. Eso es lo que hay.
Hombre Loreto, desde luego.
El deterioro en Cuba es global; pero la referencia al Calixto García en este momento tiene el objetivo de manchar su nombre, de omitir su historia, de difamar de sus médicos, por razones políticas.
No acepto eso.
Weston cuando te enfermes vete a atender al Calixto! .... a ver si te atreves.
... "conspiraciones" ... JAJAJA, estás hablando como todo un seguroso o un pobre cubano positivo al que tienen bien agarrado por los huevos (tú sabrás). Perro huevero, aunque le quemen el hocico ....
Medicus, tú sabes lo que pasa? Yo conozco a Armando González, el Chama, desde que comenzamos la carrera, y es un médico excelente, una persona decente y con una ética incuestionable. Me jode que un frustrado como tú lo ataque sin razón
Frustración no tengo, para nada!, me va muy bien con mi carrera por acá (ya eso te lo he dicho varias veces, pero parece que tú no grabas). También conozco a Armando y sé que es un excelente médico. El asunto aquí es ver si alguien de los que estuvo involucrado con la atención de Laura Pollán se atreve a relatar lo que pasó con ella en esa Terapia Intensiva. Armandito por ser el jefe de esa unidad de cuidados intensivos le toca gran parte de ese "pastel" (siniestro).
Por si no estás informado, te recomiendo que hagas una búsqueda sobre las circunstancias sospechosas que rodearon la muerte de Laura Pollán, así como de los pinchazos que recibió en una manifestación, días antes de caer gravemente enferma.
A mi me gustaría preguntarle a "Armandito" (el jefe de Terapia Intensiva del Calixto) ¿Que pasó -realmente- con Laura Pollán?
Una pena que el autor de este artículo no haya hecho mención sobre la (sospechosa) muerte de esta disidente y personalidad política en el susodicho hospital.
Amigo mio ,no se pregunta si ya sabes la respuesta,a Laura Pollan la mataron en el Caixto Garcia., Un dia los medicos que participaron en el crimen, tendran que rendir cuentas,,, En esta vida todo se paga,,
... los médicos o los segurosos disfrazados de médicos? ...