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Opinión

Cuba: los nuevos profetas

En las últimas semanas algunos jóvenes sacerdotes católicos se hacen presentes en las redes sociales. La seudorreligiosidad marxista se agota.

Miami
Alberto Reyes (izq.) y Maikel Gómez, sacerdotes católicos.
Alberto Reyes (izq.) y Maikel Gómez, sacerdotes católicos. Diario de Cuba

Nunca antes los medios cubanos estuvieron tan empeñados en crear una teosofía sobre la revolución cubana. Presentan un Fidel redivivo,  celestial, resurrecto. Martí fue el Profeta. Fidel es el Mesías, el que tenía que venir. Sin pudor ni temor al ridículo lo anuncian delante de las marchas, las manos de los niños lo tocan, es adorado en cada misa profana asamblearia, porque su palabra es de vida eterna, revelada cual catequesis en cada edición matutina del diario oficial.

No hay espacios para una espiritualidad superior al fidelismo. Él es encarnación en la vida presente y futura de todo una nación. Cada discurso suyo es un pasaje sagrado; cada frase una aleya, un versículo que habrá de repetirse como lema, contraseña para pertenecer a la cofradía de la Verdad  Absoluta. Como dijo Fidel… así empieza todo sermón. Un clérigo apócrifo lo inscribió, indeleble, en la historia del jalalevismo: los hermanos, como Jesús, multiplicaron los peces y los panes.   

Es lógico que los ideólogos trabajen esa línea seudorreligiosa. El pueblo cubano es sumamente espiritual, impresionable. Tras la ausencia de un líder carismático, de ideas nuevas, y la apertura de Cuba al mundo a través de las redes sociales, otras alternativas se están conociendo. Sin líder no hay control, y el Partido ya no es, en palabras del filósofo del béisbol, Yogui Berra, lo que en el futuro solía ser.  

El mensaje de Jesucristo estuvo encerrado por voluntad del régimen en el ámbito de las iglesias y unas pocas revistas católicas —no autorizadas a venderse en las esquinas—. Todos recordamos la visita de Juan Pablo II a Cuba, imprescindible concesión del Gobierno ante el probable colapso económico y social de los 90. Fueron días de una paz y una reconciliación jamás experimentada dentro del proceso involucionario.  Una frase, filtrada desde las altas esferas, ha quedado para la historia de la infamia después que el avión de Alitalia despegó del Aeropuerto José Martí: hay que "despapizar" a Cuba.

Dentro de ese curioso fenómeno ideológico-político que es el "canelismo" —no confundir con el canibalismo entre dirigentes comunistas— en las últimas semanas algunos jóvenes sacerdotes católicos se hacen presentes en las redes sociales. No es nada nuevo. Los sacerdotes católicos suelen dar mensajes de libertad y redención. En su doble condición de hombre y Dios, Jesús no solo salva almas. Es mensaje también para el hombre vivo, levadura en la masa que es el pueblo.

Quizás se ha magnificado con intenciones poco sanas la contradicción clero-laicado, dándole a la jerarquía eclesial connotación de estructura opresora y rica que no admite disensos ni defiende a sus miembros no ordenados. En el caso de Cuba no alcanzarían las cuartillas para discutir el tema. Unos creen que la Iglesia Católica cubana ha traicionado la fe que en ella tenía el pueblo. Otros dirán que fueron los laicos quienes debieron defender su iglesia —iglesia que somos todos, ordenados y laicos.

Esa aseveración es discutible cuando miles de presos y fusilados, exreclusos de las UMAP y emigrados se enfrentaron al materialismo marxista. Esa afirmación solo puede hacerse desconociendo a los obispos Ciro y Pedro Meurice, al padre José Conrado, el laico Dagoberto Váldes. Hay una gran reserva moral y de ideas en el clero y el laicado cubanos. Una sólida base  espiritual y conceptual para el día en que sea posible, ayudar en la reconstrucción de un país desecho en lo material y en sus creencias religiosas autóctonas.

La historia deberá juzgar si los líderes eclesiales estuvieron a la altura de su misión evangelizadora y redentora durante la oscura noche del comunismo cubano. Se conocerán muchos datos, ocultos ahora, por conveniencia del régimen y de la misma jerarquía católica. Pero sabremos también de heroicidades de muchos ordenados y laicos, de obispos y monjas, impublicables algunas porque los protagonistas, como buenos cristianos, no necesitan otro premio que ser vistos por los ojos de su Dios.

Si bien el Movimiento San Isidro marcó un antes y un después en el medio cultural, parece ser que dentro de la Iglesia cubana, laicos y ordenados jóvenes están tomando relevo de las viejas generaciones, aquellas que con sus luces y sus sombras no cerraron los templos, celebraron el Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC) cuando el régimen creía extinto el catolicismo en sus predios, prepararon el recibimiento de tres papas, hecho casi inédito en América Latina y publicaron revistas que pudieran considerarse entre las mejores, por sus temas, diversidad y calidad literaria, en 60 años de ordalía marxista.

La institución llamada Iglesia está llamada a jugar un rol decisivo en el futuro de Cuba. Quedarán muchas heridas materiales y morales en ambos bandos. La reconciliación sin venganzas pero con justicia debe ser la meta. La paz y la concordia entre cubanos, vivida durante la visita de Juan Pablo II, será el modelo.

La seudorreligiosidad marxista se agota porque es contra la naturaleza humana. Tiene fecha de caducidad. Es lo que dice la Historia. En cambio la Iglesia cristiana ha sobrevivido a todas las formaciones económico-sociales. La razón plausible: no depende de la voluntad de los hombres. Lo dijo Pablo VI: la prueba de su divinidad es que quienes más deberían protegerla son quienes más daño a veces le han hecho.

Los jóvenes sacerdotes Alberto Reyes y Maikel Gómez son luces que aparecen cuando la noche parece más oscura. Forman parte de los nuevos profetas del cambio. Profetas: quienes denuncian y también anuncian.

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10 comentarios

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Profile picture for user Pedro Benitez

"Los jóvenes sacerdotes Alberto Reyes y Maikel Gómez son luces" que brillan a la par de Omara Ruiz Urquiola, Anamelys Ramos, Tania Bruguera, Luis Manuel Otero Alcantara, y muchos otros ciudadanos cubanos. Porque es fundamental proyectar a la sociedad civil cubana por encima de instituciones, afiliaciones y liderazgos.

Profile picture for user Gualterio Díaz

Nadie es profeta en su tierra y mucho menos si la gente allí se acuerda de Jesucristo cuando truena. Y eso a veces.

Profile picture for user Ana J. Faya

Este artículo al parecer está concebido por un católico, cuya única visión de "Iglesia" es la católica. Sería bueno valorar también qué hacen las otras "Iglesias", las evangélicas y protestantes, en estos momentos, después que varias le han mostrado fidelidad al régimen. La afirmación: "La institución llamada Iglesia está llamada a jugar un rol decisivo en el futuro de Cuba", requeriría más explicación porque es absoluta, y porque en el pasado reciente, bajo el cardenal Ortega, estuvo bastante controlada por el Estado, como demostraron declaraciones del cardenal sobre la oposición y su papel en la salida a España de los condenados en el 2003. Si bien alienta ver declaraciones contestatarias de estos jóvenes sacerdotes, habría que ver más opiniones por parte de los obispos, para saber como institución, dónde se sitúa la Iglesia Católica en el difícil panorama cubano.

Profile picture for user Amadeus

Doña Ana___ La única visión realmente es de la católica porque las otras todavía son irrelevantes. Además la mayoría de las "otras" iglesias están comprometidas con el régimen, que se sirve de elllas como colchón para su propaganda. En esa Isla la única religión que ha alzado la voz ha sido la católica desde Boza Masvidal hasta hoy, porque hasta a los santeros los han capado. Aunque modesta, pero valiente, la contribución de estos sacerdotes ha sido oportuna, ahora habrá que ver, como usted apunta, que dicen los obispos y la Conferencia Episcopal, señores ya mayores que a estas alturas de sus vidas no querrán mucho jaleo.

Profile picture for user Ana J. Faya

Todos tenemos visiones, estimado. La Iglesia Católica alzó la voz, como usted dice, en tiempos de Boza Masvidal y la expulsión de los sacerdotes. Después, con la llegada del Nuncio Cesare Zacchi (o como se escriba) comenzó un culipandeo entre Castro y el Vaticano, en el que la actividad contestataria de la Iglesia fue casi nula. En medio del período especial tiraron lo del Amor Todo lo Espera y parece que Castro les haló las oreja y se volvieron a callar. Luego fue la visita de Castro al Vaticano en los 90, y después a la isla de tres Papas. No olvidar el papel contemporizador de Bergoglio con las barbaridades de la dictadura. Precisamente porque la COC no ha asumido una conducta crítica con el régimen, lo de estos jóvenes sacerdotes es importante.
Solo pido un poquitico de rigor. Si se habla de "Iglesia", ¿cuál? porque aunque la Catolica sea mayoritaria, no es la única. Estoy bien al tanto de los pastores evangélicos "elegidos" a la AN y de las barbaridades que han justificado.

Profile picture for user Amadeus

Doña Ana___Pues la católica, que precisamente por ser mayoritaria tiene una relevancia social. Con las otras no cuenta nadie que no sea para que el gobierno las use de propaganda.

Profile picture for user Weston

El catolicismo tiene una larga historia de cometer pecados. Supogo que ellos mismos se dan la absolución; pero la necesidad humana de Dios, ha mantenido a la iglesia presente a través de los siglos. Cuba nunca fue un país extremadamente religioso, como España y otros países latinoamericanos; pero hay que reconocer que la iglesia católica fue brutalmente reprimida por la Revolución, y ello explica la pasividad de los sacerdotes que permanecieron en Cuba. Cuando ya no me quedaba una gota de fe en la Revolución donde crecí, me refugié en la iglesia. Me acerqué a un sacerdote anónimo (ya fallecido, el Padre Luis Peláez), quien resultó un apoyo espiritual decisivo para mi familia y para mi en aquellos tiempos. Entendí que el Padre Peláez "lo entendía" todo, pero eludía cualquier tipo de liderazgo político. Ya hoy, cuando los cambios son inevitables, surgen sacerdotes de las nuevas generaciones que asumen posiciones políticas. Me parece bien. Enhorabuena!!

Profile picture for user Ares I

En Polonia, el comunismo se fue abajo gracias a su iglesia católica. Claro, nada que ver la religiosidad del pueblo polaco con la de Cuba. Ellos defendieron su religión a sangre y fuego contra los musulmanes, los fascistas, y luego su PCP fue singularmente encarnizado contra esa iglesia.
Para dicha de ellos, la marea roja se estrelló contra la Roca de San Pedro. No pudo con ella.

Profile picture for user ESTOYLIBRE

Buenísimo, ojalá que el clero nos dé una mano, ellos tienen la preparación que nos falta a muchos.

Profile picture for user Amadeus

El pseudo marxismo chino o cubano se viene adpatando a las situaciones de los tiempos actuales. La táctica consisite permitir libertad de confesión mientras "no se metan conmigo" y para ese fin comprar y sonscan a sus dirigentes como hicieron con Jaime Ortega, los evangélicos y luteranos de moda. En China los cardenales y obispos, los lamas y los imanes los designa el PCCH.

Sin embargo, aunque parezca que en estos tiempos oscuros y de servilismo ha llegado el fin de la Historia, aparecen jóvenes sacerdotes como Kenny Fernández, Alberto Reyes o Maikel Gómez como lluvia fresca a predicar el evangelio libre y sin mordaza, sirviendo a quienes tienen que servir, que es al pueblo. Diciendo las cosas como son, sin florituras y tocando no sólo a la cadena sino también al mono. Tengo la sensación que ya uno no está tan solo con Dios.