Aunque no se sabe la fecha exacta en que surgió el refrán "Juan me tiene sin cuidado" y tampoco existe un consenso sobre el lugar de origen, Juan Pin Vilar bien podría haberlo inspirado. El director de cine cubano no tiene reparos para hablar sobre la censura, mencionar a los culpables y señalar a la dictadura.
No es para menos. Desde que el Ministerio de Cultura de Cuba decidiera que su documental La Habana de Fito no podría exhibirse, Vilar ha realizado un largo peregrinaje para demostrar, incluso por vía legal, lo injustificado de la decisión.
Para Vilar, "el proceso de La Habana de Fito sacó a todo el mundo del closet". Tras la prohibición de la obra, casi 500 firmas en una carta de cineastas cubanos condenaron el ejercicio sistemático de la censura por parte de las autoridades culturales y retomaron la exigencia de una Ley de Cine en la Isla.
Como si no fuese poco con la censura, el espacio Espectador crítico de la televisión cubana (estatal) exhibió una copia de trabajo del documental, con su habitual afán de desvirtuar el sentido de la obra y sin autorización de su director. En respuesta, Vilar interpuso una demanda en el Tribunal Provincial de La Habana contra el Canal Educativo por violación del derecho de autor.
"La reclamación no fue desestimada. Se quiso desestimar porque siempre está la posibilidad que utiliza el Gobierno cubano que desestima una causa, nosotros fuimos a juicio. Lo que ellos dijeron en la sentencia fue una aberración, una estupidez".
¿Podrías explicar a los lectores de DIARIO DE CUBA esta afirmación?
Hay tres cosas que yo sí quiero decir aquí, que son importantísimas. Lo primero es que yo no he podido hablar más con mi abogada. Quien me comunica la sentencia es una abogada que pusieron el último día del juicio. Yo no sé por qué mi abogada desapareció. Eso es muy raro. Lo otro, en la sentencia se involucra al Havana Film Festival de Nueva York. Es decir, hay una complicidad de los que hacen ese evento en EEUU con esta causa. Entonces, el Havana Film Festival tiene que dar una explicación. ¿Por qué está involucrado en una sentencia de un régimen opuesto a EEUU? Y la Escuela de Cine.
¿Qué tiene que ver la Escuela de Cine?
Esta es la tercera cosa. Susana Molina, directora de la escuela, es el enlace entre todo ese enredo de la Seguridad del Estado y el Gobierno contra mí. De eso no me cabe la menor duda. La primera conversación que yo yo tuve con ella me dijo: "Haz tu demanda, pero sepárate de Gustavo Arcos. No sabe exponer". Gustavo Arcos era mi perito. Mira qué manera de inducirte a sacar a una persona que lleva 30 años dando clases y exponiendo. Me dijo además que a Fernando Roja no lo iban a quitar y que detrás de esto estaba Abel Prieto.
¿Eso te lo ha dicho Susana Molina?
Eso me lo dijo Susana Molina. Yo no soy un hombre capaz de mentir. Abel Prieto es un imbécil. Es el hazmerreír de la cultura cubana. Un hombre cobarde de verdad. Yo puedo hacer muchas anécdotas de generales riéndose de Abel Prieto. Le decían "el mariconcito del pelo largo", así se refería a él Juan Almeida. Que Susana me diga que el está detrás... bueno, ¿cuáles son las corrientes políticas que se fueron moviendo a través de este proceso? Que de verdad fue un proceso que yo no lo hubiera querido así.
La Habana de Fito no ha podido navegar por los circuitos de cine del país.
Yo no quería esto. Yo quería mi documental donde le tocaba, a las 3:00 la tarde en la Cinemateca. Yo no pretendía un premio, quería lo que le toca a todo el mundo. Eso fue lo que se me negó. Entonces, los tres puntos que yo quiero dejar claro: ¿Qué tiene que ver el Havana Film Festival? ¿Por qué Susana Molina me dijo que hiciera la demanda, pero que me separase de Gustavo Arcos y que Abel Prieto estaba detrás? ¿Y dónde está mi abogada?
Hay una cosa muy curiosa en todo este proceso: tomas una acción legal que tendría sentido si Cuba fuese un país democrático.
Yo le dije a mi abogada desde el primer día: "Voy a perder este caso". El Gobierno cubano no me puede dar la razón. No tiene cómo, sería otro país, pero quiero que los jóvenes tengan el precedente, todo lo que se pueda documentar, es un precedente legal en Cuba. Si me mantengo aquí es porque no puede existir cambio en Cuba si no hay una cultura de legalidad. No puede haber un cambio en Cuba si la sociedad no comprende cuáles son sus derechos y de qué manera legal resolverlos.
¿Hablamos de educación cívica?
La actitud de los que gobiernan en Cuba es la del que ya se va a morir: que venga lo que venga para toda la gente. Entonces, por eso yo lo hice. Tengo un poco de la educación cívica que debe tener un país para un futuro. La gente tienen que entender que se violaron todas las cosas. El proceso de La Habana de Fito lo dirigió la Seguridad del Estado, un segmento de la Seguridad del Estado bastante estúpido, mediocre, chiquitico.
"La Habana de Fito" ha caminado paralelo al fortalecimiento de la Asamblea de Cineastas Cubanos; sin embargo, este documental demostró, una vez más, que cualquier obra de arte que no sea del agrado de las personas que dirigen las instituciones culturales en Cuba puede ser censurada. ¿Qué mensaje le deja todo esto al cine hecho dentro de la Isla?
Siempre nos quedamos en el tema Gobierno. Y eso es una tontería. Si tú quitas al Gobierno cubano, quitaste el obstáculo mayor, pero no resolviste el problema. Hay tanta pretensión de que con eso cambia todo... y el arte no es así. Aquí hay cosas más graves para mí que las decisiones políticas sobre eso, y es el comportamiento ético del gremio. Ahí es donde está el control de la Seguridad. Ahí es donde está el famoso control mental de los procesos de educación cubano.
¿A qué te refieres?
¿Dónde está eso? Está en la ética en que tú aceptas dar un concierto privado en Cuba y te paras en Madrid a hablar de los presos políticos. Es allí. No tienes que hacer un escándalo. Tienes solo que aprovechar que estás ahí y que tienes alrededor a personas que pueden entregar la lista de los presos. Nadie tiene que renunciar a cantar. Nadie tiene que renunciar a actuar. Ni nadie tiene derecho a decir en qué país yo trabajo. Lo que sí tienen derecho es a criticarme por no ser cívicamente sensible con el drama del país en el que voy a cantar o actuar. La prensa independiente tiene que coger a las grandes figuras de la cultura cubana donde quiera que estén y preguntarles: "¿Está usted de acuerdo en que Luis Manuel esté preso?". No estamos hablando de causas políticas ni de ideologías, estamos hablando de ética social.
Quien no haya visto hasta ahora La Habana de Fito, ¿hay alguna plataforma donde lo puede encontrar?
No tenemos cómo. Lo que nos hicieron fue horrible. Lo hicieron premeditadamente y han sembrado al cine latinoamericano de esa premeditación. Lamentablemente, las grandes figuras del cine latinoamericano no vivieron para ver la caída de la izquierda. Hubieran sido críticos atroces. Toda la mierda que rodeó a Tomás Gutiérrez Alea, a Humberto Solás, a Santiago Álvarez, nunca supieron la verdad. ¿Por qué no supieron la verdad? Bueno, también porque está el trabajo de los enemigos de ese país.
¿Cuáles son esos enemigos?
Yo no voy a apoyar jamás a un Gobierno que ponga medidas económicas que afecten a los niños que van por las calles. Eso no va afectar a las personas de las que estamos hablando. No las afectó nunca. Yo no puedo apoyar la posición extrema de EEUU contra Cuba. Lo haré cuando eso sea para resolver los problemas de la ciudadanía y de la cultura cubana. Y otra cosa jodida es la complicidad de las embajadas. Casi todos los proyectos, los financiamientos que dan, lo hacen al servicio de la Seguridad. Porque esos son los productores que van a conocer, porque esos son los que el Gobierno cubano va a destinar para que ellos crean que ese es el lobby de los inteligentes, de los emprendedores, lo que le montaron a Obama. Cuando yo veo las caras de muchas personas que se pararon ahí, son millonarios, pero no son millonarios para pronunciarse a favor de la libertad de Luis Manuel o de todos los cubanos. Tú puede estar de acuerdo con el Gobierno cubano, pero lo que no puedes estar de acuerdo es alguien vaya preso por decir su opinión.
Mi esposa dice que esta frasesita de Pin Vilar debería pasar a los anales... de la estupidez:
"Si tú quitas al Gobierno cubano, quitaste el obstáculo mayor, pero no resolviste el problema."
Nastroazurro, su esposa tiene toda la razon del mundo y lo mas ironico del caso es que quien lo dice acusa de "estúpido" a Raimundo y todo el mundo. En cuanto a las sanciones de EU el señor cae en la misma trampa que todo hijo de vecino. El responsable de el embargo es el mismo que le censuró su documental y es el único que puede dar un paso para resolverlo y no lo hace porque no les importa la suerte de 11 millones de mulatos bembones.
Así mismo padre Ignacio. El desgobierno cubano es el responsable de todas las desgracias que ha sufrido el pueblo cubano desde Enero de 1959.
No entiendo la enchilada de palabras que escupe el tio este. Y lo de las sanciones económicas de EE.UU le quedó de moringa.
Si los niños de Cuba no tienen leche, busca al culpable en Cuba, son los mismos que te censuran tu peliculita.
Nada que ver con tu vecino norteño, por aqui a los rubios sólo le interesa hacer negocios, abran oportunidades creibles y verás como fluye el cash.
Me ha sido más fácil entender el Talmud en arameo que las respuestas de este señor. Y a veces ni responde, por ejemplo, me quedé sin saber el por qué no se puede ver "La Habana de Fito" en alguna plataforma. ¡No me venga a salir con que no hicieron copias!
Juan Pin es un reguero de ideas, un pa'trás y pa'lante, pero al final parece que sí, que es un tipo atrevido, valiente. Si, como dice, a Abel Prieto los militares lo consideran "mariconcito de pelo largo", probablemente a Juan Pin lo tengan como "el loquito ese que dice que es cineasta".
Excelente entrevista. Lástima que la exposición de Juan Pin sea tan desordenada, como una explosión de ideas, totalmente desatada.
De acuerdo con usted! 🤪; pero por qué excelente?