Los cubanos que vieron en la obtención de la ciudadanía de Rusia, a cambio de su alistamiento en las tropas que invaden a Ucrania, un boleto hacia la libertad y la prosperidad para ellos y sus familias, han visto como la nacionalidad adquirida se ha convertido en una maldición. Testimonios ofrecidos al medio estadounidense Politico muestran la trampa en la que cayeron esos nacionales de la Isla que buscaban escapar de la miseria.
"Ahora nos dicen que, como somos ciudadanos rusos, tenemos que seguir luchando hasta el final de la guerra", contó Jorge, cuyo nombre real fue ocultado por razones de seguridad, al igual que el de otros entrevistados.
En enero de 2024, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, emitió un decreto que permite a extranjeros que luchan en Ucrania obtener la ciudadanía para ellos y sus familias.
Según la orden, las personas que hayan firmado contratos durante lo que Moscú denomina su "operación militar especial" en Ucrania, pueden solicitar pasaportes rusos para ellos y sus cónyuges, hijos y padres. Deben presentar documentos que demuestren que firmaron contratos por un mínimo de un año.
Jorge es uno de los miles de extranjeros que cayeron en la trampa. Sin embargo, ya para entonces se había filtrado información sobre cubanos que se habían enrolado en el Ejército ruso a cambio de pagos equivalentes a más de 100 veces el salario promedio en la Isla.
Aunque, según el decreto firmado por Putin, bastaba haber firmado contratos durante un año para tener derecho a solicitar la ciudadanía, en la práctica, los reclutados no pueden retornar a casa, aunque ya hayan cumplido el tiempo acordado.
"Están usando la ciudadanía para atarnos", dijo David, un cubano cuyo contrato terminó oficialmente en julio de 2024. "Eso me suena a chantaje", afirmó.
Este cubano vio su pasaporte de la Isla por última vez en octubre de 2023, cuando sus superiores en el Ejército del Kremlin se lo confiscaron. El documento de viaje ruso que recibió como ciudadano, y que fue emitido hace solo unas semanas, también se lo quitaron con el argumento de que era más seguro cruzar a Ucrania sin él.
Manuel, quien fue reclutado en la primera ola de cubanos atraídos por salarios con los que no podían soñar en su país, aseguró que los oficiales del Ejército "no quieren dejarnos ir".
A él también le quitaron su documentación cubana poco después de llegar y todavía no ha recibido su pasaporte ruso. Solo cuenta con su identificación militar.
Iván Chuviliayev, miembro de un grupo de derechos humanos que ayuda a soldados rusos a huir del frente, dijo a Politico que la situación de Manuel es típica de la forma en que Moscú incrementa su control sobre los reclutas extranjeros.
"No tienen documentos", afirmó Chuviliayev. "Están en manos del Ministerio de Defensa, así es que no pueden escapar y pedir ayuda en las embajadas de sus países".
Dara Massicot, una analista de defensa del Fondo Carnegie para la paz internacional, coincidió con Chuviliayev.
"Los soldados extranjeros deben saber que, si firman un contrato con los militares rusos o aceptan el pasaporte del país, se están comprometiendo a luchar en Ucrania por tiempo indefinido, hasta que el Kremlin dé por finalizada la operación, o hasta que los maten o los hieran de gravedad", explicó la analista.
Politico consideró poco probable que un pedido de auxilio de los cubanos atrapados en la guerra de Rusia con Ucrania encuentre respuesta en el régimen y recordó que, luego de que se filtrara —en la prensa extranjera e independiente— que cientos de cubanos habían viajado a Rusia para pelear en la guerra en el bando de Moscú, La Habana los había declarado "mercenarios".
En septiembre de 2023, el régimen aseguró haber detenido a 17 integrantes de una red que enviaba cubanos a pelear por Rusia en Ucrania. Sin embargo, un mes más tarde, los hackers informáticos ucranianos del grupo Cyber Resistance revelaron pruebas de la contratación de más mercenarios cubanos por las Fuerzas Armadas rusas en la guerra contra Ucrania.
A finales de enero de 2024, el medio estadounidense América TeVe informó que dos de los implicados en la red de reclutamiento, Yassiel Yera y Rafael Albares, habían sido liberados.
No son pocos los cubanos que han muerto en la invasión rusa de Ucrania. Tampoco los entrevistados por Politico son los primeros en denunciar que están atrapados en la guerra y que han sido víctimas de engaño por parte del Ejército de Moscú.
"Esto es un mensaje para todos los soldados cubanos que se encuentran acá en Ucrania. Llevo tiempo acá en la guerra ya y les voy a decir que nos están estafando todo nuestro dinero", dijo en abril del año pasado un mercenario con el rostro cubierto y acento del oriente de Cuba, en un video publicado por el influencer Alain Paparazzi Cubano y reseñado por América Tevé.
"No nos están pagando. Muchos de mis amigos han muerto en combate y no nos pagan realmente", añadió.
Según el soldado, muchos de sus amigos "murieron en primera línea sin documentos".
Normalmente al asumir una ciudadania de un pais hay un compromiso con la defensa del mismo. Se fueron para el pais equivocado.
Que se j.....no pelean contra los verdeolivos y van de carne de cañon a un conflicto extranjero.Es la m....cubana de hombre nuevo.Por dinero va a cualquier país a matar a sus semejantes.
Estimado señor Loveira, no sabemos a ciencia cierta, si estos jóvenes estarían dispuestos o no a combatir contra la dictadura que los ha forzado a tomar esta equivocada y ruin decisión. No hay en Cuba ninguna organización, ni síntomas de que se vaya a organizar ninguna rebelión armada y ellos encuentran en esta mala decisión la forma de escapar, de aquello, tal como lo hicimos nosotros con la única diferencia que nosotros tuvimos medios de una manera u otra para hacerlo, sin tener que denigrarnos tanto.
Aunque nuestra primera reacción, por la decisión de estos jóvenes sea de desprecio, realmente debería ser de lástima. Tomar una decisión tan seria y sin sentir ningún compromiso con la causa por la que van a una guerra, es muestra del desespero por la mísera vida que están llevando. Los jóvenes que se enlistan en esta aventura, no son los hijos de papá, tampoco son parte de ese numeroso grupo de mantenidos por las remesas del exilio, son los que no tienen literalmente nada y ven como único escape para salir de su miseria y la de su familia tan descabellada acción.
Siempre se afirma que los cubanos tienen miedo a ser aniquilados por la tiranía y que por eso no se revelan, pero ¿como se explica que no temen a las selvas, los tiburones y las olas del Estrecho de la Florida, los coyotes, los carteles, los secuestros, las deportaciones y a servir de mercenarios en la invasión de un tirano o donde les prometan alguna migaja?
La explicación podría ser que la represión y la ruina que impone el socialismo es tan brutal que el oprimido considera que es más probable sobrevivir a los obstáculos de un arriesgado viaje como indocumentado o ir a una guerra foránea que enfrentarse y triunfar frente a los gánsteres que lo adoctrinaron y sometieron.
La desesperación de los cubanos es tal, que son capaces de ir a pelear una guerra que no es la suya por cuatro pesetas y un pasaporte que no sirve para nada.
Cien veces el salario de la isla se gana repartiendo anuncios en Jayalia.
Hasta en Publix llenando bolsas en la caja y con las propinas gana más que en Cuba
Están bien jodidos. Por un pasaporte casi tan malo como el cubano le vendieron el alma al Diablo. Ese pasaporte tiene el número 93 en el VisaGuide Passport Index.