Con el euro a 330 pesos, una cesta de materiales escolares enviada desde España a Caridad en La Habana le hubiera costado 19.800 pesos. Esta habanera no tuvo que desembolsar esa "barbaridad" incompatible con su salario estatal de 5.300 pesos para asumir el cuarto grado de primaria de su hijo. Su hermano que vive en Madrid la sorprendió con el regalo.
"Resolví casi todo el material, es un alivio. El paquete contiene una mochila, juego de reglas, estuche portatodo con 23 piezas, rotuladores, marcadores de texto fluorescentes, dos blocs, un portaminas, goma de borrar, pegamento en barra, un compás y una carpeta de la Champions League, todo con motivos futbolísticos del Real Madrid y la Champions League de fútbol, para dicha del pequeño", cuenta a DIARIO DE CUBA.
Sin embargo, la mayoría de las familias cubanas no tienen tanta suerte. El curso escolar comenzó en Cuba el 2 de septiembre, y por mucho que el Gobierno presuma en su propaganda de la educación gratuita, hace mucho que dejó de serlo. En los últimos años, además, la inflación ha supuesto encarecimiento y más sangría para los bolsillos del trabajador. Incapaz de proveer los recursos materiales, uniformes incluidos, y ante la falta de profesores, el Gobierno ha echado más carga sobre las familias.
Marta dice a DIARIO DE CUBA que fue directamente al Poligráfico de Santa Clara a comprar unas libretas. "Compré unas a 200 pesos, y ahorita fui y sacaron unas más chiquitas a 100, y compré más".
Desde la capital de Villa Clara, otra madre lamenta los gastos que ha implicado la arrancada del nuevo curso. "Te vas a La Candonga y hay de todo, pero los precios 'mandaos'. Ayer un amigo me trajo unos lápices y unos colores. Me quedaron unas libretas del año pasado, y que empiece con dos asignaturas en cada una. Sin contar que tengo que buscarle una repasadora porque ya está en quinto grado y va muy mal, no tuvo maestra casi la mitad del curso pasado, ¿qué van a aprender?"
Según datos oficiales, alrededor de 1.600.000 alumnos de la enseñanza general volvieron este lunes a las aulas de 10.000 instituciones educativas en toda Cuba, para iniciar un curso al que faltan por cubrir 24.000 plazas de profesores (una de cada ocho), y en el que han tenido que retomar la profesión 12.000 personas, entre ellos jubilados.
Las autoridades en días pasados justificaron también las "tensiones" con los uniformes, afectados por "deficiencias organizativas y de planificación de los organismos responsables" y también por la compra de tejidos en el exterior. La demanda es de 4,2 millones de uniformes y la prioridad ha sido los 1,7 millones para los cursos iniciales de cada ciclo.
"Esto no es fácil, cada libreta 150 pesos, es todo mi salario nada más en las libretas del niño. Eso sin contar que los zapatos fueron 5.000 pesos. El uniforme no hay de su talla, he tenido que comprarlo por fuera. La mochila es la misma del año pasado y está que ojalá aguante medio curso porque no puedo pagar otra. No he encontrado las medias blancas, vas a Revolico y te hacen falta tres salarios para pagar todo lo que necesitan", lamenta Xiomara.
"A eso súmale la merienda, yo hay días que no tengo ni para que desayune. ¿Qué van a aprender estos niños así, si todo es un desgaste? Estoy cansada", añade.
Mientras a Rainer su tío le envió a través de Cuballama un combo escolar (60 dólares, 19.200 pesos), Yoan se quedó con ganas de estrenar mochila nueva. En los grupos en Facebook como Revolico Cienfuegos una mochila escolar se vendía este martes en 3.000 pesos. "Me da una lástima tremenda con el niño, que ha visto a algunos de sus compañeritos de aula llegar con mochilas como las que él quiere. Yo no puedo permitirme ese gasto, no tengo; explicárselo es difícil y doloroso", comenta Sonia, quien tiene una hija mayor con otras necesidades más urgentes.
"Aquí gratis no hay nada" dice Adela, cuya cuenta va "por 15.000 pesos", mientras otra consultada sobre la arrancada del curso dice a esta redacción: "Ya no doy más buscando las cosas, no me alcanza para comprarle todas las libretas, es mucho y yo soy sola, el padre no pinta nada. Me da mucha lástima, pero tendrá que empezar con hojas y le compraré las libretas que me faltan poco a poco. No puedo".
La activista Marthadela Tamayo cuenta que a su hijo de onceno grado solo le entregaron seis libretas y un lápiz. "Aún no tenían disponibilidad de libros".
Sobre los libros, Melba Gisell Torres Valle publicó en su perfil de Facebook el deplorable estado de un texto entregado a su hijo de enseñanza primaria. "Acompáñenme a ver esta bonita historia. Libro de El mundo en que vivimos que le dieron a mi hijo de segundo grado. De lo roto que está hablamos después, miren el salto de la página seis a la 59 que ha dado, ni Sotomayor se atrevió a tanto".
El Gobierno prometió libros de texto nuevos para este curso, y además adelantó que priorizaría el aprendizaje de la Historia y un "programa de descolonización", nuevo eufemismo para el adoctrinamiento.
La ministra de Educación, Naima Trujillo, dijo que los nuevos libros de texto, herramientas del Tercer Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación e impresos fuera de Cuba, en un país no preciado, "han ido llegando al país", pero hasta octubre no estarán todos en las aulas.
"A ver si se acaban esos libros que no dan más y que van pasando de mano en mano curso tras otro. No se pueden ya ni hojear de lo destartalados que están. Del contenido…, para qué hablar, a ver con qué nuevas adiciones o supresiones nos sorprenden los diseñadores de lo que entra a la cabeza de nuestros niños", dice Patricia.
Tanto nadar para morir en la orilla, quien le hubiera dicho al atorrante argentino Ernesto Shit Guevara que los niñes cubanos iban a ir a la escuela con uniformes y supplies comprados en la ciudad de Hialeah y en una tienda llamada, Ñooo, que Barato.
Reverendo mâs de 60 años de disparates dejan una marca inexorable: El país está cada día peor, no hay mejoras ni las habrá.