¿Cuántos mendigos deambulan hoy por las calles de Montevideo pidiendo comida o dinero, o en San José (Costa Rica), o en Santiago de Chile? ¿Y cuántos en las calles de La Habana?
Nadie sabe las cifras, pero sí que La Habana en los años 50 era más famosa por su belleza, modernidad y desarrollo que las otras tres ciudades mencionadas, y que hoy esa urbe (en Hollywood la llamaban "el París de Latinoamérica") está inundada de mendigos pidiendo comida o dinero para comprar algo que llevarse al estómago.
¿Qué catástrofe provocó tanta pobreza en La Habana y en toda Cuba? Para responder echemos un vistazo a las raíces “revolucionarias” de ese desastre.
"En Cuba nadie quedará desprotegido"
Hace cuatro años, el 17 de febrero de 2020, cuando ya los pordioseros proliferaban en las calles cubanas, el diario Granma publicó un artículo titulado "En Cuba nadie quedará desprotegido", una frase fidelista de viejo cuño.
Admitía ese artículo que había algunos "deambulantes" (nunca la palabra mendigo) en las calles de La Habana, pero que había centros estatales para atenderlos y alimentarlos, pues Fidel siempre insistía en que jamás se dejaría desamparado a nadie, y que había que "satisfacer el decoro del ser humano", citando textualmente al dictador.
Y si de frases fidelistas se trata cito otra aún más hipócrita: "Por esta revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida". Así lo gritó el caudillo el 16 de abril de 1961, en la esquina habanera de 23 y 12, cuando declaró el carácter comunista de la dictadura, un día antes de los combates en Playa Girón.
Con ese bonito papel Castro I terminó de envolver el mito de la "revolución cubana" que le vendió al mundo, de que por Cuba tener una economía estatizada tenía un sistema de seguridad social muy superior al del resto de todo el mundo capitalista, para proteger y cuidar a todos los ciudadanos, especialmente a los más pobres y los ancianos.
Desde entonces, la seguridad social "revolucionaria", junto con la Salud Pública y la Educación gratuitas, constituyeron la espina dorsal de la transnacional propaganda castrista, hasta el día de hoy, por ridículo que sea a estas alturas.
Pamplinas, fue la Unión Soviética y no la improductiva economía estatal cubana la que hizo posible durante unos 30 años la existencia de un sistema de seguridad social que, si bien no alcanzó el nivel de los vigentes en Argentina, Costa Rica, o Uruguay, al menos evitaba la mendicidad masiva de hoy.
En esas tres décadas Moscú obsequió fácilmente a la dictadura castrista unos 120.000 millones de dólares, con los cuales también financió la Salud Pública, la Educación, y absolutamente todo en Cuba. O sea, el comandante en jefe se acreditada los honores, pero era el Kremlin quien pagaba las cuentas de todos los gastos sociales.
Por cierto, aquellos gastos eran demasiado elevados para el tamaño de la economía cubana que, precisamente por ser estatizada (en 1960-1961), se derrumbó en los primeros tres años de la "revolución". Y no habría podido subsistir de ninguna manera sin el dinero entregado por el soviético tío Boris hasta que este falleció, de muerte natural, en 1991.
Niños famélicos y madres con niños cargados piden comida
Últimamente, los reportes enviados desde la Isla por la prensa independiente dan detalles del alarmante aumento de mendigos y menesterosos que deambulan por las calles en todo el país. Hombres, mujeres, niños y ancianos, sucios y vistiendo harapos buscan sobras de alimentos en los basureros, o los piden a los transeúntes, o piden limosnas en dinero para comprar algo de comer.
Desde Holguín, el reportero Julio César Álvarez informó que en el centro de esa ciudad oriental hay "mujeres con niños pequeños en sus brazos pidiendo algo de comer". En Centro Habana, María López reveló alarmada, que ve incluso a jóvenes y niños pidiendo limosna. "En cada esquina puede ser que haya siete u ocho jóvenes pidiendo comida", afirmó.
El opositor Silverio Portal tomó un video donde se ve a un niño de unos 11 años de edad, muy delgado y sin camisa, durmiendo profundamente en un portal de Centro Habana, junto a un cesto en el que hay algunas monedas.
En general, ancianos jubilados, o no, hombres jóvenes, mujeres y niños, visiblemente angustiados, deprimidos y muy demacrados por el hambre, buscan comida en los basureros y piden limosnas por todas partes.
¿Y qué hace el Gobierno? Se pasa con ficha. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Cuba se limita a ofrecer datos viejos y muy manipulados. Informó que entre 2014 y 2023 se registraron 3.690 mendigos en la isla. Ese ministerio no tiene idea de cuántos pordioseros hambrientos hay en Cuba, ni le importa, ni lo publicaría si lo supiese.
Jamás hubo en Occidente tanta pobreza a causa de un Gobierno
Y va una doble pregunta "capciosa": ¿cuántos mendigos había en Cuba en los años 50 durante la dictadura de Fulgencio Batista, y cuántos hay ahora en la de su ahijado Raulito (testigos aseguraron que Batista fue el padrino de bautizo de Castro II en los años 30)?
No se sabe la cantidad, pero quienes tenemos años suficientes encima recordamos que la mendicidad en Cuba a fines de los años 50 era moderada, no alarmante, inferior a la de casi todos los países de América Latina.
Y algo sumamente importante, si ahora en Cuba hay infinitamente más mendicidad que hace 66 años eso es responsabilidad directa e ineludible del dictador Raúl Castro, a quien le importa un comino el hambre y la miseria que vapulea a Cuba y se niega a liberar las fuerzas productivas de la nación. El autócrata Batista no causó hambre en Cuba, sino que con su impulso capitalista alcanzó niveles de desarrollo que la acercaban al Primer Mundo.
La mendicidad para el castrismo es una lacra derivada de la explotación capitalista. Fidel prometió mil veces que la "revolución" acabaría con la mendicidad y erradicaría la miseria, y las chozas en barrios insalubres, pues se iban a construir viviendas y a crear empleos por todas partes.
Falso. Los barrios marginales insalubres se multiplicaron exponencialmente. Solo en La Habana hay decenas de ellos. Y cito cuatro muy conocidos: Los Sitios, con 32.700 habitantes en 2022; Cocosolo (31.484); Los Pocitos (28.102); y El Fanguito, con no se sabe cuántos pobladores, pero con un centenar de manzanas con chozas insalubres.
Más del 88% de los cubanos vive en la pobreza extrema, según el Banco Mundial, con un ingreso personal que no llega a 2.15 dólares diarios de hoy, equivalentes a 0.21 centavos de 1958.
Lo simplifico así: antes de 1959 Cuba no era otro Haití como hoy, sino otro Uruguay. Los cubanos tenían un ingreso per cápita igual al de Italia y superior al de varios países de Europa.
La crisis nacional ha llegado ya tal punto que muchos cubanos pasan hambre un día sí, y el otro también. Son esos los mendigos, los que para sobrevivir no tienen otra opción que pedir limosna en las calles, incluyendo madres desesperadas sin nada de alimento para sus bebés e hijos pequeños.
Jamás gobierno alguno en Occidente llevó a su propio su pueblo a una vida tan miserable como los dramáticos personajes de Víctor Hugo en Los miserables.
Y todavía Miguel Díaz-Canel tiene la poca decencia de hablar de los "logros de la revolución", de su "continuidad". Y convoca a los cubanos a "guapear" la comida y no andar esperando tranquilamente lo que le van a dar por la "libreta". ¡Le zumba el mango!
En fin, estamos ante otro gran crimen de Raúl "el Cruel" y de sus principales cómplices, malversadores, esbirros y abusadores, que en sus mansiones millonarias alejadas de la plebe comen opíparamente de todo y disfrutan en grande de la buena vida.
El marxismo es “una utopía genocida indirecta”, es decir, que “pretende exactamente lo contrario a lo que declara”.
Señor Coyuntural, lo que digo textualmente es: "Los barrios marginales insalubres se multiplicaron exponencialmente. Solo en La Habana hay decenas de ellos. Y cito cuatro muy conocidos..." No afirmo que esos cuatro son nuevos, sino que forman parte de los que "hay en La Habana". Claro, creo que habría sido mejor decir que esos cuatro barrios ya existían desde antes de 1959, pero que sus pobladores con la "revolución" se han mutiplicado notablemente.
Saludos
RAQ, debes actualizarte. Los 4 barrios habaneros que mencionas no son resultado de la proliferación actual de la marginalidad. Los 4 ya existían, son barrios históricos habaneros. Los incontables barrios marginales actuales son asentamientos improvisados con una mayoría de pobladores provenientes de las provincias orientales y están en La Lisa, El Cerro, Arroyo Naranjo, San Miguel del Padrón, El Cotorro, Guanabacoa. Centenares de casuchas sin agua potable ni electricidad, zonas con un alto índice de criminalidad.
El comunismo es hambre, escasez, pordioseros, ruina y adoctrinamiento, penurias adobadas con mucha envidia y resentimiento.
El comunismo es:
Cárcel
Odio
Miseria
Ultraje
Narcotráfico
Infierno
Saqueo
Muerte
Opresión
Da pesar ver a lo que ha llegado Cuba, pero... la mayoría fueron cómplices de ése asesino que lleno nuestro país de odio y miseria.
Hay decisiones en la vida que tienen consecuencias nefastas y duraderas. Apoyar el comunismo es una de las peores. Por desgracia, los cubanos gritaron "¡Sí, y recontra Sí!" a esta ideología, luego de haber oído al líder máximo declarar una y otra vez que la Revolución NO era comunista, sino "cubanísima como las palmas". En fin, aquí estamos.
Muchos de esos " deambulantes" como le dicen los voceros verdeolivos empuñaron metralletas " y con gritos de guerra y de victoria" asesinaron a sus compatriotas.Otros delataron al familiar,vecino, compañero de trabajo.Los otros infelices sumidos en el alcoholismo,drogas y enajenados mentales.Es otro " logro " de la revolución de los verdeolivos...
También marcharon coreando: somos socialistas, pa'lante y pa'lante y al que no le guste que tome purgante; también aplaudieron el robo de las casas a lo que se iban del país; también se llenaban la boca pa' decir: soy ateo, y repetían: la religión es el opio de los pueblos; algunos decían: mi dios es Fidel. Toda esta mendicidad parece un castigo de Dios.
Si creían que la religión es el opio de los pueblos, ¿por qué iban a declarar a Fidel como dios?