También en este programa: El barrio habanero El Canal, vulnerables en Santiago de Cuba, y una visita al ISA, inacabado y en ruinas.
Así pasa las noches frías un mendigo de La Habana.
Los recolectores de materias primas de La Habana se benefician de la acumulación de desechos sólidos en las calles.
La activistas Massiel Carrasquero Ramos y Beatriz Alonso entregaron comida a personas que viven en las calles de La Habana.
Una trabajadora social asegura que las autoridades holguineras están al corriente de la situación, pero no hacen nada.
En Camagüey una recogida de abrigos busca aliviar el frío de personas pobres y sin techo.
Estas son las personas a las que olvida el Gobierno cuando dice que 'nadie quedará abandonado'.
También en este programa: una anciana sobrevive gracias a la solidaridad vecinal y la madre de un preso político alerta sobre la salud mental de su hijo. Recorremos un central en ruinas en Las Tunas, el Cementerio de Colón y terminamos en el Malecón.
El número de mendigos ha aumentado notoriamente en las calles de las principales ciudades de Cuba, mientras el régimen elude la responsabilidad y los nombra con el eufemismo 'deambulantes'.
También en este programa: nulo ambiente de celebración en el aniversario de los CDR; el Gobierno reconoce que es incapaz de proveer la canasta básica; economía de la subsistencia en La Habana frente a los altos precios de las MIPYMES; y el testimonio de la madre de la presa política 'Mambisa Agramontina'.
El grupo recibe atención médica, alimentación y alojamiento temporal para que más tarde vuelva a las calles y a la misma situación de desamparo.
Un anciano pide dinero 'para comer' y un presunto discapacitado vende cosas en plena calle.
'Son tiempos difíciles para todos. Imagínate para el que no tiene ayuda, remesa o un techo', dice esta joven que de manera callada y con sus recursos sale a dar de comer a desamparados.
DIARIO DE CUBA recorre calles céntricas de La Habana para ver cómo sobreviven los más vulnerables.
El Estado cubano afirma que protege a los grupos vulnerables, pero la realidad lo desmiente.
'Hay días que parece que llevo en esta situación toda la vida', dice un habanero de 60 años. 'Me cansé de trabajar para nada, del egoísmo de la gente'.
El MINSAP ajusta a la baja la cantidad de personas vigiladas por sospechas de contagio desde la Atención Primaria de Salud: 3.000 menos de un día para otro.
Algunas provincias reportan recogidas, pero en otras aún se les ve en las calles.
'Y no se nos pueden convertir en albergues', advierte el Gobierno.
El Gobierno empleó policías y perros para llevarlos a los llamados 'centros de clasificación'.
